¿QUÉ ESTAMOS ESCUCHANDO? ...
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Re: ¿QUÉ ESTAMOS ESCUCHANDO? ...
Estos días me he chutado, tres nuevas Cuartas, que desconocía, la de Luisi con la MDR, muy irregular, la de Haitink en el 82, en Philips, bastante correcta, pero que no hace olvidar su primera grabación, la del ciclo, y esta de Nott, simplemente excepcional. Bueno, quizás haya que matizar, o advertir, que no es una versión para todos los gustos, una versión personalísima. Nott, obvia toda tradición romántica de esta partitura, ya desde el vibrato, que está reducido a la mínima expresión, como en el primer y segundo movimiento; es un planteamiento clásico, primando siempre el ritmo, sobre el discurso melódico; así el primer movimiento, puede recordarnos a Mozart o Haydn, pero sin quedar "pimpante", una sensación infantil, al que a uno se le queda media sonrisa-¿frivolo?-no creo, quizás "inocente" sea el adjetivo más acertado; pese a utilizar una orquesta nutrida el sonido es liviano, transparente, cálido. El segundo movimiento es todo un descubrimiento, tanto formal, como interpretativo, recuerdo que cuando Psanquin y yo, nos conocimos por foros de Dios, los más viejos del lugar, lo recordarán jejeje Psanquin defendía la interpretación de Peppino, como la "más moderna", pues bueno, yo le recomendaría que se escuchase esta, para mi sí de sonoridades modernas, puntances, expresionistas, sarcásticas, los hasta los portamentos del violín con sordina, no suenan a simple glissandi, sino que consigue sacarles un sonido "gatuno"... que yo nunca había escuchado, un movimiento muy contrastado, socarrón, corrosivo, de una precisión absoluta. El Ruhevoll, puede que sea lo menos conseguido, para los acostumbrados a algo más "tradicional", no hay "pathos" si es que ese adjetivo sirve para Mahler, ese algo más no lo hay en Nott, disecciona el movimiento, pero sin hacerlo frio, es toda una suerte de filigranas tímbricas, de medias voces, de explosiones-para los climax no hay prograsión, aparecen como un bofetada, sin avisar, y es en los climax donde Nott mira a la escuela germánica, demoledores, portentosos. El último movimiento, cuenta con una voz, preciosa, quizás no muy "colorista" pero sí infantil, Mojca Erdmann-que precisamente será la que acompañe a Fabio Luisi, con la Sinfónica de Viena, en esta misma obra, en su gira por España de Junio-a la que yo desconocía y está en su salsa, Nott aplica los mismos parametros que en el primer movimiento, cerrando un ciclo, muy extrovertido, donde quizás, la parte final, quede poco profunda ¿pero tiene que serlo?
Interesante todo el Mahler que sale de la batuta de Nott, sin duda.
Invitado- Invitado
Re: ¿QUÉ ESTAMOS ESCUCHANDO? ...
la interpretación está entre lo más profundo y bello que he escuchado jamás. Verdaderamente soberbio el trabajo de Jascha Horenstein (¿cómo lo hace?). Mi corazón está herido de la emoción.
Bienvenido al club, del Río
Invitado- Invitado
Re: ¿QUÉ ESTAMOS ESCUCHANDO? ...
Veo que me va a gustar esta Cuarta de Nott Una curiosidad, ¿qué tal encuentras a la orquesta?Robertino Bergamasco escribió:El segundo movimiento es todo un descubrimiento, tanto formal, como interpretativo, recuerdo que cuando Psanquin y yo, nos conocimos por foros de Dios, los más viejos del lugar, lo recordarán jejeje Psanquin defendía la interpretación de Peppino, como la "más moderna", pues bueno, yo le recomendaría que se escuchase esta, para mi sí de sonoridades modernas, puntances, expresionistas, sarcásticas, los hasta los portamentos del violín con sordina, no suenan a simple glissandi, sino que consigue sacarles un sonido "gatuno"... que yo nunca había escuchado, un movimiento muy contrastado, socarrón, corrosivo, de una precisión absoluta.
Psanquin- administrador
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Fecha de inscripción : 16/03/2008
Re: ¿QUÉ ESTAMOS ESCUCHANDO? ...
¿qué tal encuentras a la orquesta?
Pues más o menos como la Tonnhalle en sus discos, le falta el brillo para ser una de las grandes, aunque tiene la tradición alemana, aun así tiene una gran ductilidad, sobretodo en esta Cuarta.
Invitado- Invitado
Re: ¿QUÉ ESTAMOS ESCUCHANDO? ...
¿Cuándo escuchasteis el Das lied von der Erde de Klemperer (1951) en VOX, no os apeteció fusilar a Elsa Calveti? A pesar de que ya conocía el registro, hoy he sentido ese impulso. ¡¡Dios mio, pero que mal canta!!
Invitado- Invitado
Re: ¿QUÉ ESTAMOS ESCUCHANDO? ...
Más que escuchar, he estado viendo.
Pues eso, hoy me he visto-escuchado, la retransmisión de France 2, de hace dos semanas, de la Novena de Mahler, del 18 de Febrero de este año, a cargo de la Orquesta de París, dirigida por Chisthoph Eschenbach, que tenía aquí grabada.
Pues la verdad es que me ha sorprendido... pero gratamente. Uno iba con cierta reticencia, ya que después de en su día haber escuchado la Novena de Eschenbach, con la NDR, del 2002, con unos resultados ciertamente lamentables, desde la tomadura de pelo del letárgico primer movimiento, hasta un descontro orquestal, digno de cualquier director en primero de carrera, no auguraba nada bueno, ni por parte de la batuta, y porque la Orquesta de París, es bastante inferior, en calidad, que la orquesta hamburguesa.
Pues bien, nada más lejos de la realidad. En siete años transcurridos, Eschenbach, pienso, ha sabido encontrarse cómodo en esta música, su primer movimiento, sigue moviendose en minutajes amplios, quizás sea Eschenbach el que tenga el record en lentitud en este movimiento, en esta ocasión le dura 33:15, bien es verdad que el rubato inicial, me hizo retorcer el hocico, pero a medida que Eschenbach avanzaba en el movimiento, parecía que iba tirando de los resortes adecuados, no cayó en el tedio, como si ocurrió en la grabación de la NDR, ni fué por campos expeditivos, no, tampoco fué una lectura de la partitura..., consiguió exprimir todo el poderío melódico de este primer movimiento, abusando-con acierto-del legato, el vibrato es casi opresivo... ofreciendonos un Mahler más en consonacia con el romanticismo, que con las nuevas vías de expresión, Eschenbach no plantea un Mahler, en este movimiento, rompedor, más bien todo lo contrario, un Mahler conservador, último heredero de la tradición romántica. Espectaculares fueron las progresiones a los climax, casi esperándolos como una liberación, aunque también es verdad, que en estos momentos es cuando más se nota las limitaciones de la orquesta; supo recrear los movimientos camerísticos, muy sutilmente ¿demasiado franceses? aun así, todo pasó en un suspiro.
Los movimientos centrales, mas convencionales, el Andante (16:00) correcto, poco vienés, demasiado pimpante, brilló en ciertas "originalidades eschenbachianas" como apurar las frases de los clarinetes por ejemplo, o los ataques de las cuerdas, en el Scherzo (13:46) volvió a demostrar el nivel de la orquesta, que le costó enfrentarse con esta monstruosidad de música, aun así, el nocturno central, recordó al mundo de Schubert, puramente lírico, pese al apurado sonido agudo de la trompeta, parece que con la titularidad de Eschenbach, la orquesta a conseguido un sonido más robusto en las cuerdas, faltaría por mejorar el resto de las familias.
El último movimiento (29:40) cerró lo que se había comenzado en el primer movimiento, una introducción lentísima, dió rienda suelta a un Mahler "balsámico", es una lucha que se sabe se va a perder, así que intentar hacer el camino lo más comodamente posible, no recurre a la crispación, como Lenny o Mitropoulos, pero tampoco cae en el almibaramiento de Karajan o Chailly, el "Camarada Errante" vuelve después de un largo recorrido, me hizo recordar al último número del "Winterreise" de Schubert, todo está cantado, medido, susurrado... el final no es angustioso, es un remanso.
Sí, sí, estoy hablando de Eschenbach; sí, sí, y también soy Robertino. Pero al César, lo que es del César, un versión, simplemente, memorable, y muy personal, sobretodo, por los movimientos extremos.
Lástima que la realización de François Goetheuber, sea tan "videoclip", y abuse demasiado del color sepia, eso sí, hay que agradecerle, los planos detalle de los ojos de Eschenbach ¡¡vaya ojos más bonitos!!
---
Estos días de atras, también he andado escuchando estas dos Primeras:
Kubelik es un maestro dentro de esta sinfonía, ya en el 54, tenía muy claro lo que quería hacer con ella, una versión muy pastoral, muy bucólico, excepcionales, segundo y tercer movimiento, sobretodo este último también, marca de la casa, el primero tiene un arranque muy sugerente, pero se trivializa poco antes del final, el último movimiento, mantiene un pulso firme, m ás sugerentes las partes líricas, que las de bravura orquestal, aun así, pese a ser en mono, la grabación es muy buena, y la Orquesta Filarmónica de Viena está que se sale. Interesante la toma de seis minutos, de las sesiones de grabación.
Luego vino Slatkin, y es que debe ser un "handicap" verse obligado a compararse con Kubelik, su versión con la Orquesta de San Luis, es convencional, y aséptica, tirando a lo gris, con algun descubrimiento tímbrico, aquí y allá, en las trompas y clarinetes, se emborrona, si se intenta comparar con el maestro checo, la orquesta discreta.
Pues eso, hoy me he visto-escuchado, la retransmisión de France 2, de hace dos semanas, de la Novena de Mahler, del 18 de Febrero de este año, a cargo de la Orquesta de París, dirigida por Chisthoph Eschenbach, que tenía aquí grabada.
Pues la verdad es que me ha sorprendido... pero gratamente. Uno iba con cierta reticencia, ya que después de en su día haber escuchado la Novena de Eschenbach, con la NDR, del 2002, con unos resultados ciertamente lamentables, desde la tomadura de pelo del letárgico primer movimiento, hasta un descontro orquestal, digno de cualquier director en primero de carrera, no auguraba nada bueno, ni por parte de la batuta, y porque la Orquesta de París, es bastante inferior, en calidad, que la orquesta hamburguesa.
Pues bien, nada más lejos de la realidad. En siete años transcurridos, Eschenbach, pienso, ha sabido encontrarse cómodo en esta música, su primer movimiento, sigue moviendose en minutajes amplios, quizás sea Eschenbach el que tenga el record en lentitud en este movimiento, en esta ocasión le dura 33:15, bien es verdad que el rubato inicial, me hizo retorcer el hocico, pero a medida que Eschenbach avanzaba en el movimiento, parecía que iba tirando de los resortes adecuados, no cayó en el tedio, como si ocurrió en la grabación de la NDR, ni fué por campos expeditivos, no, tampoco fué una lectura de la partitura..., consiguió exprimir todo el poderío melódico de este primer movimiento, abusando-con acierto-del legato, el vibrato es casi opresivo... ofreciendonos un Mahler más en consonacia con el romanticismo, que con las nuevas vías de expresión, Eschenbach no plantea un Mahler, en este movimiento, rompedor, más bien todo lo contrario, un Mahler conservador, último heredero de la tradición romántica. Espectaculares fueron las progresiones a los climax, casi esperándolos como una liberación, aunque también es verdad, que en estos momentos es cuando más se nota las limitaciones de la orquesta; supo recrear los movimientos camerísticos, muy sutilmente ¿demasiado franceses? aun así, todo pasó en un suspiro.
Los movimientos centrales, mas convencionales, el Andante (16:00) correcto, poco vienés, demasiado pimpante, brilló en ciertas "originalidades eschenbachianas" como apurar las frases de los clarinetes por ejemplo, o los ataques de las cuerdas, en el Scherzo (13:46) volvió a demostrar el nivel de la orquesta, que le costó enfrentarse con esta monstruosidad de música, aun así, el nocturno central, recordó al mundo de Schubert, puramente lírico, pese al apurado sonido agudo de la trompeta, parece que con la titularidad de Eschenbach, la orquesta a conseguido un sonido más robusto en las cuerdas, faltaría por mejorar el resto de las familias.
El último movimiento (29:40) cerró lo que se había comenzado en el primer movimiento, una introducción lentísima, dió rienda suelta a un Mahler "balsámico", es una lucha que se sabe se va a perder, así que intentar hacer el camino lo más comodamente posible, no recurre a la crispación, como Lenny o Mitropoulos, pero tampoco cae en el almibaramiento de Karajan o Chailly, el "Camarada Errante" vuelve después de un largo recorrido, me hizo recordar al último número del "Winterreise" de Schubert, todo está cantado, medido, susurrado... el final no es angustioso, es un remanso.
Sí, sí, estoy hablando de Eschenbach; sí, sí, y también soy Robertino. Pero al César, lo que es del César, un versión, simplemente, memorable, y muy personal, sobretodo, por los movimientos extremos.
Lástima que la realización de François Goetheuber, sea tan "videoclip", y abuse demasiado del color sepia, eso sí, hay que agradecerle, los planos detalle de los ojos de Eschenbach ¡¡vaya ojos más bonitos!!
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Estos días de atras, también he andado escuchando estas dos Primeras:
Kubelik es un maestro dentro de esta sinfonía, ya en el 54, tenía muy claro lo que quería hacer con ella, una versión muy pastoral, muy bucólico, excepcionales, segundo y tercer movimiento, sobretodo este último también, marca de la casa, el primero tiene un arranque muy sugerente, pero se trivializa poco antes del final, el último movimiento, mantiene un pulso firme, m ás sugerentes las partes líricas, que las de bravura orquestal, aun así, pese a ser en mono, la grabación es muy buena, y la Orquesta Filarmónica de Viena está que se sale. Interesante la toma de seis minutos, de las sesiones de grabación.
Luego vino Slatkin, y es que debe ser un "handicap" verse obligado a compararse con Kubelik, su versión con la Orquesta de San Luis, es convencional, y aséptica, tirando a lo gris, con algun descubrimiento tímbrico, aquí y allá, en las trompas y clarinetes, se emborrona, si se intenta comparar con el maestro checo, la orquesta discreta.
Invitado- Invitado
Re: ¿QUÉ ESTAMOS ESCUCHANDO? ...
Ya que estamos en la Semana Haitink, no he podido dejar de escuchar, ya que la tenía esperando, y la verdad, que la versión, puede ser ideal, para todas aquellas personas que sufran de insomnio, un "Mahler artrítico-reumatoide" de principio a fin, en el que no pasa nada, pero nada, de nada. El primer movimiento, no despega nunca, pese a tener una itroducción muy sutil, el segundo movimiento, queda muy pesadote, el rubato no existe-¡¡raro en HaitinZZzzzZZZzzz!!, sólo se limita a marcar 1, 2, 3-, aunque tiene un trio muy interesante, en cuanto a respuesta orquestal. El tercer movimiento, empieza con la problematica elección de hacer tocar a todos los contrabajos, en vez de uno, el tema principal, si la cosa fuera como Gergiev, con un sonido grotesco e hiriente, pudiera tener un pase, pero es que lo de HatinZZZZzzzZZZZzzzz clama al cielo, parece que a los contrabajos les pesa el arco, el legato suena a pedorreta-¡¡y eso que es Chicago!!-, movimiento mortecino de solemnidad.
El último movimiento, entra con toda la Orquesta a lo grande, y ahí se acaba la cosa, todo prosigue, con una desiiiiidia, en la mísma tónica que el primero, no despega nunca, pese a los mamporrazos-HaitinZZZZzzzzZZzzz se ha vuelto algo descuidado en cuanto a dinámicas, y efectismos-emulando a los peores "kapellmeister", ni la coda final entusiasma.
En fin, a años luz de su Tercera también con Chicago, y a años luz de sus primeras del 62, y 72. ¡¡Eso sí!! Aun así es más "animada" que su versión con Berlín (DVD) del 94. Una de las peores Primeras que recuerde.
El sonido ha empobrecido también, a las anteriores entregas. La presentación ha mejorado, ya son libretos como los de música pop, con foticas en color, de HaitinZZZzzzZZzzz de un lado, perfil de HaitinZZZZzzzzZZZz, primer plano de HaitinZZZZzzzzZZzz, vamos, tirando la casa por la ventana.
Invitado- Invitado
Re: ¿QUÉ ESTAMOS ESCUCHANDO? ...
Bueno, técnicamente hablando, la grabación es pésima; y eso que se hagrabado en SACD, de lo peor escuchado últimamente; la acustica de San Pablo de Londres, se les ha quedado grande, el coro de niños, más presente que los solistas, el segundo coro, parece que está en el abside de San Pablo, los metales fuera de escena, parecen que están a la altura del director... pésimo.
Ahora, en cuanto a lo puramente musical -bueno, lo que la grabación nos permite apreciar-, Gergiev se mantiene en la corrección, quizás una carrerilla de más por aquí, y un rallentando de más por allá, pero en definitiva, una dirección correcta, sin entusiasmar, si hubo detalles, interesantes, por ejemplo el Adagissimo, o la parte final del Blikket auf.
Los solisas discretos, para fusilar de nuevo la Bulycheva, que ya destrozaba la Segunda, y muy interesantes, el tenor Sergey Semiskhur, y el bartono Alexey Markov. Los coros ¿qué decir de los coros ingleses?, lo mejor de la versión... con refuerzo de los americanos.
Invitado- Invitado
Re: ¿QUÉ ESTAMOS ESCUCHANDO? ...
Recupero esta sección para ir incluyendo algunos comentarios sobre versiones que ido escuchando a lo largo de los últimos meses y que por falta de tiempo no he podido compartir (aparte de las comentadas para la web, Terceras de Märkl y Gergiev y DLVDE de Nagano).
BBC Legends ha desenterrado una significativa Cuarta de Barbirolli con la BBC Symphony Orchestra y Heather Harper (1967). Se trata de una versión que va de menos a más. Lo más discutible el primer movimiento, lánguido, reticente, en ocasiones acaramelado. Aunque en los pasajes más líricos Barbirolli indefectiblemente modera el tiempo, lo hace con seguridad y garantizando siempre una buena articulación. Recurre por supuesto a toneladas de rubato. La orquesta está simplemente correcta. Curioso como la elección de cascabeles es realmente desafortunada -parecen golpes de martillo- y como la trompa en su solo justo antes de la coda comete un llamativo fallo. El segundo movimiento por extraño que parezca sigue en esta tónica evocadora, lánguida. Lento en su primer tema, resulta hasta elegante. Pero el momento culminante, que justifica por si solo hacerse con la versión es el Ruhevoll. Se inicia de forma serena y sobria, en contraposición a los anteriores nada lenta. El pianissimo de la cuerda (2’53”) es de una belleza arrebatadora. Aunque la sensación es de estatismo no es una interpretación lenta, especialmente en las secciones más agitadas a las que sir John imprime gran carácter. Este delicioso movimiento da paso a un nuevamente ejemplar movimiento final, también bucólico y sensual en su concepción. Extraordinaria Harper, con un canto rico en matices y sin el más mínimo problema en las agilidades. La sección final, lentísima, recuerda a la reciente de Sinopoli. Extraordinaria versión en su conjunto. Del mejor Mahler de Sir John.
El CD comercial de la Segunda de Luisi se abre con un Todtenfeier prometedor. No se trata de una versión sobria ni introspectiva, sino todo lo contrario, una lectura explosiva, incisiva, a veces demasiado, llegando a resultar incluso áspera, desabrida. En parte creo que el sonido con ligera distorsión es parcialmente responsable de esto. Explosiva pero no en el tiempo sino en el temperamento que define a los pasajes más intensos. Los líricos sin embargo son llevados a tiempos más moderados de lo habitual y están teñidos de un cierto anhelo. La orquesta no brilla especialmente por la toma de sonido comentada, aunque en general es una lectura correcta; lo peor la aspereza del metal. El crescendo que conduce al clímax central es inicialmente lento, sigiloso. El pasaje con los arcos percutidos de gran fuerza y el pesante nada pesado sino más bien rápido y directo así como la resolución, totalmente coherente, intensa y seca. La reexposición crispada, se caracteriza por un discurso nervioso incluso en los pasajes lentos. Escala final bastante rápida, lógicamente, coherente con lo anterior. El Andante continúa por esta misma tónica, rápido, nervioso. Desde luego nada cómodo. Una versión atípica de este movimiento donde todos los directores buscan el contraste con el dramatismo del primero. Se podría hablar de una visión turbulenta. No me convence pero no deja de tener su interés. Con el Scherzo llega uno de los momentos más interesantes de la obra. Lecturas vertiginosas y virtusosísticas, tal cual un movimiento perpetuo como hace aquí Luisi, hay muchas, de hecho cada vez es más habitual este planteamiento, pero pocas con la sutileza que muestra el italiano. Una auténtica filigrana en la que el episodio central lírico sin que el tiempo se modere excesivamente resulta dilatado y tremendamente lírico. Tras el episodio, a 6’13", un accelerando algo atípico pero que demuestra que no se trata de un torbellino de notas sino de una lectura muy cuidada, muy trabajada. El tutti llega sin demasiada rimbombancia y la coda final es deliciosa. Extraordinario Scherzo, como también el Urlicht en el que Luisi destapa el tarro de las esencias con una lectura reveladora. No es una visión profunda sino plena de inocencia, de ingenuidad ¡Qué bien concebida! Cada frase llega a lo más hondo. No es sacarina sino auténtica caña de azúcar. La mezzo japonesa es el complemento perfecto con una voz profunda pero que a la vez sabe aportar esa inocencia que la lectura orquestal requiere. El final se abre de forma discreta, sin espectacularidad, incluso la percusión suena demasiado moderada. No se transmite en absoluto el terror de las escenas iniciales. Desde el crescendo de la percusión la versión mejora; así la marcha de los muertos es más intensa. El tutti que la corona está sin embargo falto de fuerza. Las fanfarrias en el exterior también flojas; no es desde luego una interpretación para ensalzar. Por desgracia nada cambia en la parte vocal que es de forma general recreada a un tiempo lento y con una interpretación plana. La soprano cumple su papel. En el O glaube nos encontramos que el color ingenuo de la voz de la mezzo que ensalzaba en el Urlicht se convierte en un problema y echamos en falta más dramatismo por su parte. Por si fuera poco el climax coral del auferstehen resulta ligeramente contenido. Demasiado sobrio, no explosivo, nos preguntamos ¿donde está el nerviosismo, la garra inicial? Aunque el final orquestal es grandioso no resulta ya muy creíble. Extraño que la grabación conserve los tímidos aplauso que se producen tras un breve pero lapidario silencio y desprovistos de bravos. En resumen una Segunda muy irregular con dos movimientos excelentes –III y IV- y con otros momentos realmente flojos.
La Cuarta discográfica de Haitink con el Concertgebouw del año 1983 es un documento apasionante tanto por la participación del Concertgebouw como por la acertada dirección del holandés. Contrariamente al tópico sobre el holandés el primer movimiento es interpretado con una intensidad inquietante. La interpretación del Concertgebouw, no sólo impecable sino también atlética, desbordando energía, tiene una buena parte de culpa. Es como si Haitink no pudiese domar a semejante potro salvaje. Esto unido a una cierta austeridad y gravedad en los pasajes líricos redondea una lectura inquietante, moderna, reveladora. El segundo movimiento sea tal vez el momento más flojo. Tras la intensidad del movimiento previo Haitink no parece encontrarse cómodo en ningún momento, marcando unos tiempos un tanto incongruentes, uniformemente demasiado rápidos. El Ruhevoll es una de las especialidades de Haitink y aquí lo confirma. Sensibilidad, contención, delicadeza e interpretación refinadísima gracias a un perfecto manejo de las dinámicas –en algún momento excesivamente moderada- pero en una palabra preciosista. Esa es también la palabra que define al final en lo orquestal. Vocalmente Roberta Alexander no convence plenamente. Técnicamente correcta, su voz no resulta especialmente atractiva ni llega a transmitir. En lo orquestal Haitink está excelso en la coda confiriéndole un carácter a una sección que a veces se lee de forma superficial.
BBC Legends ha desenterrado una significativa Cuarta de Barbirolli con la BBC Symphony Orchestra y Heather Harper (1967). Se trata de una versión que va de menos a más. Lo más discutible el primer movimiento, lánguido, reticente, en ocasiones acaramelado. Aunque en los pasajes más líricos Barbirolli indefectiblemente modera el tiempo, lo hace con seguridad y garantizando siempre una buena articulación. Recurre por supuesto a toneladas de rubato. La orquesta está simplemente correcta. Curioso como la elección de cascabeles es realmente desafortunada -parecen golpes de martillo- y como la trompa en su solo justo antes de la coda comete un llamativo fallo. El segundo movimiento por extraño que parezca sigue en esta tónica evocadora, lánguida. Lento en su primer tema, resulta hasta elegante. Pero el momento culminante, que justifica por si solo hacerse con la versión es el Ruhevoll. Se inicia de forma serena y sobria, en contraposición a los anteriores nada lenta. El pianissimo de la cuerda (2’53”) es de una belleza arrebatadora. Aunque la sensación es de estatismo no es una interpretación lenta, especialmente en las secciones más agitadas a las que sir John imprime gran carácter. Este delicioso movimiento da paso a un nuevamente ejemplar movimiento final, también bucólico y sensual en su concepción. Extraordinaria Harper, con un canto rico en matices y sin el más mínimo problema en las agilidades. La sección final, lentísima, recuerda a la reciente de Sinopoli. Extraordinaria versión en su conjunto. Del mejor Mahler de Sir John.
El CD comercial de la Segunda de Luisi se abre con un Todtenfeier prometedor. No se trata de una versión sobria ni introspectiva, sino todo lo contrario, una lectura explosiva, incisiva, a veces demasiado, llegando a resultar incluso áspera, desabrida. En parte creo que el sonido con ligera distorsión es parcialmente responsable de esto. Explosiva pero no en el tiempo sino en el temperamento que define a los pasajes más intensos. Los líricos sin embargo son llevados a tiempos más moderados de lo habitual y están teñidos de un cierto anhelo. La orquesta no brilla especialmente por la toma de sonido comentada, aunque en general es una lectura correcta; lo peor la aspereza del metal. El crescendo que conduce al clímax central es inicialmente lento, sigiloso. El pasaje con los arcos percutidos de gran fuerza y el pesante nada pesado sino más bien rápido y directo así como la resolución, totalmente coherente, intensa y seca. La reexposición crispada, se caracteriza por un discurso nervioso incluso en los pasajes lentos. Escala final bastante rápida, lógicamente, coherente con lo anterior. El Andante continúa por esta misma tónica, rápido, nervioso. Desde luego nada cómodo. Una versión atípica de este movimiento donde todos los directores buscan el contraste con el dramatismo del primero. Se podría hablar de una visión turbulenta. No me convence pero no deja de tener su interés. Con el Scherzo llega uno de los momentos más interesantes de la obra. Lecturas vertiginosas y virtusosísticas, tal cual un movimiento perpetuo como hace aquí Luisi, hay muchas, de hecho cada vez es más habitual este planteamiento, pero pocas con la sutileza que muestra el italiano. Una auténtica filigrana en la que el episodio central lírico sin que el tiempo se modere excesivamente resulta dilatado y tremendamente lírico. Tras el episodio, a 6’13", un accelerando algo atípico pero que demuestra que no se trata de un torbellino de notas sino de una lectura muy cuidada, muy trabajada. El tutti llega sin demasiada rimbombancia y la coda final es deliciosa. Extraordinario Scherzo, como también el Urlicht en el que Luisi destapa el tarro de las esencias con una lectura reveladora. No es una visión profunda sino plena de inocencia, de ingenuidad ¡Qué bien concebida! Cada frase llega a lo más hondo. No es sacarina sino auténtica caña de azúcar. La mezzo japonesa es el complemento perfecto con una voz profunda pero que a la vez sabe aportar esa inocencia que la lectura orquestal requiere. El final se abre de forma discreta, sin espectacularidad, incluso la percusión suena demasiado moderada. No se transmite en absoluto el terror de las escenas iniciales. Desde el crescendo de la percusión la versión mejora; así la marcha de los muertos es más intensa. El tutti que la corona está sin embargo falto de fuerza. Las fanfarrias en el exterior también flojas; no es desde luego una interpretación para ensalzar. Por desgracia nada cambia en la parte vocal que es de forma general recreada a un tiempo lento y con una interpretación plana. La soprano cumple su papel. En el O glaube nos encontramos que el color ingenuo de la voz de la mezzo que ensalzaba en el Urlicht se convierte en un problema y echamos en falta más dramatismo por su parte. Por si fuera poco el climax coral del auferstehen resulta ligeramente contenido. Demasiado sobrio, no explosivo, nos preguntamos ¿donde está el nerviosismo, la garra inicial? Aunque el final orquestal es grandioso no resulta ya muy creíble. Extraño que la grabación conserve los tímidos aplauso que se producen tras un breve pero lapidario silencio y desprovistos de bravos. En resumen una Segunda muy irregular con dos movimientos excelentes –III y IV- y con otros momentos realmente flojos.
La Cuarta discográfica de Haitink con el Concertgebouw del año 1983 es un documento apasionante tanto por la participación del Concertgebouw como por la acertada dirección del holandés. Contrariamente al tópico sobre el holandés el primer movimiento es interpretado con una intensidad inquietante. La interpretación del Concertgebouw, no sólo impecable sino también atlética, desbordando energía, tiene una buena parte de culpa. Es como si Haitink no pudiese domar a semejante potro salvaje. Esto unido a una cierta austeridad y gravedad en los pasajes líricos redondea una lectura inquietante, moderna, reveladora. El segundo movimiento sea tal vez el momento más flojo. Tras la intensidad del movimiento previo Haitink no parece encontrarse cómodo en ningún momento, marcando unos tiempos un tanto incongruentes, uniformemente demasiado rápidos. El Ruhevoll es una de las especialidades de Haitink y aquí lo confirma. Sensibilidad, contención, delicadeza e interpretación refinadísima gracias a un perfecto manejo de las dinámicas –en algún momento excesivamente moderada- pero en una palabra preciosista. Esa es también la palabra que define al final en lo orquestal. Vocalmente Roberta Alexander no convence plenamente. Técnicamente correcta, su voz no resulta especialmente atractiva ni llega a transmitir. En lo orquestal Haitink está excelso en la coda confiriéndole un carácter a una sección que a veces se lee de forma superficial.
Psanquin- administrador
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Fecha de inscripción : 16/03/2008
Re: ¿QUÉ ESTAMOS ESCUCHANDO? ...
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Última edición por Robertino Bergamasco el 4/1/2012, 23:36, editado 1 vez
Robertino Bergamasco- Cantidad de envíos : 4479
Fecha de inscripción : 14/07/2009
Re: ¿QUÉ ESTAMOS ESCUCHANDO? ...
No me jalees Robertino que tengo un ladrillo aquí preparado Nooo, es broma, sólo son unas catorce versiones. Pues aquí va una segunda entrega. Aprovecho para agradecer a los que me han facilitados las grabaciones. Salvo la 4º de Barbirolli, hasta el momento son gentileza de Robertino, Ludovyk e Ignacio .
En 1982 Haitink graba con el Concertgebouw la Séptima y tal como sucede en el resto de entregas de este segundo ciclo no completado la orquesta por si sola ya constituye un aliciente de primera clase. Gracias a ella la visión un tanto sombría y austera de Haitink adquiere una vitalidad y una fuerza contagiosa. Pero me temo que en su conjunto es una Séptima un tanto ambigua. Ningún movimiento en especial merece ser destacado. Tal vez la ansiedad de la segunda Nachtmusik o la elegancia en el final. Una Séptima más atractiva en lo orquestal que en lo directorial.
Con la Quinta en CD de Wynn Morris (1973) me he llevado una pequeña decepción. La fanfarria inicial, infrecuentemente plana, va a ser definitoria de lo que va a ser la versión: una orquesta muy justita y una concepción de Morris realmente frustrante. Aunque la lenta Trauersmarch todavía resulta correcta, en los tríos ya observamos una tendencia a impregnar la música de un carácter pesante, de una excesiva gravedad que en el segundo movimiento es realmente problemática. Hasta el punto de que podemos hablar de afectación: la sensación es que Morris quiere imbuir una elegancia que la orquesta es incapaz de vehicular de una forma creíble. Hasta los clímax de este segundo movimiento se contagian de esta pasividad, cayéndose en lo letárgico. En el Scherzo, algo más vivo, la orquesta no aporta la brillantez necesaria. De forma interesante Morris lleva el Adagietto a un tiempo muy vivo; interesante contraste pero que por desgracia pierde su valor ante la discreta realización. La sensación es de asistir a una lectura a primera vista. El final vuelve a la languidez y amaneramiento previo. Radicalmente anticlimático, hay directores que plantean el movimiento de esta arriesgada manera con cierto éxito, como es el caso de Farberman, pero me temo que no es el caso de Morris.
En 1960 Bruno Walter graba una vez más una de sus obras estrella, La Canción de la Tierra. Lo hace en estudio con la Filarmónica de Nueva York agrupación a la cual curiosamente nunca le dirigió la obra en concierto. En lo orquestal versión exuberante, de gran impacto. La brillantez orquestal no está reñida con la intensa carga emocional que imprime Walter en todo momento. Son para mi gusto los tres primeros números los más acertados. Haefliger algo teatral en el primer número exhibe un atractivo lirismo, especialmente en Von der Jugend. Sale bien parado de las dificultades del quinto Lied. Mildred Miller es una cantante de gran expresividad, que se esmera en dar vida a los muchos matices que esconde la partitura. Está algo incómoda en Von der Schönheit y en el Abschied ofrece un recital de sensibilidad. Sin embargo el acompañamiento de Walter que he alabado anteriormente es algo discreto en este número. Demasiado expeditivo, un tanto frío y distante. Ah, una curiosidad para los amantes de la numerología. En este versión las dos partes de Der Abschied (determinadas por los dos poemas “Esperando al amigo” y “Marcha del amigo”) duran casi exactamente lo mismo 14’36” y 14’39”.
En 1982 Haitink graba con el Concertgebouw la Séptima y tal como sucede en el resto de entregas de este segundo ciclo no completado la orquesta por si sola ya constituye un aliciente de primera clase. Gracias a ella la visión un tanto sombría y austera de Haitink adquiere una vitalidad y una fuerza contagiosa. Pero me temo que en su conjunto es una Séptima un tanto ambigua. Ningún movimiento en especial merece ser destacado. Tal vez la ansiedad de la segunda Nachtmusik o la elegancia en el final. Una Séptima más atractiva en lo orquestal que en lo directorial.
Con la Quinta en CD de Wynn Morris (1973) me he llevado una pequeña decepción. La fanfarria inicial, infrecuentemente plana, va a ser definitoria de lo que va a ser la versión: una orquesta muy justita y una concepción de Morris realmente frustrante. Aunque la lenta Trauersmarch todavía resulta correcta, en los tríos ya observamos una tendencia a impregnar la música de un carácter pesante, de una excesiva gravedad que en el segundo movimiento es realmente problemática. Hasta el punto de que podemos hablar de afectación: la sensación es que Morris quiere imbuir una elegancia que la orquesta es incapaz de vehicular de una forma creíble. Hasta los clímax de este segundo movimiento se contagian de esta pasividad, cayéndose en lo letárgico. En el Scherzo, algo más vivo, la orquesta no aporta la brillantez necesaria. De forma interesante Morris lleva el Adagietto a un tiempo muy vivo; interesante contraste pero que por desgracia pierde su valor ante la discreta realización. La sensación es de asistir a una lectura a primera vista. El final vuelve a la languidez y amaneramiento previo. Radicalmente anticlimático, hay directores que plantean el movimiento de esta arriesgada manera con cierto éxito, como es el caso de Farberman, pero me temo que no es el caso de Morris.
En 1960 Bruno Walter graba una vez más una de sus obras estrella, La Canción de la Tierra. Lo hace en estudio con la Filarmónica de Nueva York agrupación a la cual curiosamente nunca le dirigió la obra en concierto. En lo orquestal versión exuberante, de gran impacto. La brillantez orquestal no está reñida con la intensa carga emocional que imprime Walter en todo momento. Son para mi gusto los tres primeros números los más acertados. Haefliger algo teatral en el primer número exhibe un atractivo lirismo, especialmente en Von der Jugend. Sale bien parado de las dificultades del quinto Lied. Mildred Miller es una cantante de gran expresividad, que se esmera en dar vida a los muchos matices que esconde la partitura. Está algo incómoda en Von der Schönheit y en el Abschied ofrece un recital de sensibilidad. Sin embargo el acompañamiento de Walter que he alabado anteriormente es algo discreto en este número. Demasiado expeditivo, un tanto frío y distante. Ah, una curiosidad para los amantes de la numerología. En este versión las dos partes de Der Abschied (determinadas por los dos poemas “Esperando al amigo” y “Marcha del amigo”) duran casi exactamente lo mismo 14’36” y 14’39”.
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Re: ¿QUÉ ESTAMOS ESCUCHANDO? ...
Sin sentirse especialmente afín con la música de Mahler Sir Colin Davis es un director de tal calibre que todas sus grabaciones mahleranas muestran un notable nivel e incluso en ocasiones nos ofrece agradables sorpresas como es el caso de esta magnífica y muy recomendable Primera de 1988. Sereno, elegante y lírico el primer movimiento; haciendo fácil lo difícil. Sólo en la conclusión del movimiento adopta un registro solemne, incluso amenazador. El segundo movimiento es el que menos me ha deslumbrado; eché en falta un mayor impacto orquestal en el Scherzo. El Trío nuevamente grácil, sereno, evocador; todo un deleite. El tercer movimiento, como es de imaginar, más sutil e intimista que mordaz o histriónico. En este caso se podría pedir un mayor desmelenamiento pero en cualquier caso es un buen ejemplo de como Davis aplica exitosamente a Mahler unos criterios estéticos más propios de la tradición musical británica que de la centroeuropea. El final está a la altura de los movimientos previos, enérgico y noble, y sobre todo con una perfecta gradación de tiempos y dinámicas.
La Cuarta de Luisi con la que fue su orquesta de la MDR no va a contar sin duda entre el mejor Mahler del italiano. Los movimientos impares son los más discretos, el primero deliberado, afectado, con extraños cambios de tiempo y de dinámica, que rompen totalmente la fluidez del discurso; y que en vez de aumentar la tensión hacen la versión aburrida. Por otra parte la MDR se nos muestra como un conjunto discreto. El Ruhevoll muestra una falta de control similar; se inicia interesante, directo, un tanto distante, nada sentimental, pero repentinamente va cayendo en una languidez y una atonía que se extiende incluso a la coda, nada rapsódica. Lo más aceptable es el segundo movimiento con un interesante contraste entre las secciones aunque adolece de un cierto amaneramiento y el final bastante correcto en lo orquestal pero con una voz discreta.
La Cuarta de Casadesus es una versión exuberante, vital, hasta el punto que en ocasiones se echa en falta un punto más de refinamiento (tal vez se deba simplemente a que los músicos no pueden dar todo lo que el director les pide). Vital, pero también evocadora, con ansiedad cuando es necesaria; en general rica en matices. Pero lo más importante es la coherencia y el equilibrio en su construcción. El segundo movimiento es más convencional, más lírico que demoníaco, a un tiempo muy vivo. Mucho más interesante resulta el Ruhevoll, lento, sombrío, profundo, solemne. De lo más atípico. Y el final cuenta con una valiosa soprano Margaret Marshall que se desenvuelve sin problemas en los pasajes más exigentes.
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Re: ¿QUÉ ESTAMOS ESCUCHANDO? ...
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Última edición por Robertino Bergamasco el 4/1/2012, 23:36, editado 1 vez
Robertino Bergamasco- Cantidad de envíos : 4479
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Re: ¿QUÉ ESTAMOS ESCUCHANDO? ...
De Luisi mañana toca su Quinta y pasado la Sexta
También es lo único que tengo de Casadesus. Me alegra que te resulte también interesante a ti. Hay una caja editada con todo su Mahler, habrá que buscarla
También es lo único que tengo de Casadesus. Me alegra que te resulte también interesante a ti. Hay una caja editada con todo su Mahler, habrá que buscarla
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Re: ¿QUÉ ESTAMOS ESCUCHANDO? ...
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Última edición por Robertino Bergamasco el 4/1/2012, 23:36, editado 1 vez
Robertino Bergamasco- Cantidad de envíos : 4479
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Re: ¿QUÉ ESTAMOS ESCUCHANDO? ...
La Sexta no te había gustado mucho así que me limitaré a pegar tus comentarios en este mismo hilo
Decía buscarla, no comprarla
... y luego soy yo, el que incita al consumismo, hay que joderse...
Decía buscarla, no comprarla
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Re: ¿QUÉ ESTAMOS ESCUCHANDO? ...
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Última edición por Robertino Bergamasco el 4/1/2012, 23:36, editado 1 vez
Robertino Bergamasco- Cantidad de envíos : 4479
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Re: ¿QUÉ ESTAMOS ESCUCHANDO? ...
¡¡¡Extraordinarias reseñas!!! Psanquin, vaya atracón de Mahler que te estás pegando en este verano del 2009.
Ando todavía por aquí , a la espera de las vacaciones... ¡ya pronto!
Saludos a todos
Ludovyk- Cantidad de envíos : 1008
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Re: ¿QUÉ ESTAMOS ESCUCHANDO? ...
Hola Ludovyk ¡Cuánto tiempo! Yo también en la cuenta atrás para las vacaciones. Muchas gracias por tus comentarios. Realmente estas grabaciones se corresponden a escuchas que he ido haciendo desde principios de mayo -las primeras. Hasta estos días no he tenido tiempo de escribir estos comentarios en base a la impresión que me habían causado... y a algunas notas que tomé esos días.
Aquí va la penúltima entrega; más Luisi, Nott notable y ¡¡una extraordinaria grabación!!
Luisi en la Quinta con su orquesta de la MDR una vez más se ve limitado por la sólo correcta orquesta y la radiofónica toma de sonido. El momento más acertado es sin duda el extraordinario segundo movimiento, una lectura muy personal, que a nadie puede dejar indiferente ¡con el corazón en un puño de principio a fin! Exagerando un poco es como si el italiano hubiese tenido una revelación justo después del esforzando que cierra el fúnebre primer movimiento, como si tal cual el mismísimo Robertino Bergamasco le hubiese musitado al oído con voz embargada por la emoción “Fabio, eres el más grande”, con lo que tras el líneal primer movto Luisi se saca de la manga esta obra maestra. Bromas aparte, de verdad me emocioné con un segundo movimiento en el que Luisi explota al máximo el dramatismo del movimiento, lo cual no sería para tanto -evidentemente estamos acostumbrados a esto- sino fuera por la forma en que lo consigue; sin abusar de las dinámicas, con clímax que no asombran por la apabullante trompetería sino por la forma en que se construyen o por pasajes lentos que exploran un vacío que sólo encontramos en la Novena. En el otro extremo el Adagietto hiperromántico, terriblemente lento y lánguido, y en muchos momentos almibarado es de los menos recomendables que conozco. Los movimientos impares en un punto intermedio, simplemente lecturas correctas, demasiado literales, poco creativas; lineales como decía antes.
Reciente novedad ya comentada en este hilo por Robertino, y la verdad y sin que sirva de precedente coincido en gran parte con las impresiones que ya nos había adelantado. Esto ya me empieza a preocupar. Bueno, el estará pensando lo mismo ;-) Para mí una muy notable versión. El sonido de la capa de CD que es lo que he escuchado y la propia orquesta de Bamberg no son de lo mejor que se puede escuchar últimamente pero Nott en el podio siempre nos va a deparar interpretaciones atractivas desde perspectivas diferentes a las más trilladas. La visión del primer movimiento es decididamente positiva, en la línea de las clásicas, pero Nott aplica una cierta contención que en ciertos momentos llega a ansiedad. Frecuentes contrastes de tiempo pero siempre en su justa medida, enriqueciendo el discurso, nunca recargándolo. En el segundo movimiento coincido con RB, el violín desafinado –en scordatura que escribe Mahler- más conseguido que se pueda escuchar. La reciente de Fischer se aproxima. El Ruhevoll, como a RB, no me ha convencido. Aunque se inicia de forma prometedora, sereno y lírico a la vez, es en general algo atípico en sus énfasis. El resultado es un tanto desdibujado. Y en el leve y directo final un gran acierto la voz cristalina y juvenil de Mojca Erdmann.
Y sin duda ninguna el CD que más me ha maravillado de todo el lote que estos días comento es la Primera de Vaclav Neumann grabada en 1992 para CANYON -13 años después de su grabación de Supraphon. Casi 72 añitos tenía, pero vaya cátedra de dirección. Cualquier cosa que se diga sobre la versión no va a hacerle justicia; es de estos casos que sólo queda escuchar y maravillarse. Hay cuestiones en las que uno no se siente plenamente identificado o en las que otros directores simplemente se han mostrado más arriesgados o más efectistas. Ésta es de hecho una versión sobria, austera casi diría, pero en la que todo suena con una coherencia y una convicción insuperable. Parte del mérito es también de la orquesta checa, aquí sí a un nivel que se corresponde con su justa fama –no tan evidente en el ciclo de Supraphon. También el sonido es un regalo.
Pero como decía, y entrando ya en el primer movimiento, una lectura sobria, austera, a un tiempo vivo, sin ceder a circunloquios… pero en absoluto ni plana ni prosaica. La orquesta toca con tal convicción y precisión que nos mantiene ensimismados... hasta que llega la conclusión del movimiento y Neumannn nos hace levantarnos del asiento con unos crescendos de acero que le cortan a uno la respiración. Ya digo, es una gran máquina sonora esta filarmónica checa, pero por encima de ello la obstinación que Neumann transmite a los músicos es atemorizadora. Segundo movimiento coherente con lo anterior: Scherzo sobrio y robusto, trío elegante (me atrevería a decir que con un aroma checo). El tercero es el que más se podría resentir de la parquedad de Neumann, pero a pesar de su distanciamiento o tal vez debido a ello no deja de impactar. Y llegamos al final, extraordinario especialmente en las secciones más intensas donde toda la inveterada ferocidad de Neumann nos vuelve a poner los pelos de punta. Deslumbrante, arrollador el metal en la conclusión; nunca las trompas se debieron sentir más obligadas a levantarse. Y como guinda un redoble final de los timbales inesperado, reticente, sesgado, un verdadero corte de mangas a la vida.
Aquí va la penúltima entrega; más Luisi, Nott notable y ¡¡una extraordinaria grabación!!
Luisi en la Quinta con su orquesta de la MDR una vez más se ve limitado por la sólo correcta orquesta y la radiofónica toma de sonido. El momento más acertado es sin duda el extraordinario segundo movimiento, una lectura muy personal, que a nadie puede dejar indiferente ¡con el corazón en un puño de principio a fin! Exagerando un poco es como si el italiano hubiese tenido una revelación justo después del esforzando que cierra el fúnebre primer movimiento, como si tal cual el mismísimo Robertino Bergamasco le hubiese musitado al oído con voz embargada por la emoción “Fabio, eres el más grande”, con lo que tras el líneal primer movto Luisi se saca de la manga esta obra maestra. Bromas aparte, de verdad me emocioné con un segundo movimiento en el que Luisi explota al máximo el dramatismo del movimiento, lo cual no sería para tanto -evidentemente estamos acostumbrados a esto- sino fuera por la forma en que lo consigue; sin abusar de las dinámicas, con clímax que no asombran por la apabullante trompetería sino por la forma en que se construyen o por pasajes lentos que exploran un vacío que sólo encontramos en la Novena. En el otro extremo el Adagietto hiperromántico, terriblemente lento y lánguido, y en muchos momentos almibarado es de los menos recomendables que conozco. Los movimientos impares en un punto intermedio, simplemente lecturas correctas, demasiado literales, poco creativas; lineales como decía antes.
Reciente novedad ya comentada en este hilo por Robertino, y la verdad y sin que sirva de precedente coincido en gran parte con las impresiones que ya nos había adelantado. Esto ya me empieza a preocupar. Bueno, el estará pensando lo mismo ;-) Para mí una muy notable versión. El sonido de la capa de CD que es lo que he escuchado y la propia orquesta de Bamberg no son de lo mejor que se puede escuchar últimamente pero Nott en el podio siempre nos va a deparar interpretaciones atractivas desde perspectivas diferentes a las más trilladas. La visión del primer movimiento es decididamente positiva, en la línea de las clásicas, pero Nott aplica una cierta contención que en ciertos momentos llega a ansiedad. Frecuentes contrastes de tiempo pero siempre en su justa medida, enriqueciendo el discurso, nunca recargándolo. En el segundo movimiento coincido con RB, el violín desafinado –en scordatura que escribe Mahler- más conseguido que se pueda escuchar. La reciente de Fischer se aproxima. El Ruhevoll, como a RB, no me ha convencido. Aunque se inicia de forma prometedora, sereno y lírico a la vez, es en general algo atípico en sus énfasis. El resultado es un tanto desdibujado. Y en el leve y directo final un gran acierto la voz cristalina y juvenil de Mojca Erdmann.
Y sin duda ninguna el CD que más me ha maravillado de todo el lote que estos días comento es la Primera de Vaclav Neumann grabada en 1992 para CANYON -13 años después de su grabación de Supraphon. Casi 72 añitos tenía, pero vaya cátedra de dirección. Cualquier cosa que se diga sobre la versión no va a hacerle justicia; es de estos casos que sólo queda escuchar y maravillarse. Hay cuestiones en las que uno no se siente plenamente identificado o en las que otros directores simplemente se han mostrado más arriesgados o más efectistas. Ésta es de hecho una versión sobria, austera casi diría, pero en la que todo suena con una coherencia y una convicción insuperable. Parte del mérito es también de la orquesta checa, aquí sí a un nivel que se corresponde con su justa fama –no tan evidente en el ciclo de Supraphon. También el sonido es un regalo.
Pero como decía, y entrando ya en el primer movimiento, una lectura sobria, austera, a un tiempo vivo, sin ceder a circunloquios… pero en absoluto ni plana ni prosaica. La orquesta toca con tal convicción y precisión que nos mantiene ensimismados... hasta que llega la conclusión del movimiento y Neumannn nos hace levantarnos del asiento con unos crescendos de acero que le cortan a uno la respiración. Ya digo, es una gran máquina sonora esta filarmónica checa, pero por encima de ello la obstinación que Neumann transmite a los músicos es atemorizadora. Segundo movimiento coherente con lo anterior: Scherzo sobrio y robusto, trío elegante (me atrevería a decir que con un aroma checo). El tercero es el que más se podría resentir de la parquedad de Neumann, pero a pesar de su distanciamiento o tal vez debido a ello no deja de impactar. Y llegamos al final, extraordinario especialmente en las secciones más intensas donde toda la inveterada ferocidad de Neumann nos vuelve a poner los pelos de punta. Deslumbrante, arrollador el metal en la conclusión; nunca las trompas se debieron sentir más obligadas a levantarse. Y como guinda un redoble final de los timbales inesperado, reticente, sesgado, un verdadero corte de mangas a la vida.
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Re: ¿QUÉ ESTAMOS ESCUCHANDO? ...
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Última edición por Robertino Bergamasco el 4/1/2012, 23:35, editado 1 vez
Robertino Bergamasco- Cantidad de envíos : 4479
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Última edición por Robertino Bergamasco el 4/1/2012, 23:35, editado 1 vez
Robertino Bergamasco- Cantidad de envíos : 4479
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Re: ¿QUÉ ESTAMOS ESCUCHANDO? ...
Gracias Robertino por la avanzadilla del CD de Virgin. Yo me lo traje de Valencia. Todavía sigue esperando su turno; se ve que va a estar interesante.
Por fin discrepamos en algo!! Menos mal! Pero realmente discrepo en que no estoy de acuerdo en que discrepemos sobre Vogt. Mi opinión no es en absoluto negativa. Si recojo en la reseña las opiniones negativas que ha generadoy las que creo que generará, pero mi postura ante él es bastante flexible, de sorpresa, algo escéptica pero abierta. Y desde luego en la grabación de Nueva York gana bastante atractivo.
lamento discrepar de tú opinión de Florian Vogt, para mi ha sido un auténtico descubrimiento, un liderista de primerísimo nivel, con un timbre precioso, para convencer no hace falta gritar... pero habrá que escucharla "en serio"
Por fin discrepamos en algo!! Menos mal! Pero realmente discrepo en que no estoy de acuerdo en que discrepemos sobre Vogt. Mi opinión no es en absoluto negativa. Si recojo en la reseña las opiniones negativas que ha generadoy las que creo que generará, pero mi postura ante él es bastante flexible, de sorpresa, algo escéptica pero abierta. Y desde luego en la grabación de Nueva York gana bastante atractivo.
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Última edición por Robertino Bergamasco el 4/1/2012, 23:35, editado 1 vez
Robertino Bergamasco- Cantidad de envíos : 4479
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Re: ¿QUÉ ESTAMOS ESCUCHANDO? ...
Robertino Bergamasco escribió:Oye Psanquin, pareces gallegoMi opinión no es en absoluto negativa. Si recojo en la reseña las opiniones negativas que ha generadoy las que creo que generará, pero mi postura ante él es bastante flexible, de sorpresa, algo escéptica pero abierta.
¡Vivan los matices!
Ignorante- Cantidad de envíos : 367
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Re: ¿QUÉ ESTAMOS ESCUCHANDO? ...
Saludos a todos.. un poco tarde para ser mi primer mensaje pero aquí ando..
Ahora mismo (vaya horas) escucho el audio en diferido de la sexta de Noseda en los Proms... Mucho me recuerda al estilo Gergiev, se ve que se le pegó mucho... maderas muy redondas y presentes, mucho espacio, metales no excesivamente brillantes y una cuerda delgadita.. La BBC Philharmonic no es la KCO, pero la propuesta resulta bastante original..Nada que ver con la que pude verle a Haitink con Chicago en RAH el año pasado, la cual, pese a mejor orquesta, la mejor del mundo para algunos, no me dijo mucho...De sobra se sabe que Haitink es un excelente director, pero no me hizo patalear
Por cierto.. y aunque no venga a cuento.. a Haitink le escuché una 4º de Lutoslawski con Chicago, que mejor se la podría haber ahorrado.. Madre que peñazo...
Ahora mismo (vaya horas) escucho el audio en diferido de la sexta de Noseda en los Proms... Mucho me recuerda al estilo Gergiev, se ve que se le pegó mucho... maderas muy redondas y presentes, mucho espacio, metales no excesivamente brillantes y una cuerda delgadita.. La BBC Philharmonic no es la KCO, pero la propuesta resulta bastante original..Nada que ver con la que pude verle a Haitink con Chicago en RAH el año pasado, la cual, pese a mejor orquesta, la mejor del mundo para algunos, no me dijo mucho...De sobra se sabe que Haitink es un excelente director, pero no me hizo patalear
Por cierto.. y aunque no venga a cuento.. a Haitink le escuché una 4º de Lutoslawski con Chicago, que mejor se la podría haber ahorrado.. Madre que peñazo...
mrjansons- Cantidad de envíos : 231
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