¿QUÉ ESTAMOS ESCUCHANDO? ...
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Re: ¿QUÉ ESTAMOS ESCUCHANDO? ...
Aquí os dejo un video del director canadiense:
http://es.youtube.com/watch?v=hsVJgFdIMy0
Estoy anodadado, da todas las entradas, todos lo matices, mirad como modula con la izquierda, da gusto seguirle...
http://es.youtube.com/watch?v=hsVJgFdIMy0
Estoy anodadado, da todas las entradas, todos lo matices, mirad como modula con la izquierda, da gusto seguirle...
Invitado- Invitado
Re: ¿QUÉ ESTAMOS ESCUCHANDO? ...
Nueva decepción con la Séptima de Gergiev en LSO Live. El ruso está empeñado en batir records de minutación, con lo que estamos probablemente ante la Séptima más rápida de la discografía. Esto no tiene por que ser de por si un problema pero ya de entrada interpretar Mahler de esta manera es un reto para la orquesta que sólo con largas sesiones de ensayos podría superar; en caso contrario el resultado será deslavazado por no decir que rozará el caos. Y así es. Es una Séptima nerviosa, contra el crono, en la que la sensación que se transmite es que músicos y director quieren terminar lo antes posible. Ni por correr más ni por tocar más fuerte va a ser más intensa la versión; más bien lo contrario; esta se convierte en una lectura de los pentagramas superficial y embrollada.
Sin embargo yo diría que si una sinfonía es resistente a una aproximación tan extremista esa es la extrovertida Séptima -en caso de ser bien realizada, claro, que no lo es. Pero sí es cierto que algunos movimientos sobreviven a la trituradora Gergiev; de tal forma que sólo el Final y sobre todo la primera Nachtmusik resultan especialmente fallidos. Esta Nachtmusik, uno de los movimientos más sutiles y sugerentes de Mahler, se convierte en una caricatura de si misma. Pero también el Allegro ordinario final, a priori el movimiento más refractario al desenfreno del director, pierde gran parte de su sentido musical; de tal forma que cuando llega la coda, por impresionante que esta sea, no se siente uno en disposición de disfrutarla. El primer y el tercer movimiento resultan algo más tolerables. El primero se abre de modo misterioso y sugerente pero en seguida la versión adquiere un carácter nervioso que benévolamente se puede entender como una visión áspera de la obra. El meno mosso central, el sublime interludio, es correctamente interpretado, pero nuevamente la reexposición resulta apresurada y superficial, y lo que es peor, nos quedamos con la sensación de que la orquesta va por libre, que los músicos no se escuchan unos a otros, empeñados en seguir el tiempo que implacable marca -no sabemos si con su palillo- Gergiev. El Scherzo, mucho más acertado, es para mi gusto estropeado por un defecto ya comentado para la Primera Sinfonía, el balance sonoro que favorece desmesuradamente a la percusión. Y finalmente el gran acierto, la segunda Nachtmusik, con un buen contraste entre los temas, que resulta especialmente emotiva. Casualmente los tiempos son más equilibrados en este movimiento lo cual nos da una idea de lo que podría haber sido la versión en caso de que Gergiev no hubiese querido ser original a cualquier precio.
Desde luego la discografía mahleriana necesita directores que aporten perspectivas nuevas y sin duda Gergiev podría ser uno de ellos. Desde hace bastante tiempo ha trabajado el repertorio mahleriano tanto en San Petersburgo como en Rotterdam. Este ciclo con la LSO parecía hecho como anillo al dedo para él, pero hacer y grabar en una temporada toda la integral sinfónica se ha mostrado como algo descabellado y aun más en el contexto de la LSO, orquesta capaz de todo pero cuya agenda espartana apenas le deja margen para las mínimas sesiones de ensayos que requieren estas grabaciones. El resultado son versiones muy irregulares y poco trabajadas en las que reina una sensación de improvisación.
La Sexta de Ivan Fischer con la Budapest Festival Orchestra ha sido también una relativa decepción, pues sin ser mala no ha estado a la altura de su más reciente Segunda que tanto admiro. Son las dos, Sexta y Segunda, versiones equilibradas y coherentes, sin fisuras, las dos similares en lo que podríamos llamar una intensidad controlada; pero para mi gusto la orquesta en esta Sexta está a un nivel inferior que en la posterior Segunda. Sin dejar de ser una lectura sin tacha resulta demasiado plana. Con otro tipo de dirección no se notaría tanto, pero con un director como Fischer tan reacio a abusar de matices gratuitos, el resultado es algo monótono.
La obra se abre sin embargo de forma prometedora con una muy buena realización de los dos primeros temas, intensa y muy cuidada. Pero el desarrollo sigue caminos más convencionales, bien tocada pero poco más; cuando llega la explosión de la coda esta resulta brusca tras la indefinición previa. En el andante -en segundo lugar-, aparentemente el menos problemático de los movimientos, a Fischer, conservador en el movimiento previo, le da por complicar las cosas introduciendo en momentos clave matices que desvirtúan lo que por otra parte es una intensa lectura. Scherzo y Final están a un nivel más alto; en el primero vuelve la contención, pero en este caso no resulta tan plano pues ahora sí Fischer encuentra un equilibrio en su búsqueda de una mayor expresividad. Y el final, indudablemente bien tocado, por desgracia sólo puedo decir que es una versión correcta, que es casi lo peor que se puede decir de una grabación de este trágico movimiento. Hasta los golpes de martillo suenan amortiguados. Eso sí, curiosamente el tutti final es nitroglicerina pura; hacía tiempo que no daba un salto tan grande en el asiento.
Y ya finalmente ayer terminé de escuchar la Décima de Harding con la que el inglés debutó en la DG. Extraña elección de Harding que con un par de narices elige “bailar con la más fea”. Y es que la compleción de la Décima por mucho que nos pueda entusiasmar conocer los caminos que seguía la inspiración de Mahler en el terrible año de 1910 y por mucho que la obra nos pueda llegar a emocionar musicalmente, es sólo un anticipo de lo que sin duda iba a ser un nuevo giro en la obra de Mahler. Rubén Flórez comentó esta novedad a fondo en gustav-mahler.es en su jugosísima reseña LA FILARMÓNICA DE VIENA, MARCA EL COMPÁS.
Tras la escucha veo que mis impresiones han sido de lo más coincidentes con las de Rubén, pero probablemente mi valoración no hubiese sido tan severa como un 5. Yo desde luego recomiendo escuchar y conocer esta versión por que en primer lugar y como apunta Rubén tenemos delante a una orquesta en plenitud de forma. La cuerda es sencillamente perfecta, envolvente y aterciopelada, de una sensualidad que hace a uno sentir que está tocando la música, que ésta es un ente orgánico. Viento y madera infalibles perfectamente empastados, nunca estridentes, nunca desentonados. Releo la reseña de Rubén y veo que habla de música “mágica” y tal cual, esa es la sensación que transmite la Filarmónica de Viena. Creo que todos estamos de acuerdo en esto. Pero otra cosa es el factor Harding. Aquí habrá opiniones para todos los gustos. Personalmente no me parece una lectura tan inverosímil como su Cuarta de Virgin. A pesar de lo dicho al principio la Décima tiene el aliciente de darle al director una mayor libertad de actuación. Y Harding aprovecha la oportunidad para hacer la obra a su gusto; me temo que en muchas ocasiones sin acertar, pero sin embargo en otros momentos tengo que reconocer que me ha entusiasmado; fundamentalmente en los movimientos tercero y quinto.
Regular me pareció el Adagio inicial. Se inicia con una excesiva languidez, para a continuación presentar un segundo tema más arisco y afectado. Sin embargo el desarrollo resulta demasiado blando. La sensación es que no hay una idea coherente del movimiento. Aunque la explosión semi-dodecafónica y la coda son interpretadas casi a la perfección; no transmiten pues no son el fruto de un desarrollo previo coherente. La coda es especialmente irritante por que su sensualidad y romanticismo no pega ni con cola con lo previamente escuchado. Me viene a la cabeza la comparación con la versión de Jeffrey Tate con la orquesta de la Fenice que cierra el movimiento langsam, langsam, sehr langsam... pero es otra cosa, lo hace creíble.
El segundo movimiento ¡¡De lo más sorprendente!! Lo tengo muy claro; Harding intenta darle un sentido dirigiéndolo como si fuese un Scherzo de ¡Bruckner! Nunca escuché nada igual. Es una versión rápida, mecanicista, PESANTE. Nada que ver con la ligereza habitual. Ni que decir tiene que ni con la ayuda de Viena funciona.
A partir de aquí la versión para mi mejora mucho. El Purgatorio extraordinario, donde antes hablaba de un discurso artificial aquí sucede justo lo contrario, todo tiene un sentido ¡Perfecto! Veo que Rubén muestra también su entusiasmo y la verdad es que creo que no se le puede poner ninguna pega.
Y vamos al segundo Scherzo, que con el primer Scherzo son los dos son los movimientos problema de la obra. Aquí Harding renuncia a una lectura modernista a lo Gielen -que tanto me gusta- y hace algo que para mi es nuevo, un difícil equilibrio entre elegancia e intensidad. Sin entusiasmarme me parece muy correcto.
Y terminamos con el final por supuesto en lo orquestal de diez lo cual ya de por si es un gran aliciente. Como en el movimiento anterior Harding se muestra comedido y lo que es más importante, con una idea en la cabeza. La verdad es que lo he ido escuchando con miedo, esperando a que lo estropeara todo en el momento menos pensado, pero no de principio a fin es un Adagio noble e intenso a la vez, sin sensiblerías ni tampoco excesiva testosterona. Fue una alegría ir viendo que el movimiento le funcionaba… pero la mayor alegría llegó con el grito final de la cuerda que cierra la obra y que para mi es de MATRICULA de HONOR. Donde todas las versiones compiten por ver cual es la más desgarradora Harding lo convierte en una emotiva expresión de serenidad y bienestar que me ha emocionado.
En resumen, la veo como una Décima muy personal e irregular desde el podio, con hallazgos interesantes e interpretada con un lujo que pocas veces hemos podido escuchar.
Psanquin- administrador
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Re: ¿QUÉ ESTAMOS ESCUCHANDO? ...
Aquí os dejo un video del director canadiense:
http://es.youtube.com/watch?v=hsVJgFdIMy0
¿Está filmado a alta velocidad, no? Ideal para apreciar la técnica del canadiense.Está muy bien, pero el de la chica canadiense hablando sobre él tiene 50 veces más visitas? ¿por qué será?
Psanquin- administrador
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Fecha de inscripción : 16/03/2008
Re: ¿QUÉ ESTAMOS ESCUCHANDO? ...
Estas son mis dos últimas escuchas mahlerianas:
Después de años de búsqueda infructuosa por fin pude hacerme con la segunda Novena de Bruno Walter; la que graba en 1961 en California con la Columbia Symphony Orchestra, 23 años después de su reverenciada grabación de Viena y ¡49 Tras el estreno de la obra por el propio Walter! El doble CD incluye dos extensos tracks con una entrevista al propio Walter y un reportaje sobre las sesiones de grabación las cuales se extendieron durante dos semanas. La entrevista impagable, es asombrosa por la lucidez y claridad de que muestra un Walter que por otra parte se está expresando en una lengua que no es la suya. Qué pena que La Grange nunca llegase a poder entrevistarlo, pues lo que podría habernos desvelado sobre Mahler es impagable. Las sesiones de la grabación con tomas de primer y segundo movimiento apasionantes pues demuestran la dedicación y minuciosidad con la que Walter quiere llevar al disco una obra en aquellos tiempos prácticamente carente de referentes. La narración, de John Mc Clure, productor de la grabación, llama la atención por calificar a la previa Novena de Walter como insatisfactoria. Es de suponer que Walter validaba este punto de vista, pues seguro dio su visto bueno a estos dos extras.
Y en cuanto a esta Novena; es importante señalar que la orquesta mantiene un nivel muy digno, aunque me temo que a pesar de las numerosas sesiones invertidas no es una interpretación a la altura de los standard actuales. Es normal, pues los músicos se enfrentaban a un enorme reto. Como se le escucha al propio Walter, los músicos no deben caer en el error de seguir a los colegas que llevan la melodía sino que cada instrumentista debe sumergirse en su particella pues, como sabemos, Mahler superpone infinidad de líneas melódicas, incluso en muchos casos incongruentes.
En cuanto a la visión de Walter; personalmente la encuentro más que notable; muy especialmente la segunda mitad de la obra. El primer movimiento está lleno de optimismo, de luz. Los pasajes más tenebristas son más una digresión sobre el discurso general que un camino alternativo. Tal vez los momentos menos convincentes sean los más intensos como el Mit Wut o el clímax central (18’30”) anticipo del climax del Adagio final. En el segundo movimiento Walter acentúa al máximo la rusticidad, en lo que es una versión en general muy enérgica. Y el mejor movimiento llega con el Rondo-Burleske, controlado de principio a fin, interpretado con gran elegancia pero también a la vez fuerza. Una versión muy lúcida para la época. En el Adagio final el desarrollo es algo más inquieto, bastante vivo ; tal vez por ello se resiente el primero de los dos climax. En el segundo la sensación es que Walter no exprime al máximo la angustia y la vehemencia de ese momento culminante en la obra de Mahler. El adagissimo conclusivo, peculiar, lento y intencionadamente nada fluido, casi convulso.
El segundo CD es una interesante Primera de Bernstein con el Concertgebouw, del 1 de octubre de 1987, que ha editado para su descarga –con carátulas incluidas- la propia orquesta en celebración de su 125 aniversario.
Es una Primera muy peculiar, bastante distinta de la que finalmente conformará el CD oficial de la Deutsche Grammophon, hasta el punto de que en muchos momentos no parece Lenny. Se abre prometedoramente con un arranque sutil y una intervención preciosista de cuerdas y vientos. El metal en las fanfarrias in die Ferne –grabadas muy in die Fern- así como en el dúo de trompas está también impecable. Con la aparición del tema del camarada errante se demuestra como una lectura contenida, sobria y por supuesto elegante, muy cuidada. La reexposición es lenta, pero no excesivamente; Lenny desde luego no la dilata ad infinitum como otros directores; de igual manera el final el final es conciso, aunque sin por esto perder impacto.
El segundo movimiento es el que menos me convence. El Scherzo nueva y extrañamente contenido, sobrio. Lenny no parece muy interesado en la indicación de Mahler Mit vollen Segeln (a toda vela). Más dudoso todavía el trío, melosos, lento y dulzón; me atrevería a decir que ya nadie lo dirige así.
Más sorpresas en el tercer movimiento; el tema del frere Jacques se expone a un tiempo muy vivo, aunque por ello resulta más opresivo por no decir hipnótico, es muy discutible este tiempo. El vals histriónico, sin embargo en el pasaje pseudo-klezhmer por increíble que parezca Lenny no se suelta la melena.
Y el final, tampoco plenamente convincente. El primer tema es convulso e incisivo, pero no explosivo. El segundo más estático que lírico. Bien, no es lo que esperaría de Lenny en ambos casos pero no es este el problema, sino el desarrollo cargado de una vehemencia que parece improvisada. Lo que sí es excelente es la reaparición del segundo tema; extraordinaria. En cuanto a la coda vuelve el nerviosismo. Sin embargo, el redoble final de los timbales está cargado de una angustia que se oye en pocas versiones. En resumen un interesante documento en vivo, buen complemento a la grabación oficial de Lenny.
Después de años de búsqueda infructuosa por fin pude hacerme con la segunda Novena de Bruno Walter; la que graba en 1961 en California con la Columbia Symphony Orchestra, 23 años después de su reverenciada grabación de Viena y ¡49 Tras el estreno de la obra por el propio Walter! El doble CD incluye dos extensos tracks con una entrevista al propio Walter y un reportaje sobre las sesiones de grabación las cuales se extendieron durante dos semanas. La entrevista impagable, es asombrosa por la lucidez y claridad de que muestra un Walter que por otra parte se está expresando en una lengua que no es la suya. Qué pena que La Grange nunca llegase a poder entrevistarlo, pues lo que podría habernos desvelado sobre Mahler es impagable. Las sesiones de la grabación con tomas de primer y segundo movimiento apasionantes pues demuestran la dedicación y minuciosidad con la que Walter quiere llevar al disco una obra en aquellos tiempos prácticamente carente de referentes. La narración, de John Mc Clure, productor de la grabación, llama la atención por calificar a la previa Novena de Walter como insatisfactoria. Es de suponer que Walter validaba este punto de vista, pues seguro dio su visto bueno a estos dos extras.
Y en cuanto a esta Novena; es importante señalar que la orquesta mantiene un nivel muy digno, aunque me temo que a pesar de las numerosas sesiones invertidas no es una interpretación a la altura de los standard actuales. Es normal, pues los músicos se enfrentaban a un enorme reto. Como se le escucha al propio Walter, los músicos no deben caer en el error de seguir a los colegas que llevan la melodía sino que cada instrumentista debe sumergirse en su particella pues, como sabemos, Mahler superpone infinidad de líneas melódicas, incluso en muchos casos incongruentes.
En cuanto a la visión de Walter; personalmente la encuentro más que notable; muy especialmente la segunda mitad de la obra. El primer movimiento está lleno de optimismo, de luz. Los pasajes más tenebristas son más una digresión sobre el discurso general que un camino alternativo. Tal vez los momentos menos convincentes sean los más intensos como el Mit Wut o el clímax central (18’30”) anticipo del climax del Adagio final. En el segundo movimiento Walter acentúa al máximo la rusticidad, en lo que es una versión en general muy enérgica. Y el mejor movimiento llega con el Rondo-Burleske, controlado de principio a fin, interpretado con gran elegancia pero también a la vez fuerza. Una versión muy lúcida para la época. En el Adagio final el desarrollo es algo más inquieto, bastante vivo ; tal vez por ello se resiente el primero de los dos climax. En el segundo la sensación es que Walter no exprime al máximo la angustia y la vehemencia de ese momento culminante en la obra de Mahler. El adagissimo conclusivo, peculiar, lento y intencionadamente nada fluido, casi convulso.
El segundo CD es una interesante Primera de Bernstein con el Concertgebouw, del 1 de octubre de 1987, que ha editado para su descarga –con carátulas incluidas- la propia orquesta en celebración de su 125 aniversario.
Es una Primera muy peculiar, bastante distinta de la que finalmente conformará el CD oficial de la Deutsche Grammophon, hasta el punto de que en muchos momentos no parece Lenny. Se abre prometedoramente con un arranque sutil y una intervención preciosista de cuerdas y vientos. El metal en las fanfarrias in die Ferne –grabadas muy in die Fern- así como en el dúo de trompas está también impecable. Con la aparición del tema del camarada errante se demuestra como una lectura contenida, sobria y por supuesto elegante, muy cuidada. La reexposición es lenta, pero no excesivamente; Lenny desde luego no la dilata ad infinitum como otros directores; de igual manera el final el final es conciso, aunque sin por esto perder impacto.
El segundo movimiento es el que menos me convence. El Scherzo nueva y extrañamente contenido, sobrio. Lenny no parece muy interesado en la indicación de Mahler Mit vollen Segeln (a toda vela). Más dudoso todavía el trío, melosos, lento y dulzón; me atrevería a decir que ya nadie lo dirige así.
Más sorpresas en el tercer movimiento; el tema del frere Jacques se expone a un tiempo muy vivo, aunque por ello resulta más opresivo por no decir hipnótico, es muy discutible este tiempo. El vals histriónico, sin embargo en el pasaje pseudo-klezhmer por increíble que parezca Lenny no se suelta la melena.
Y el final, tampoco plenamente convincente. El primer tema es convulso e incisivo, pero no explosivo. El segundo más estático que lírico. Bien, no es lo que esperaría de Lenny en ambos casos pero no es este el problema, sino el desarrollo cargado de una vehemencia que parece improvisada. Lo que sí es excelente es la reaparición del segundo tema; extraordinaria. En cuanto a la coda vuelve el nerviosismo. Sin embargo, el redoble final de los timbales está cargado de una angustia que se oye en pocas versiones. En resumen un interesante documento en vivo, buen complemento a la grabación oficial de Lenny.
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Fecha de inscripción : 16/03/2008
Re: ¿QUÉ ESTAMOS ESCUCHANDO? ...
Estos días he estado escuchado la controvertida, o más bien, polémica lectura de Rudolf Schwarz. Es bien sabido, que esta grabación la iba a dirigir en su origen Horenstein, con la misma orquesta, pero para el sello VOX, pero por problemas de contrato, no se llevo a buen puerto, Horenstein la había trabajado, hasta última hora. Everest, en un golpe de efecto, tira de uno de sus director de plantilla, el vienés Schwarz, uno de los primeros introductores de la música de Mahler en Gran Bretaña, y consigue grabar la sinfonía para su sello; la que sería la primera versión en estero de la obra.
Ahora, las dudas que se plantean, Schwarz, siempre fue un artista correcto, un artesano, no poseía ni de lejos, el talento de Horenstein, aunque en la época, corrieran la misma suerte. ¿Cuánto de Horenstein hay en esta grabación? ¿Cuánto de Schwarz?... el resultado es algo amorfo.
El gran problema, es el sonido, los primeros estereos en europa, no fueron muy satisfactorios, y este es un caso de ello, sonido opaco, y poco brillo, muy destacagos los instrumentos graves (cuerda y percusión) en detrimento de la cuerda aguda, el balance está poco conseguido, una pena, que en esta nueva reedición de Everest, no se limasen un poco esos problemas.
El resultado orquestal, tiene momentos conseguidos, y otros de autentico juzgado de guardia, Schwarz, intento hacer una mezcla de su propia originalidad, sobre la base de Horenstein... pero es que Horenstein, sólo ha habido uno, y se rompió el molde.
El primer movimiento, empieza con una trompeta "de época" a lo que Schwarz, se permite enmendarle la plana al mismisimo Mahler, aplicando unos reguladores, a las últimas notas de cada compas, de dicha trompeta; cuando en el resto del movimiento se repita este motivo, en diferentes instrumentos, lo harán con la misma indicación. El movimiento se mueve entre la crispación y el sosiego, a partes iguales, mucho más interesante los momentos crispados, ya la orquesta mostraba sobrado nivel, los momentos "lentos" quedan algo retóricos.
Al segundo movimiento se le podría pedir algo más de caña. Schwarz, tiene dificultades técnicas, para llevar a buen puerto este movimiento, no por la orquesta, sino, por sí mismo, el movimiento no tiene una forma clara, en ocasiones tiende al expedicionismo, el resultado es desfigurado, no sabiendo muy bien, que es lo que nos quería decir.
El tercer movimiento, tiene un aire rústico, muy de "ländler" más propio para una sinfonía de Bruckner, que para el propio Mahler, aun así, tiene su encanto, aunque no tenga un lenguaje propiamente "mahleriano", la trompa es discreta, y las explosiones orquestales, algo mermadas, por la calidad del sonido.
El "adagietto" es de juzgado de guardia, me atrevería a decir que es el peor "adagietto" que he escuchado yo nunca, ya no tanto por la velocidad, es de los más rápidos 07:30 min. sino, porque no hay tensión, no hay emoción, el legato no existe... es austero, frio, calculado, no entiendo muy bien que se quiere mostrar, interpretando esta pieza así. Intrascendetal, a la vez que ofensivo.
El último movimiento, contrasta con el anterior, uno de los más largos que he escuchado, sobrepasa de largo los 16 minutos, quizás el más conseguido de todos, pero con el matiz de "poco mahleriano" más bien parece un poema sinfónico, que un autentico estudio contrapuntistico de temas, aun así disfrutable.
En resumen, versión, de interes "morboso" en el que se podría haber mejorado el sonido. Las notas insuficientes, no se da cuenta de los pormenores por los que se llegó a esta versión, cuando es uno de los "cotilleos de la interpretación mahleriana" más conocidos.
La pregunta es ¿cómo hubiera sonado una Quinta de Mahler, por Horenstein?
Invitado- Invitado
Re: ¿QUÉ ESTAMOS ESCUCHANDO? ...
Por acá estamos escuchando El Vespro de Monteverdi con Craft, una Rapsodia para contralto con la Heynis (¡tremenda cantante!, lástima que su único Mahler sea el que tiene con Haitink: La 2) y un Stabat Mater de Vivaldi con la misma. De Mahler ya me he despachado 2 Sextas con Maazel (muy, pero muy buenas, aunque no de referencia... ya daremos cuenta de ellas)... por cierto, ¿alguien tiene el Das Lied von der Erde con la Ferrier y Barbirolli?...
Saludos
Saludos
El Reyes- Cantidad de envíos : 914
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Fecha de inscripción : 16/03/2008
Re: ¿QUÉ ESTAMOS ESCUCHANDO? ...
Gracias Robertino por tus jugosos comentarios sobre la Quinta de Schwarz, versión que no conocía. Es curioso como la LSO ha grabado la Quinta siempre con nombres de "segunda fila" Schwarz, Farberman, Kaplan (Adagietto), Kaspszysk, DePriest... aunque la de Farberman se distingue por su calidad.
Reyes, esperamos con interés tus comentarios sobre las Sextas de Maazel.
Reyes, esperamos con interés tus comentarios sobre las Sextas de Maazel.
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Fecha de inscripción : 16/03/2008
Re: ¿QUÉ ESTAMOS ESCUCHANDO? ...
Estos días he estado escuchando los Wunderhorn de Haitink (RCO, Jessye Norman, Shirley-Quirk): decepcionantes. No sé si alguien más comparte mi opinión.
Decepcionantes sobre todo por un barítono, John Shirley-Quirk, de voz insuficiente, con bochornosos problemas de agudos, creo que indigno de una grabación de este postín. Haitink no ayuda a levantar el vuelo, instalado en una gris corrección, pero lejos de cualquier guiño expresivo, ajeno a la poesía, al perfume, que desprenden algunas canciones; ningún eco popular, ningún matiz "Burleske" (Lob des hohen Verstanden...), todo absolutamente tamizado, correcto, pero demasiado limado. Qué Revelge más aburrido. La Norman bien, sin más, la encuentro algo ajena al mundo de Mahler; lo mejor, el Wo die schönen.., digno de ella, y el Das irdische Leben, justo aquellas canciones en las que aporta un matiz sombrío.. quizá el único "compromiso" con Mahler que encuentro en todo el disco.
Decepcionantes sobre todo por un barítono, John Shirley-Quirk, de voz insuficiente, con bochornosos problemas de agudos, creo que indigno de una grabación de este postín. Haitink no ayuda a levantar el vuelo, instalado en una gris corrección, pero lejos de cualquier guiño expresivo, ajeno a la poesía, al perfume, que desprenden algunas canciones; ningún eco popular, ningún matiz "Burleske" (Lob des hohen Verstanden...), todo absolutamente tamizado, correcto, pero demasiado limado. Qué Revelge más aburrido. La Norman bien, sin más, la encuentro algo ajena al mundo de Mahler; lo mejor, el Wo die schönen.., digno de ella, y el Das irdische Leben, justo aquellas canciones en las que aporta un matiz sombrío.. quizá el único "compromiso" con Mahler que encuentro en todo el disco.
Ludovyk- Cantidad de envíos : 1008
Fecha de inscripción : 16/03/2008
Re: ¿QUÉ ESTAMOS ESCUCHANDO? ...
Ludovyk, coincido con tu descripción; una versión para olvidar.
Esto escribió Tony Duggan en musicweb cuando comentó el doble CD que empareja la Novena con estos Lieder:
This time around the Ninth has a coupling and a generous one in songs from "Des Knaben Wunderhorn". However, I cannot imagine anyone buying this release just for the songs, which is just as well because John Shirley-Quirk is too dull and Jessye Norman too cultured to make Mahler's ironies really tell.
Esto escribió Tony Duggan en musicweb cuando comentó el doble CD que empareja la Novena con estos Lieder:
This time around the Ninth has a coupling and a generous one in songs from "Des Knaben Wunderhorn". However, I cannot imagine anyone buying this release just for the songs, which is just as well because John Shirley-Quirk is too dull and Jessye Norman too cultured to make Mahler's ironies really tell.
Psanquin- administrador
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Fecha de inscripción : 16/03/2008
Re: ¿QUÉ ESTAMOS ESCUCHANDO? ...
La última semana he escuchado estos tres CDs que han llegado hasta mi gentileza de Todtenfeier. La Primera de Tilson Thomas, hasta este momento inédita para mi, en su excelencia orquestal y en la impecable toma de sonido responde perfectamente a lo que este ciclo desde San Francisco está ofreciendo. En cuanto a la dirección, como es lógico, es un ciclo irregular con sus altos y sus menos altos, pues no quiero decir bajos pues realmente no los ha habido hasta el momento. Esta Primera la englobaría en los “menos altos” pues aunque los dos primeros movimientos son prometedores la segunda mitad de la obra sigue a mi juicio unos derroteros menos certeros. El primer movimiento es sin duda fascinante por su desenfado y levedad. Tilson Thomas parece decirnos; esta es la obra de un veinteañero que se come al mundo; no la décima sinfonía de un compositor acabado. Y me parece un acierto presentar la partitura de esta manera; con frescura y huyendo de ansiedades excesivas. No es que sea un aversión eufórica, simplemente es tan transparente y desenfadada como probablemente era el joven Mahler que en el momento de la composición ya ha disfrutado del reconocimiento como director y ve como su prometedora carrera ya apunta a los principales teatros de Europa.
En esa línea se desenvuelve el segundo movimiento. “A toda vela” describe Mahler al primer tema y así lo refleja Tilson Thomas. El trío que en tantos directores es una oportunidad para dar rienda suelta a la nostalgia, a la melancolía o, en el otro extremo es en ocasiones interpretado de forma críptica, carente de emoción; aquí se presenta con la mayor de las ingenuidades.
En el tercer movimiento la obra cambia totalmente de registro. En este caso ya Tilson Thomas está menos afortunado; haciendo una lectura que aunque se inicia prometedoramente con una marcha doliente y lánguida sigue en las sucesivas secciones por caminos políticamente correctos, desde luego menos excitantes para el espectador. El final se abre con una buena explosión orquestal y un segundo tema bastante intenso y perfectamente construido aunque en su resolución resulta algo histriónico de más. El principal problema viene en la conclusión de la obra. Por ejemplo a 16’50” muy rápida y nerviosa para sin embargo en la coda el discurso hacerse reticente, muy lento y pretencioso. Una conclusión que no concuerda para nada con el planteamiento inicial; fallida desde luego.
La Segunda lituana dirigida por Gintaras Rinkevicius en el año 2000 es desde luego la grabación más exótica que ha llegado a mis manos. Editada cuidadosamente aunque rozando lo kitsch, este esfuerzo lituano por llevar al CD una obra tan alejada de su cultura la mejor prueba de que el tiempo de Mahler sí ha llegado. Curiosamente Rinkevicius tiene en su haber dos segundas discográficas, pues posteriormente en el 2005 volvería a grabarla para la casa Aurea, también en vivo y en lo que forma parte de una integral mahleriana –si no me equivoco hasta el momento grabadas 2ª, 3ª, 4ª, 5ª, 6ª, 7ª y Das Lied von der Erde.
En cuanto a la interpretación resulta una versión discreta, en la que el momento más logrado es el Andante inicial. Concisa, sin grandes retóricas, si no fuese por las limitaciones del directo y de la orquesta una versión agradable de escuchar. La cuerda se muestra menos sutil en el segundo movimiento; y en tercero se abre de forma menos prometedora con un golpe de timbal omitido, y un tiempo lento bastante infrecuente. Resulta muy agradable la solista en el Urlicht; el color de su voz es desde luego exótico. El final aunque adolece de las mismas limitaciones tiene toda la emoción del directo. Correcta la orquesta no me gusta tanto el coro que por ejemplo no se muestra excesivamente sutil en el Auferstehn. Las solistas curiosamente están grabadas en muy primer plano de tal manera que en la apoteosis coral final de la obra se las oye perfectamente. A pesar de sus idiosincrasias un documento de lo más entrañable.
Otra Segunda, la de Jansons con la Filarmónica de Oslo en Chandos que salvando las distancias comparte algunos aspectos, sobre todo la sobriedad desde el podio. Sin duda está grabada a una plantilla orquestal menos numerosa de lo habitual pues no es una versión que destaque por un sonido orquestal abrumador. Jansons parece aprovechar la circunstancias para hacer una interpretación sobria, concisa, directa. No excesivamente elocuente; en algunos momentos parece una reducción para una orquesta de cámara. Tal vez la toma de sonido nada reverberante es responsable de la sensación. Por ejemplo la cuerda grave en el inicio suena con una limpieza y sequedad infrecuente. El poderoso clímax central está muy buen construido pero una vez más se echa en falta más garra. La coda resulta desde esta perspectiva especialmente incisiva; Jansons la cierra con una escala descendente vertiginosa.
Y ese tono notable en el que predomina el equilibrio y la armonía se mantiene el resto de la obra, con un elegante y lírico segundo movimiento, un ligero y en ocasiones hasta dulce Scherzo, un etéreo Urlicht, casi evanescente y un Final sin tacha de principio a fin, en este caso algo más teatral. Nada que objetar a esta Segunda desde luego peculiar y que en cierto modo es ya representativa del Mahler que Jansons está ofreciendo en la actualidad.
Psanquin- administrador
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Fecha de inscripción : 16/03/2008
Re: ¿QUÉ ESTAMOS ESCUCHANDO? ...
No sé muy bien dónde encajar esta pregunta, y la suelto aquí.
En la carpetilla de los discos de Naxos de la edición conmemorativa de Georg Tintner, se habla de dos de ellos con obras de Mahler: un Adagio de la Décima, y una Primera, que se completan con Strauss, y una muy tentadora Verklärte Nacht... No hay ni rastro de estos cds en Amazon, ni en tiendas por supuesto. Me interesa mucho este director, y estas difíciles grabaciones mahlerianas cada día me obsesionan más.
¿Alguien tiene idea de cómo conseguirlas? ¿Algo por internet?? ¿Las conoce alguien?
En la carpetilla de los discos de Naxos de la edición conmemorativa de Georg Tintner, se habla de dos de ellos con obras de Mahler: un Adagio de la Décima, y una Primera, que se completan con Strauss, y una muy tentadora Verklärte Nacht... No hay ni rastro de estos cds en Amazon, ni en tiendas por supuesto. Me interesa mucho este director, y estas difíciles grabaciones mahlerianas cada día me obsesionan más.
¿Alguien tiene idea de cómo conseguirlas? ¿Algo por internet?? ¿Las conoce alguien?
Ludovyk- Cantidad de envíos : 1008
Fecha de inscripción : 16/03/2008
Re: ¿QUÉ ESTAMOS ESCUCHANDO? ...
del Río escribió:Pues no estoy yo muy seguro de que Georg Tintner haya grabado música de Mahler en su vida.
Ya te digo: eso es lo que pone en la carpetilla de los discos. Viene la lista de los discos que componen la edición conmemorativa, y mencionan esas dos interpretaciones.
Ludovyk- Cantidad de envíos : 1008
Fecha de inscripción : 16/03/2008
Re: ¿QUÉ ESTAMOS ESCUCHANDO? ...
Bueno... más misterio, más morbo, y más ansiedad... Estoy por ponerme en contacto con Naxos, a ver si alguien ilumina este asunto.
Ludovyk- Cantidad de envíos : 1008
Fecha de inscripción : 16/03/2008
Re: ¿QUÉ ESTAMOS ESCUCHANDO? ...
En internet también aparece:
Aunque matiza esto:
Darían por imposible la restauración de las cintas
http://www.classicalnotes.net/columns/tintner.html
The final two volumes of the Tintner Memorial Edition are to comprise Mahler's First Symphony and the Adagio of his Tenth, Schoenberg's Transfigured Night and Strauss (Richard, not Johann).
Aunque matiza esto:
Naxos advises that the tapes were of inadequate quality and that issuance awaits a better source.
Darían por imposible la restauración de las cintas
http://www.classicalnotes.net/columns/tintner.html
Invitado- Invitado
Re: ¿QUÉ ESTAMOS ESCUCHANDO? ...
La tercera por V. Gergiev. Ahí pueden ver la destreza de Dudley Bright en el tercer solo de trombón. No utiliza cilindros transpositores con lo cual tiene que irse hasta la 7ª posición. Solo los grandes no utilizan estos cilindros. Lo que pierden en comodidad lo ganan en brillantez de sonido.
Como ven se llevaría música de Mahler a una isla desierta, no me extraña en absoluto, ahí les dejo también el perfil del artista. Y no duden en pinchar el siguiente enlace:
http://lso.co.uk/buyrecordings/mahler
-----------------------------------------------------------------------------------
LSO
PLAYER PROFILE
Dudley Bright
Instrument: Tenor Trombone (principal)
When did you join the LSO?: 2001
What do you like most about playing with the LSO?: Nearly everything.
What’s the most difficult thing about your instrument?: Keeping in shape when there’s not much to do.
What has been the highlight of your career so far?: To many to mention!
How do you spend your free time?: Practicing mostly.
Briefly describe what a concert day involves for you: Brave the Central Line for 17 minutes. Rehearsal 10am-1pm. Travel home to catch up with chores (and wife!) or teach for a few hours at the Royal Academy of Music where I am professor. Grabbing a sandwich where possible before the concert.
What was the last book you read?: The Selfish Gene by Richard Dawkins.
What are your Desert Island Discs?: They change all the time. Possibly some MAHLER, Beethoven quartets, a Mozart opera, Walton Violin Concerto, Walton ‘Set me a seal upon thy heart’, some Tallis choral music etc. Some Salvation Army brass music
Como ven se llevaría música de Mahler a una isla desierta, no me extraña en absoluto, ahí les dejo también el perfil del artista. Y no duden en pinchar el siguiente enlace:
http://lso.co.uk/buyrecordings/mahler
-----------------------------------------------------------------------------------
LSO
PLAYER PROFILE
Dudley Bright
Instrument: Tenor Trombone (principal)
When did you join the LSO?: 2001
What do you like most about playing with the LSO?: Nearly everything.
What’s the most difficult thing about your instrument?: Keeping in shape when there’s not much to do.
What has been the highlight of your career so far?: To many to mention!
How do you spend your free time?: Practicing mostly.
Briefly describe what a concert day involves for you: Brave the Central Line for 17 minutes. Rehearsal 10am-1pm. Travel home to catch up with chores (and wife!) or teach for a few hours at the Royal Academy of Music where I am professor. Grabbing a sandwich where possible before the concert.
What was the last book you read?: The Selfish Gene by Richard Dawkins.
What are your Desert Island Discs?: They change all the time. Possibly some MAHLER, Beethoven quartets, a Mozart opera, Walton Violin Concerto, Walton ‘Set me a seal upon thy heart’, some Tallis choral music etc. Some Salvation Army brass music
Todtenfeier- Cantidad de envíos : 681
Fecha de inscripción : 19/03/2008
Re: ¿QUÉ ESTAMOS ESCUCHANDO? ...
Gracias, Robertino, por la aclaración sobre las grabaciones de Tintner. Una pena. Confiemos que se encuentre una fuente adecuada de sonido, y algún día puedan salir a la luz con un sonido digno.
Ludovyk- Cantidad de envíos : 1008
Fecha de inscripción : 16/03/2008
Re: ¿QUÉ ESTAMOS ESCUCHANDO? ...
La tercera por V. Gergiev.
No tiene desperdidico la entrevista. Gracias Todt
Justo ayer me llegó del amazon inglés donde está mucho más barata. Empecé por el final. Reconozco que sólo escuché el Adagio final pues tenía curiosidad ya que es con diferencia de los más vertiginosos de la discografía. sin embargo no da tanta sensación de apresuramiento como me temía. De todos modos no me gustó mucho,
sobre todo en la última parte, bastante superficial. Y los golpes de timbal finales que siempre son majestuosos, nobles -edle Tone que pide Mahler- aquí eran atávicos, brutales. Para llorar. Habrá que escucharla entera y con calma de todos modos.
A estas horas de la madrugada mejor no pongo el solo de trombón
Psanquin- administrador
- Cantidad de envíos : 8413
Fecha de inscripción : 16/03/2008
Re: ¿QUÉ ESTAMOS ESCUCHANDO? ...
Pues yo me he estado viendo-escuchando, la retransmisión de la Segunda, que ha pasado la BBC, ya que estamos con Gergiev.
Como le decía a Psanquin en privado, salvo la Sexta, que es muy buena, el resto de su Mahler que conozco (Primera, esta Segunda, y Séptima) no me entusiasman demasiado, o no me convence su "criterio interpretativo", viendo a los miembros de la LSO; aunque se les ve encantados.
Es un Mahler muy "aristado", muy "crispante", muy ruso quizás, en ocasiones recuerda a Kondrashin, pero Gergiev, resaltando más las partes "sórdidas" e "irónicas", parece que te está escupiendo a los oídos constantemente. Pensareis que soy un masoca, pero aunque no comparta esa forma de hacer Mahler, pienso seguir muy de cerca este ciclo, pienso, que internacionalmente no se le está dando la importancia, que de aquí a unos años-pienso-va a tener; aunque esto, seguro que es musica ficción.
Gergiev, no es uno más que se apunta a grabar Mahler, tiene una idea clara, y escuchando sus grabaciones, mantiene esa lógica, intervencionista (como le gusta decir a Psanquin), no cae en la mera rutina, en el mero efectismo, en el mero matiz tímbrico, hay una idea de conjunto, más acertada, o menos; como he dicho, a mi no me gusta, pero es digna a seguir.
La Segunda en imagenes, que me imagino que será parte de la que saldrá en audio, se mueve en esos parametros, crispación, y formas grotescas en todas partes, hasta donde no debe de haberlas, el Andante, es de los más sordidos que conozco, tanta "tensión" a mi me acaba "agobiando", pero el mero hecho, de transmitirme esa sensación, ya es para tener en cuenta.
La LSO cumple como siempre, a la perfección, que decir del coro de la LSO, convincente la Mosuc, y directamente para el pelotón de fusilamiento la Bulycheva, que se carga el "Ulrich" de principio a fin... seguramente en el coro de la LSO, habría alguien más eficiente que esta mujer.
Como le decía a Psanquin en privado, salvo la Sexta, que es muy buena, el resto de su Mahler que conozco (Primera, esta Segunda, y Séptima) no me entusiasman demasiado, o no me convence su "criterio interpretativo", viendo a los miembros de la LSO; aunque se les ve encantados.
Es un Mahler muy "aristado", muy "crispante", muy ruso quizás, en ocasiones recuerda a Kondrashin, pero Gergiev, resaltando más las partes "sórdidas" e "irónicas", parece que te está escupiendo a los oídos constantemente. Pensareis que soy un masoca, pero aunque no comparta esa forma de hacer Mahler, pienso seguir muy de cerca este ciclo, pienso, que internacionalmente no se le está dando la importancia, que de aquí a unos años-pienso-va a tener; aunque esto, seguro que es musica ficción.
Gergiev, no es uno más que se apunta a grabar Mahler, tiene una idea clara, y escuchando sus grabaciones, mantiene esa lógica, intervencionista (como le gusta decir a Psanquin), no cae en la mera rutina, en el mero efectismo, en el mero matiz tímbrico, hay una idea de conjunto, más acertada, o menos; como he dicho, a mi no me gusta, pero es digna a seguir.
La Segunda en imagenes, que me imagino que será parte de la que saldrá en audio, se mueve en esos parametros, crispación, y formas grotescas en todas partes, hasta donde no debe de haberlas, el Andante, es de los más sordidos que conozco, tanta "tensión" a mi me acaba "agobiando", pero el mero hecho, de transmitirme esa sensación, ya es para tener en cuenta.
La LSO cumple como siempre, a la perfección, que decir del coro de la LSO, convincente la Mosuc, y directamente para el pelotón de fusilamiento la Bulycheva, que se carga el "Ulrich" de principio a fin... seguramente en el coro de la LSO, habría alguien más eficiente que esta mujer.
Invitado- Invitado
Re: ¿QUÉ ESTAMOS ESCUCHANDO? ...
Confieso que poco de Mahler estos días. Sólo un par de intercambios de Epicóndilo. Sendas Octavas con la Chicago Symphony, de Solti y Levine.
Muy interesante escuchar la Octava de Solti de 1980, casi una década posterior a su mítica grabación oficial. De principio a fin cien por cien sir George. El Veni creator enérgico y intenso, es de lo más prometedor pero a Solti se le va la obra de las manos. La obligada pausa en el ataque del accende lumen sensibus es como el pistoletazo de salida a una fuga vertiginosa y atropellada. Estos adjetivos definen al resto del movimiento. La segunda parte tras una introducción y coro de anacoretas bien moldeados, se continúa con un Ewiger Wonnebrand del barítono Brent Ellis hermoso. Theo Adams no está tan acertado en su difícil parte de Pater Profundus. Y la guinda un Kenneth Riegel, habitual en la discografía de la obra –Bernstein, Levine, Ozawa, Riegel y Tennstedt- nada convincente, con excesivo vibrato y falto de voz. En lo orquestal nuevamente Solti pone la directa. Aunque la orquesta de Chicago le responde fenomenalmente la coda orquestal es simplemente circense; nada sublime.
Levine en vivo también con Chicago abre el festival de Ravinia en 1984 con una Octava planteada de principio a fin como una apoteosis musical. Y la verdad es que no le sale del todo mal al americano. Sin duda lo peor el flojo elenco masculino. Estamos ante un Veni creator electrizante de principio a fin, muy imperfecto en lo orquestal- Chicago no está a la altura de la anterior con Solti- pero sin embargo a pesar de los pesares transmite un sentido de ocasión única que no deja de emocionar. La segunda parte se inicia de forma un tanto incoherente con bruscos cambios de atmósfera y pretendidamente noble en el tutti, muy premioso. También excesivamente lento el coro de anacoretas. Tras las discretísimas intervenciones de barítono y bajo la versión vuelve a coger fuerza. Lo mejor el coro, abrumador en la coda y nuevamente salvo a la conducción de Levine, irregular pero al menos acertada a la hora de convertir esa Octava en un gran evento.
Muy interesante escuchar la Octava de Solti de 1980, casi una década posterior a su mítica grabación oficial. De principio a fin cien por cien sir George. El Veni creator enérgico y intenso, es de lo más prometedor pero a Solti se le va la obra de las manos. La obligada pausa en el ataque del accende lumen sensibus es como el pistoletazo de salida a una fuga vertiginosa y atropellada. Estos adjetivos definen al resto del movimiento. La segunda parte tras una introducción y coro de anacoretas bien moldeados, se continúa con un Ewiger Wonnebrand del barítono Brent Ellis hermoso. Theo Adams no está tan acertado en su difícil parte de Pater Profundus. Y la guinda un Kenneth Riegel, habitual en la discografía de la obra –Bernstein, Levine, Ozawa, Riegel y Tennstedt- nada convincente, con excesivo vibrato y falto de voz. En lo orquestal nuevamente Solti pone la directa. Aunque la orquesta de Chicago le responde fenomenalmente la coda orquestal es simplemente circense; nada sublime.
Levine en vivo también con Chicago abre el festival de Ravinia en 1984 con una Octava planteada de principio a fin como una apoteosis musical. Y la verdad es que no le sale del todo mal al americano. Sin duda lo peor el flojo elenco masculino. Estamos ante un Veni creator electrizante de principio a fin, muy imperfecto en lo orquestal- Chicago no está a la altura de la anterior con Solti- pero sin embargo a pesar de los pesares transmite un sentido de ocasión única que no deja de emocionar. La segunda parte se inicia de forma un tanto incoherente con bruscos cambios de atmósfera y pretendidamente noble en el tutti, muy premioso. También excesivamente lento el coro de anacoretas. Tras las discretísimas intervenciones de barítono y bajo la versión vuelve a coger fuerza. Lo mejor el coro, abrumador en la coda y nuevamente salvo a la conducción de Levine, irregular pero al menos acertada a la hora de convertir esa Octava en un gran evento.
Psanquin- administrador
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Fecha de inscripción : 16/03/2008
Re: ¿QUÉ ESTAMOS ESCUCHANDO? ...
Tengo sintonizada la emisora francesa Radio Classique, a la que no presto demasiada atención mientras navego y enredo un poco por ahí.... cuando de repente me siento traspasado ¿Qué oigo??? Es un arreglo para coro a cappella de... Ich bin der Welt abhanden gekommen!!! Corro a buscar la información: lo interpreta la Choral de Chambre Accentus, dirigida por L. Equilbey... Pero no puedo saber de quién es el arreglo. Pero una cosa es cierta: ni por asomo este arreglo tiene la belleza y la profundidad de la canción original.
Ludovyk- Cantidad de envíos : 1008
Fecha de inscripción : 16/03/2008
Re: ¿QUÉ ESTAMOS ESCUCHANDO? ...
La transcripición es de Clytus Gottwald, que también transcribió para este coro el "Die Zwei blauen augen" de los Fahrender Gessellen, y "Scheiden und meiden" de los lieder de juventud, este coro también tiene transcrito pero esta vez por parte de Gérard Pesson, el Adagietto de la Quinta, con la letra: "Kein deutcher himmel".
Hay un documental muy bonito: "Transcriptions" del coro Accentus, que sacó Naïve, se incluyen todas estas, yo lo grabé del canal ARTE.
Hay un documental muy bonito: "Transcriptions" del coro Accentus, que sacó Naïve, se incluyen todas estas, yo lo grabé del canal ARTE.
Invitado- Invitado
Re: ¿QUÉ ESTAMOS ESCUCHANDO? ...
Sobre la Primera Sinfonía de Charles Adler de 1952 con la Wiener Symphoniker conviene advertir que en lo orquestal es una de las más pobres que conozco con contínuas desafinaciones y pifias de las que no se libra ninguna sección de la orquesta. Sin embargo ni esto ni el discreto sonido son impedimentos para disfrutar de una de las más interesantes Primeras que he escuchado en mucho tiempo. Increíble que a principios de los cincuenta se pudiese gestar una interpretación tan personal que explora la partitura por los caminos menos trillados.
Así la grabación se abre con una cuerda chillona, unas toscas fanfarrias en la lejanía, aspectos que pasan a un segundo plano ante la magia con la quela música cobra vida. El discurso se caracteriza por una contención que sin embargo en modo alguno resulta plana, al contrario cada frase tiene vida propia, nada es accesorio. Parte del mérito se debe a la forma magistral en que Adler juega con las dinámicas. Sutil por ejemplo el diminuendo antes del dúo de trompas de la introducción o inquietante la transicción al tema del fahrenden Gesellen con un ralentando probablemente de su propia cosecha –recordemos que Alma en sus notas a las grabaciones de Adler de 3ª y 6ª justificaba y en cierto modo autorizaba los retoques a las mismas. No hay un pasaje que parezca rutinario: el tema del camarada errante es infrecuentemente lento y reticente, de lo más evocador. En las frases más rítmicas del movimiento, donde los directores inyectan descargas de adrenalina a la música, Adler nos asombra por su serenidad. Adler no tiene reparos en usar de los portamentos. A veces habría qu edecir abusar, pero se podría decir que el fin justifica los medios. Exageradísimo el glissando a 5’54” de este primer movimiento. Aunque es un primer movimiento dilatado e introspectivo –probablemente de los más lentos de la discografía –sólo la Primera de Segerstam recuerdo como más lenta- el lento central no es tan moderado como en otras versiones. La premonición de las fanfarrias del final -al final del primer movimiento- es desplegada con gran sobriedad. El clímax final es más convencional pero siempre teñido de esa distinguida contención.
El Scherzo se inicia reticente pero al momento, da impresión de que sobre la marcha, Adler imprime una mayor energía. Una vez más una recreación difícil de definir, ni grandilocuente, ni electrizante, pero con una gran elegancia e impacto. El trío resulta igual de sutil, muy refinado, más elegante que rústico.
El tercer movimiento una vez más muy personal. La marcha seria, sin ironía, muy circunspecta, una vez más jugando con las dinámicas evocando primero la aproximación y posteriormente el alejamiento del coetejo. En este como en otros momentos de la obra habría que hablar de un Mahler cinematográfico, pero sin que esto sea peyorativo sino en alusión a la cualidad descriptiva que Adler extrae de la música. Se desmelena algo en klezhmer; mientras que la sección del camarada errante resulta muy lírica y serena.
El final es más canónico con un primer tema intenso; una vez más apreciable esa mezcla de contención y pasión. Un segundo tema lento sin romanticismo; gran histerismo en el clímax subsiguiente. La reaparición de las dos primeras secciones sigue derroteros similares y el pasaje de transición hacia la coda 17’00” de lo más sigiloso y misterioso, con gran suspense –nuevamente la palabra cinematográfico viene a la cabeza. La obra se corona con un lento y contenido pero intenso final.
Psanquin- administrador
- Cantidad de envíos : 8413
Fecha de inscripción : 16/03/2008
Re: ¿QUÉ ESTAMOS ESCUCHANDO? ...
Casi me atrevo a afirmar que esta de Adler es mi versión favorita de la Primera. Son maravillosos los momentos de suspensión, tanto en el primero como en el cuarto movimientos, pura magia, puro Mahler…
Hace ya algún tiempo que la escuché por última vez, pero no olvido una introducción del primer movimiento cautivadora, a pesar del sonido chirriante, pero realmente evocadora de esos sonidos de la naturaleza. Idem los toques de trompeta y de clarinetes, quintaesencia del Wunderhorn en manos del Adler. Recuerdo la claridad con que se escuchan los pizzicatos en el tema del primer movimiento, que parecen impulsar el discurso, y de qué manera… El momento de suspensión en el centro del primer movimiento, como digo, sinceramente creo que nadie lo ha hecho así. Y lo mismo del clímax, ¡un verdadero escalofrío!
El tercer movimiento para mí es sentimental e irónico en justa medida, sin excesos… El tema del Fahrenden es una maravilla de lirismo.
En definitiva, estoy de acuerdo con Psanquin: es una interpretación extremadamente personal que recorre caminos que ni estaban trillados entonces, ni mucho menos ahora.
Hace ya algún tiempo que la escuché por última vez, pero no olvido una introducción del primer movimiento cautivadora, a pesar del sonido chirriante, pero realmente evocadora de esos sonidos de la naturaleza. Idem los toques de trompeta y de clarinetes, quintaesencia del Wunderhorn en manos del Adler. Recuerdo la claridad con que se escuchan los pizzicatos en el tema del primer movimiento, que parecen impulsar el discurso, y de qué manera… El momento de suspensión en el centro del primer movimiento, como digo, sinceramente creo que nadie lo ha hecho así. Y lo mismo del clímax, ¡un verdadero escalofrío!
Psanquin escribió:El tercer movimiento una vez más muy personal. La marcha seria, sin ironía, muy circunspecta, una vez más jugando con las dinámicas evocando primero la aproximación y posteriormente el alejamiento del coetejo. …mientras que la sección del camarada errante resulta muy lírica y serena.
El tercer movimiento para mí es sentimental e irónico en justa medida, sin excesos… El tema del Fahrenden es una maravilla de lirismo.
En definitiva, estoy de acuerdo con Psanquin: es una interpretación extremadamente personal que recorre caminos que ni estaban trillados entonces, ni mucho menos ahora.
Ludovyk- Cantidad de envíos : 1008
Fecha de inscripción : 16/03/2008
Re: ¿QUÉ ESTAMOS ESCUCHANDO? ...
Mahler: Symphony no 1
Dresden Philharmonic Orchestra
Herbert Kegel
¡¡Huyan de esto, como si fuese la Peste!!
Hacía tiempo que no escuchaba un bodrio semejante, habría que remontarse a los Païta, o los Sinopoli de turno. El primer movimiento aun tiene un pase, pero el desparrame llega a partir del segundo, con alteraciones de tiempo, rubatos sin sentido, rompiendo la continuidad y el discurso, la sección central hiperlenta... el tercer movimiento, obviando lo siniestro, se va a el efectismo, y no hablemos ya del último donde la sección final es de juzgado de guardia, temas sobreponiendose, engrudo sonoro ¡¡y eso qué es en estudio!! trompas sepultando toda una orquesta, y carrerilla final... de chiste, de chiste.
Invitado- Invitado
Re: ¿QUÉ ESTAMOS ESCUCHANDO? ...
Robertino Bergamasco escribió:
Mahler: Symphony no 1
Dresden Philharmonic Orchestra
Herbert Kegel
¡¡Huyan de esto, como si fuese la Peste!!
Hacía tiempo que no escuchaba un bodrio semejante, habría que remontarse a los Païta, o los Sinopoli de turno. El primer movimiento aun tiene un pase, pero el desparrame llega a partir del segundo, con alteraciones de tiempo, rubatos sin sentido, rompiendo la continuidad y el discurso, la sección central hiperlenta... el tercer movimiento, obviando lo siniestro, se va a el efectismo, y no hablemos ya del último donde la sección final es de juzgado de guardia, temas sobreponiendose, engrudo sonoro ¡¡y eso qué es en estudio!! trompas sepultando toda una orquesta, y carrerilla final... de chiste, de chiste.
Pero no me digas que no tienen su morbo las grabaciones así. Podríamos ir abriendo hilos titulados "Anti-discografía básica (Primera Sinfonía)", y así...
Ludovyk- Cantidad de envíos : 1008
Fecha de inscripción : 16/03/2008
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