Conciertos interesantes.

del Río escribió:No, tan malo no fue, ni muchísimo menos.

Recien llegado de la M3 con VPP y la OSG (no sé si me explico). Resumiendo: pifias trompeteras, una de ellas clamorosa al final del primer movimiento, aunque no tantas como el jueves según Psanquin. La orquesta, en el tono habitual cuando está VPP al frente (es decir, poco esforzada). Me gustaron especialmente los dos últimos movimientos y, en especial, la transición entre los mismos. Y por cierto, empato con usted, Del Rio: también es mi tercera Tercera con la OSG y VPP. Va a haber que ponerle remedio a esto.

Crónicas populares (oído a la salida del concierto)

Señora: ¡Qué bonita sinfonía!
Señor: Sí, pero demasiado larga, le sobraban los últimos 15 minutos.

Termino esta avalancha de mensajes late night –mañana no tendré mucho tiempo libre- con un comentario a la limón sobre las dos entregas, de Santiago y Coruña, de la Tercera. Mil pensamientos me vienen a la cabeza; algunos los comentamos ayer en Santiago, hoy en Coruña con Monca y Maga. No quiero tampoco atosigar. Ha sido una vez más una experiencia muy ilustrativa de muchos aspectos musicales y extramusicales él seguir la obra en dos salas tan diferentes como el Auditorio de Galicia y el Palacio de la Ópera de Coruña.

Desde luego ha merecido la pena. También era mi tercera Tercera de VPP+OSG y ya de entrada decir que si en las dos previas me había emocionado hasta casi llorar –en el Langsam final claro- en esta ocasión no ha sido así, aunque hoy he estado más cerca ;-) En esencia no debe haber habido grandes diferencias entre esta 3ª de 2010 y las otras dos que ya empiezan a quedar muy lejos en el tiempo pero en este caso no ha habido esa respuesta emocional. Me deja este hecho algo preocupado; aunque me tranquiliza saber que ayer Robertino a mi lado sí se emocionó y hoy Maga mismamente. Creo que la impresión de la -en todos los sentidos- extraordinaria Tercera de Barenboim de este año en Berlín me ha pesado bastante. También el haber escuchado con Robertino en casa el lunes la abrumadora e intensísima versión de Levine del Langsam final. A todo volumen y disfrutando cada compás, cada ataque, cada crescend… me retorcía en el sofá de placer mientras Robertino ponía cara de escepticismo. Gustará más o menos el enfoque del de Cincinnati pero nadie le puede discutir a esa versión su carga emocional, su vehemencia, su poderío… Ojalá se hubiese podido vivir algo similar en estos dos conciertos.

Sin embargo lo dicho no quita que hayan sido dos Terceras, como dice Robertino dignas, disfrutadas con sus limitaciones y virtudes. En ambos casos fueron un gran éxito de público –curiosamente los aplausos duraron mucho más en Santiago que en Coruña; casi 10 en Santiago frente a 5 minutos y medio esta noche en Coruña; las caras de emoción y de sorpresa eran una constante (también comentarios como el que comenta Monca) y el triunfador indiscutible una vez más Gustav Mahler.

Aunque asombrosamente las duraciones fueron casi idénticas 1h 38’ 50” ayer frente a 1h 39’ 06” hoy; esta noche, como era de esperar el resultado ha sido mucho más refinado. Ha habido muchísimas menos pifias y sobre todo la interpretación ha sido mucho más redonda. Las pifias de Aigi en el solo de Posthorn en Santiago que Robertino morbosamente contó –cinco- fueron lamentables más que por los propios fallos por la sensación de inseguridad y la distracción que causaron. Afortunadamente hoy sólo hubo un par de pifias en el solo, una de ellas menor y en general en toda la interpretación las trompetas estuvieron más equilibradas. Sólo en el clímax del último movimiento estuvieron en el límite de la estridencia. Pero al margen de este hecho el discurso música resultaba mucho más hilvanado y la realización técnica mucho más refinada que ayer. Es algo lógico y natural pues el de ayer, con respecto al concierto de hoy, fue una especie de ensayo general adicional. Por otra parte hoy la orquesta tocaba en su medio natural, en la sala en la que ha dado cientos de conciertos, ocupando el escenario sin limitaciones de ningún tipo. Hoy viendo a los 94 músicos y 73 mujeres y niños cantores ocupando todo el amplísimo escenario del Palacio de la Ópera uno no dejaba de preguntarse cómo demonios se habían ubicado en la limitada plataforma del Auditorio de Galicia el día anterior. A este apelotonamiento hay que añadir una queja habitual -la ausencia de gradas en el escenario. Con todos los músicos situados a ras de suelo y con el patio de butacas a menor altura que el escenario, el jueves en Santiago –a pesar de tener una entrada no especialmente adelantada- no sólo veíamos únicamente lo que nos dejaban los huecos entre las dos primeras filas sino que el sonido de chelos, maderas, metales, percusión llegaba desde un punto invisible del escenario por detrás de violines y violas. Algo antinatural.

Tantos músicos en tan reducido espacio generaban una masa de volumen sonoro desproporcionada en la que por encima los fallos resultaban magnificados. Un comentario de la gente al terminar el concierto de Santiago era, ¡pero que exageración de sonido! En Coruña este problema no existía, más bien el contrario, pues en las filas más postreras se debió echar en falta una mayor presencia orquestal, pero de forma general desde luego el resultado sonoro era mucho más natural. No menos importante: desde el 99% del escenario se podía observar –y recibir su sonido de forma directa- a todas y cada una de las secciones de la orquesta, como debe ser en cualquier sala de conciertos que se precie.

Ese es el balance; muchísimos menos fallos, un mejor sonido y una lectura más refinada. Se beneficiaron notablemente el segundo y el tercer movimiento. Coincido en lo comentado por Robertino sobre Stutzmann, que a Maga tampoco le satisfizo, y en el balance positivo extraordinarios solos del trombón de Etterbek. Todtenfeier, gran admirador del americano, los disfrutaría a tope sin duda. También excelente Bushnell en la trompa, así como notable toda la sección en su conjunto. Las trompetas aunque ya digo mucho más acertadas y mesuradas que el día anterior siguen teniendo dificultades. Entre las maderas excelente Ferrer en el clarinete y Hill en el oboe. Magníficos niños y mujeres del coro y finalmente Victor Pablo exhibió un trabajo efectivo y práctico. Las cosas no están con la orquesta como para hacer grandes virguerías; bastante hizo llevando la nave a puerto. Estuvo especialmente acertado en la primera parte del final que sin duda bordó. Pero algo me faltó en la segunda mitad para que la interpretación fuese digna de ser recordada. La respuesta está a mi juicio en lo que nos dice Del Río:

La evidente falta de sintonía entre director (enfermizamente aséptico) y orquesta está llegando a unos límites preocupantes en la OSG. Los músicos tocan desganados

Es indudable; no sería tal vez tan contundente pues creo en la profesionalidad de los músicos pero lo cierto es que cuando tocan con determinados directores invitados lo hacen con una entrega, concentración y entusiasmo que repercute en el resultado final de una forma que con Victor Pablo no encontramos. Generalizar acarrea injusticias y más en un colectivo tan amplio, pero la percepción que llega al público es esta y sería absurdo negarlo.

Difícil solución para este tema; en dos años tendremos un nuevo titular, probablemente con el beneplácito de los músicos que le responderán sin reticiencias… hasta que surjan los conflictos o los desencuentros y vuelta a lo mismo; pero imagino que este es el pan nuestro de cada día de tantas orquestas…

Finalmente en lo positivo celebrar que las notas de programa eran de José Luis Pérez de Arteaga, por desgracia poco habitual en los programas de la Sinfónica. Acostumbrados a tanta chapuza –muy especialmente en Mahler- ha sido un alivio leer sus documentadísimas y amplias notas.

Unas fotos del concierto del jueves pues hoy no pude llevar la cámara:

Bueno, realmente si alguien la quiere escuchar es de esperar que pronto Psanquin la ponga en el foro para bajar.

Eran mis primeras pruebas orquestales con la grabadora Olympus y estoy muy contento con el resultado; perfectamente escuchable, muy fidedigno de lo que se vivió en la sala. El sonido es más envolvente en el concierto de Santiago, un pelín más atenuado en Coruña; estábamos en el centro de la zona B, pero en ambos casos muy válido. Lo subiré para la semana, con mejor conexión.

Era de suponer que ayer quedáse la Tercera mejor en Coruña, parece que por lo general coincidimos todos, más o menos. Debería hacerse una cata ciega de conciertos asistidos.
Lo que me preocupó de esta visita es en el estado en que se encuentra Psanquin, confunde datos y fuentes, se está quedando sordo... y el pobre ya no sabe en que año vive:

En esencia no debe haber habido grandes diferencias entre esta 3ª de 2010 y las otras dos

... creo que entre todos va siendo hora de ir haciendo un fondo por lo que pueda suceder.

monca escribió:Crónicas populares (oído a la salida del concierto)

Señora: ¡Qué bonita sinfonía!
Señor: Sí, pero demasiado larga, le sobraban los últimos 15 minutos.

Realmente jugosos los comentarios! Es que después de una sinfonía de Mahler nadie puede quedar indiferente, salvo que la ejecución sea un desastre Titanico! Eso sí, si quitamos los últimos 15 minutos nos quedamos sin el éxtasis final, donde la piel se pone de gallina, saltan las lágrimas y nos invade una sensación de grandeza extraterrestre...

Enhorabuena por vuestras críticas, Robertino y Psanquin. Leyéndolas uno se hace una buenísima idea de lo que el concierto dio de sí.

Gracias por tu interés Gus; lo que da de sí un concierto

He estado picoteando una vez más por la anterior Tercera de Victor Pablo con la OSG; de noviembre de 2003. Ya hace más de 7 años! Con igual principales en la orquesta, sólo hubo un fallo en el solo de postillón, similar al de ayer en Coruña. Sin embargo la trompetería estuvo en aquella ocasión mucho más empastada y menos estridente en los fortísimos agudos del coral final. También la percusión en aquel momento imprimió el caracter que requieren los últimos números de la partitura y que tanto en Santiago como en Coruña eché en falta.

Pero lo que más me asombrado es lo que le dura el Langsam a Victor Pablo; hace 7 años 22'44"; ayer 22'52" Sólo 8 segundos de diferencia!

Me temo, Psanquin, que como del Río ya ha indicado debe de haber una peligrosísima falta de motivación en esa orquesta: problemas financieros? problemas entre director y orquesta? Y, claro, tocar una sinfonía de Mahler no es precisamente una perita en dulce para los músicos, tanto a nivel de solistas como de empaste entre las distintas familias de instrumentos.

¡Y tocarla tres días seguidos!

del Río escribió:

Psanquin escribió:El sonido es más envolvente en el concierto de Santiago, un pelín más atenuado en Coruña;

Lógico, y es que sin ser el Auditorio de Galicia (Santiago), ni mucho menos, la Musikverein, la Concertgebouw, o cualquier otra sala de excelente acústica, es una bendición en comparación con el Auditorio del Palacio de la Ópera de A Coruña, que para quien no la conozca, es lo peor de lo peor.

Será esa la explicación. No te lo puedo discutir pues nunca he estado en el Musikverein ni el Concertgebouw; sería pretencioso que opinase sobre ellas

Esta es la crítica de Andrade Malde en La opinión

Otra:



Simpático esto: Decía ayer Del Río: "La música de Mahler no es ni mucho menos la ideal para la OSG". Dice ahora el crítico de Mundoclásico: "En mi opinión, la Sinfónica de Galicia es una orquesta ideal para tocar Mahler"

Leyendo las reseñas de este concierto llego a la conclusión de que debo vivir en otra realidad paralela a la que han experimentado buena parte de esos críticos; una realidad a la que los sonidos llegan 'ligeramente' distorsionados... A lo mejor es un simple problema auditivo, nada más (y nada menos)...

Decir que la OSG es una orquesta ideal para tocar Mahler es de risa, habida cuenta de cómo lo hacen habitualmente... La OSG es mucho más apropiada, al menos bajo la batuta de VPP (consideración fundamental), para los Shostakovich, Prokofiev, etc.; hasta para Bruckner.

Pero bueno, ya estamos acostumbrados a este tipo de opiniones... "Mahler tan fresco como Rossini"... ¿para qué seguir leyendo?... Quizás para estar de acuerdo en que VPP es un cáncer musical que está llevando a una degeneración sin precedentes a la OSG. Lejos de mejorar año tras año, Tercera tras Tercera (yo también llevo ya tres de este señor), la cosa cada vez resulta más antimusical, insulsa e insatisfactoria... ¿Qué nos deparará la cuarta entrega de la sinfonía (que esperemos no haya)?, ¿qué pensaría Mahler de un director que lejos de exprimir la obra y sacarle algo nuevo y más musical en cada nueva lectura la mata y hace más plana?...

Lo que sí es una sensación general es la de que los conciertos no están suficientemente ensayados, además de utilizar otro truco muy viejo, muy feo y muy vulgar, como es realizar unos finales apoteósicos, contundentes y mejor planteados como traca final que lleve al público a conclusiones erradas sobre el conjunto de la sinfonía. Más bajo no se puede caer (en esto, Ros Marbà es un claro ejemplo de zafiedad). Y aun así, la crítica (podrían haber añadido la de El País -ed. Galicia- de hoy) se estremece de placer ante estas demostraciones de mediocridad... Pues bien, así nos va, en buena medida... Ese patrioterismo barato de ver como maravilloso todo lo que se hace en esta esquinita, pensado que el coro está ¿"perfecto"? (que conste que no lo han hecho nada mal, pero ¿"perfecto"? ¡Por favor!, más rigor y menos localismo ombliguista; más audiciones previas de la obra o consultas a la partitura, y menos llenarse los oídos con lo primero que a uno le cae en escena ese día...).

Los fallos de los metales, al menos en Santiago (¿qué decir de los pasajes fuera de escena del tercer movimiento?, suficientes para mandar al músico de baja una temporada), fueron escandalosos, de una falta de profesionalidad y respeto a la música increíbles. ¿Es culpa de falta de ensayos o de la carencia de calidad del solista? Lo segundo tiene fácil solución: rescisión de contrato y audición para esa vacante (los trompetistas de esta orquesta hace años que debieron ser expulsados). Lo primero, es una irresponsabilidad del planteamiento musical del director, de la gerencia (largo y no-tendido se podría hablar del señor que lleva la 'gerencia' en A Coruña), y de cómo se plantean los conciertos semana tras semana (¿no sería mucho más interesante que OSG y RFG se turnaran en A Coruña y Santiago cada dos semanas, habiendo ensayado los programas con más tiempo, y al menos poder salir satisfechos de más programas?) Y para colmo, en un acto de pública desvergüenza, el señor VPP manda levantar a quienes perpetraron semejantes crímenes musicales. ¡¡¡¿A qué viene a cuento eso?!!!: ¿buscaba un linchamiento público de los solistas?, ¿acaso él se creía en realidad que lo habían hecho bien?, ¿se siguen las rutinas de los conciertos y saludos sin tener en cuenta para nada lo que antes se ha interpretado y su nivel de excelencia?, ¿es todo una panoplia sin criterios ni significatividad?... Y el público, aborregado y soberano, propina (al menos en Santiago) una sonora ovación a tan mediocres solistas de metal, descalificándose a sí mismo como auditores y gente medianamente entendida, autoproclamando en público su supina ignorancia, falta de oído (conozco a alguna persona que sin haber escuchado la Tercera nunca se dio cuenta de semejantes pifias), y alienación colectiva (toca aplaudir, pues aplaudamos). Vergüenza deberían sentir esos músicos de haber sido levantados y de que se le aplauda..., pero no, de este modo aún se sentirán reforzados y seguirán sin dar palo al agua; total, nos van a aplaudir, levantar y ovacionar igual; así, ¿qué más da todo?...

Sé que esto suena duro, pero es que si no empezamos por ser críticos en este tipo de cosas, ¿dónde vamos a parar? No se puede recompensar de esa manera lo que a ojos de todos los críticos (y me consta que de los músicos y algunos entre el público -los que saben algo, cuyas exigencias deberían ayudar a subir el nivel-) es un despropósito. Eso sí, al final del concierto estuve hablando con alguno de los miembros de la OSG, y tras comentarle estos aspectos me dicen cosas como: "Eso sólo lo notáis los que hiláis muy fino"...???...!!!...???... ¿Cómo?... O sea, que los que 'hilan fino' no son el objetivo de estas interpretaciones; aquí se toca para esa masa aborregada que aplaude sí o sí... Un músico íntegro, un director decente, debería tocar no sólo para el que más fino hile del público, sino para el hilo más fino de todos: la partitura de Mahler y el respeto absoluto por esta música... Pero claro, ese tipo de respuestas es típica de músicos conformistas, sin ilusión y que ya tocan por tocar... una suerte de mercenarios musicales, vamos... Y que conste que quien esto me comentaba es un muy buen músico y tuvo un buen papel el jueves, no le podría aplicar a él estas críticas, pero veo que hasta esta gente se contagia del declive y apatía artística de la OSG, en muy alta medida motivada por su dirección y por ese público ignorante y acrítico capaz de pasar todo por alto y aplaudir por aplaudir, porque toca y queda bien, porque al fin y al cabo allí vamos a otra cosa que poco tiene que ver con la música, a un acto social... Qué tiempos más tristes, que mediocridad colectiva a ambos lados del escenario...

Veo que en una de las críticas se destaca a solistas como Ruslana Prokopenko (una gran chelista, sin duda); ahora bien, ¿cuántos solos tuvo en esta sinfonía como para ser nombrada como solista?... Claro que si leo: "Y al frente, Víctor Pablo, en una de sus más brillantes actuaciones", no sé si es que yo loqueo (algo de lo que cada vez tengo menos dudas y que creo está poniendo en peligro mi vida) o es que mi distorsión auditiva está motivada por algo más grave... Sea como fuere, me retiro a mi realidad paralela, desde luego mucho menos conformista y aborregada que lo que leo por ahí adelante, con total impunidad de unos medios que mantienen semejantes despropósitos año tras año...

Gracias Paco por compartir en el foro lo que ya nos habías comentado al final del concierto con el mismo apasionamiento. Por escrito resultas incluso aun más vehemente que en vivo ¡Esto dice mucho de tu escritura que tanto admiramos!

Coincido con buena parte de lo que planteas muy especialmente a tu crítica de la reacción crítica. Añado la de Carrillo para más escarnio del colectivo:



En cuanto a si la OSG es ideal o no para tocar a Mahler es una discusión que sinceramente me da la risa y que si somos mínimamente serios no deberíamos gastar ni un minuto con ella.

En cuanto a la valoración de la interpretación como se desprende de lo que ya comenté me quedo en un aristotélico término medio; ni la condeno ni la ensalzo.

utilizar otro truco muy viejo, muy feo y muy vulgar, como es realizar unos finales apoteósicos, contundentes y mejor planteados como traca final que lleve al público a conclusiones erradas sobre el conjunto de la sinfonía.

Para mi esa traca final fue el momento más decepcionante de la noche. Si realmente querían vender la moto al público lo hicieron bastante mal.

Querido Pablo, soy yo, y con mucho, quien debería agradecer algo aquí, por lo de pronto todo lo que aprendo leyéndoos habitualmente, por más que apenas participe... pero ya sabes que por aquí andamos...

...me estoy aburriendo de leer tópicos aplicados como un recurso estándar a se-toque-lo-que-se-toque... y en absoluto estoy de acuerdo, y ya lo he leído en dos reseñas, con que se trate de una "sinfonía coral"; ¿por qué?, ¿por el quinto movimiento?..., ¿qué peso tiene en toda una sinfonía de esas dimensiones?... Coral es la Octava, de acuerdo, como vocal es Das Lied von der Erde, pero la Tercera no es una "sinfonía coral"...

La vibración ovacionante del público de Santiago creo que se debe al volumen sonoro deplegado (que se enfatiza aún más en el Auditorio de Galicia), a algo así como a que 'cuanto más suene, chunda, chunda y etcétera', mejor es... No creo que sea por más o menos conocimiento... Imagino que por ahí andarán en los dos lados, cuestiones de edades medias al margen o porcentaje de asistencia (por cierto, me sorprende leer en una reseña que el aforo estaba cubierto al 100% en Santiago... discrepo), son 'objetivables', pero lo del conocimiento del público es más complejo, aunque en mal lugar queda cuando ovacionan como si de hooligans o forofos de fútbol se tratara a un solista que acaba de tener una velada deplorable (sea culpa de quien sea; desde luego, la responsabilidad al más alto nivel artístico está claro que es del señor VPP, el timonel con el timón roto)...

Da para mucho el análisis de unos conciertos como los del otro día, desde lo interpretativo, el público, la crítica, la organización de la música en Galicia, etc. Siendo de Santiago como soy -no por ello localista-, y aportando lo poco que la RFG aporta a nivel artístico a nuestra música, a mí no me parecía ni mucho menos mal que la RFG desapareciera, que se destinase ese capital a gasto social, y que la OSG hiciera programa jueves-viernes en Compostela-A Coruña... Eso sí, redefiniendo todo muy mucho... O la mejor opción, que he comentado varias veces: refundir las dos orquestas en tres agrupaciones: música antigua, contemporánea y otra que abarque el repertorio 'estándar' clásico-romántico-SºXX, y que éstas se turnen, con más y mejores ensayos, etc. Pero, en este reducto de localismos y tribalismos ombliguistas, ¿quién va a liderar esa concepción?, ¿alguien como Roberto Varela -el inauguratodo, el que aparece en cuanta foto se ponga por delante, el publicista mayor de la Xunta?... Jodidos vamos...

Empezando por el final, coincido totalmente con tu último párrafo. Una aspiración que ya viene de largo y que el tiempo y el desengaño están convirtiendo en una utopía.

En cuanto al concierto; poco más que decir; la crítica y el público han hablado, también los que allí estuvimos. Cuando pueda subo el audio para que el que todavía tenga curiosidad pueda juzgar por si mismo.

Como anécdota, Paco, tu mensaje al foro ha acaparado nuestra comida, pues lo imprimí únicamente para que lo leyese Maga y la verdad es que ha dado mucho de sí Desde luego invita a la reflexión y a la discusión. Ojalá los responsables de esto tuviesen en sus mano informes de este estilo (se esté en acuerdo o desacuerdo con su contenido).

Vaya, Paco, te has despachado requetebien con la interpretación de la Sinfónica gallega. Yo, desde luego, sólo puedo guiarme por vuestros comentarios pero adivino lo que ocurre, sobre todo cuando hablas del público aborregado que traga lo que le echen! Dónde están los tiempos en que el público reaccionaba de forma más sincera -ahora diríamos bárbara- abucheando y pataleando cuando algo no le gustaba! Y no hablemos de la crítica! Estos aun son más culpables, pues o bien no asistieron al concierto o son unos simples caraduras o aduladores de sus "amiguetes"... Sí, cuando el politiqueo y el quedar bien entran en contacto con el arte el olor a podrido es verdaderamente inaguantable.

Psanquin, te agradecería si pudieras poner el fichero audio del concierto para tener más elementos de juicio...

Mañana lo hago; no me llegan las horas del día, ni de la noche. Y aun tengo que ponerme con las portadas

Querido Pablo,
espero que no se os atrangantara la comida con semejantes cosas... aunque bien pensado, todo esto es una bagatela si lo comparamos con lo que atrona desde los medios en otros ámbitos, con el ataque de la clase política, en coalición con los poderes económicos, contra la ciudadanía... Su última ocurrencia: 'bancarizar' las cajas; o sea, vendérselas a los grandes bancos y corporaciones extranjeras, deslocalizar los focos de poder del entramado público y subastarnos al mejor postor... Por no hablar de tema de jubilaciones (eso sí, las de la banca las pagamos todos y muchos años antes de los ¡67!), de los recortes públicos, del descalabro del gasto cultural... En fin, que aquellos que avergonzados deberían estar por haber provocado esta crisis generalizada aún por encima están dictando una transición acelerada a modelos económicos y sociales para empobrecernos de forma global y en este río revuelto (por ellos enturbiado) quedarse con los poderes fácticos (porque la política en esto cada vez es más un títere, tanto los ranciopeperos como los pesudosocialistas). El jueves tenemos aquí, en Galicia, una huelga y manifestación a la que uno acudirá... Seremos pocos, la gente mira muy mucho el bolsillo, hasta algunas de las laureados parejas que en la reunión que acabamos de tener en mi centro se pueden levantar casi 6.000 euros al mes... ya verán llover, ya, sobre ellos y sobre los que perpetuarán sus códigos genéticos y espero que no sus zafiedades político-morales... Me temo que para que esta caterva le vea las orejas al lobo habría que comenzar con una campaña de más subido tono de forma generalizada... Un ataque frontal al sistema sin miramientos, ante un ataque frontal de este calibre, quizás las palabras no basten...

Querido Gustavo,
lo del público viene siendo otro ejemplo más de esta depauperación generalizada en la que la gente pierde la voluntad de participación en la colectividad... No sabemos si se trata de un miedo generalizado, de terror a expresarse en público, de ignorancia supina, de que realmente están conformes con todo (dado lo poco que generalente se experimenta, tampoco es raro, porque como a los niños y a los perros, al melómano de a pie lo que le gusta es la repetición de rutinas ya conocidas, nada de abismarse en las novedades), etc, etc, etc. Pero sí, la falta de opinión, la coincidencia siempre unívoca en un aplauso unitario, todo eso me da mucho que pensar sobre esa masa informe que responde como una, casi sin matices... Pero claro, ¡cuándo los hay...!, tengo silbado en las butacas del auditorio más de una vez, y la gente a mi alrededor me miraba como si de un trastornado se tratase, con una mirada becerril en la que denotaban una profunda incomprensión de a qué venía a cuento tal silbido (por más que obvio)... Y ojo, no quiere ello decir que la reacción del público sea un acicate para la avolución musical. Que se lo digan a Beethoven, Stravinsky, Mahler, Varèse, Berg, Schönberg, Lachenmann, etc. La reacción del público suele ser conservadora en masa, pero al menos debería expresar criterios, matices, no ese 'todos-a-una' desprovisto de inteligencias musicales y artísticas que suele ser una ovación final, ¡incluido a nefastos solistas como los del pasado jueves!... Vivimos una suerte de fin de ciclo en muchas cosas, algo que está llegando a ser opresivo, que impide todo gesto de alegría comprobando la calaña que nos rodea... veo que el campo del arte es ajeno a ello...

Querido Manuel,
obviamente las rutinas de RFG y OSG están emponzoñadas desde su propio nacimiento, desde que Sir Paco Vázquez y Xerardo Estévez las pusieron en marcha, sin afianzar una cultura base comprendida en clave de progreso y excelencia; y para ello no haría falta más presupuesto ni más medios, tan sólo inteligencia, cultura, amor por el arte como ente vivo y gente capaz (que hay mucha y por mucho menos dinero). Qué publico tan distinto tendríamos ahora si desde el comienzo se hubiese formado un público con otras formas de hacer, con más charlas sobre música, debates, exposiciones sobre temas musicales en los auditorios, publicaciones al respecto, programaciones inteligentes, trabajo de calidad con los músicos, compositores en residencia, grabaciones accesibles de los propios conciertos para que la gente 'repasara' las obras (no sólo 'escuchar'-y-olvidar), retransmisión de los conciertos en la radio y televisión públicas (y no la basura que se emite día tras día, por lo menos en Galicia, con telealienación), apertura a la música de hoy, a la modernidad y excelencia que recorre la historia de forma atemporal, la de los Monteverdi, Bach, Beethoven, Ligeti, etc. En todo ello, Roberto Varela es un recién llegado, pero ¿qué ha hecho para dinamizar lo que es un fracaso artístico de este calibre, un derroche sin mucho sentido? Pues nada, o lo que es peor, propuestas como el nefasto ¡y carísimo! Xacobeo Classics; o sea, nada que estructuralmente reorganice nuestro tejido musical, intelectual y artístico, nada que nos ponga en el punto de mira de nadie, nada que ponga en valor los medios que hay, nada que dé un salto de calidad, nada que afiance un futuro mejor y no la perpetua sombra de la duda-sobre-todo, nada, nada, ¡nada! Eso sí, ahora abren la Cidade da Cultura, y como X miles de personas se pasean por allí 'a mirar', lo califican de ¿"éxito"?... ¿Éxito de qué?, ¿de tener el paseo-dominguero-sobre-montaña-descabezada más caro del mundo? Porque, ¿cuántos de los que allí van han retirado un libro en la Biblioteca?, ¿cuántos de esos irán después a las óperas si las cobran a precio de producción europea?, ¿cuántos volverán más de una vez, cuando la mayoría son el público masivo de los medios que padecemos?... ¿Qué coño es un éxito cuando no es más que una pasarela...? Populismo de salón, como siempre, inaugurar edificios en un descampado en ruinas, tener una macrobiblioteca con problemas gravísimos de accesibilidad, catalogación y disposición interna, programar unas pocas conferencia y actividades casi desiertas, intentar justificar algo que demandaría una nueva forma de entender todo y un renacer en otras claves... Porfiar en esta devacle sólo llevará a repetir los errores que ya conocemos, y aquello se convertirá, ¿acaso no lo es ya en acto y potencia?, en un mausoleo...

Muy interesante tu cuadrante sinfónico con RFG y OSG, que como mi reiterada propuesta de refundición tripartita (antigua, contemporánea y repertorio intermedio), nadie atenderá..., están incapacitados intelectual y artísticamente para ello; además de tener las manos atadas con localismos, tribalismos, amiguismos y demás -ismos que pagamos todos...

Saludos desde una laguna de bilis...

Hola! Ni mucho menos, Paco, se nos atragantó tu mensaje. Y tanto que hoy repetiré con una nueva entrega; ya te estoy imprimiendo. A lo mejor a alguno le resultan catastrofistas estos mensajes; para mi la catastrofista es la prensa y el resto de medios de información que día a día se hacen eco de las cifras, índices, estadísticas, ratios que mejor sirvan para subrayar lo mal que está todo y hundir a la gente en el desánimo. De la misma manera hace poco más de un par de años era justo lo contrario, datos e índices que hacían que la prensa hablase sin rubor del milagro económico español, del pleno empleo, de nuestro potencial. No hay más catastrofismo que tales miopías, tanto optimistas como pesismistas.

Pero en tu mensaje no nos hablas de donde sopla el viento sino de problemas de raíz, que están ahí desde siempre, que no tienen que ver con lo material, sino con la falta de ideas, de entendimiento, de humildad, de saber escuchar, de in la incapacidad para aunar voluntades; en una palabra, de la falta de dignidad de nuestra sociedad.

Sobre el público sería algo más benevolente. Es como una estrella de mar en la que es imposible ver el más mínimo atisbo de motilidad y sin embargo, al cabo de una hora, ha modificado su posición a voluntad. El que mejor conozco es el público coruñés. Aunque anécdotas como la que contaba Monca son habituales observo una receptividad hacia otros lenguajes y un cierto hastío ante la repetición incesante de determinados nombres y obras, que aunque lentamente irán dando sus frutos.

En cuanto al planning de Del Río, felicitarte por tu iniciativa. Y pensar que otros cobran por hacer cosas de ese estilo. Lo que planteas es atractivo aunque veo que 13 conciertos al mes ligados a tantos desplazamientos ahondarían en el gran problema de la falta de ensayos.

Amigo Paco:

Has puesto el dedo en la llaga y con todas las consecuencias! Realmente vivimos en una sociedad kafkiana donde la opresión se maquilla con grandes efectos visuales, gran incremento de insulsos productos tecnológicos para los que se crean extremas necesidades, mucho envase y poco contenido. Si Kafka levantara la cabeza descubriría que sus pesadillas literarias se han quedado bastante cortas y El mundo feliz de Huxley es una realidad... No, Psanquin, no es ser catastrofista sino solamente observador de la realidad. Aun así y como en la música de Mahler exsisten grandes contradicciones en esta sociedad, capaz de lo mejor y de lo peor, pero en una gran mayoría adormecida con el canto de las sirenas de los medios de comunicación, de los mensajes subliminales que invaden día a día nuestras casas. El mensaje mahleriano es precisamente el de la aceptación de nuestras limitaciones, pero al mismo tiempo el de la lucha para mejorar lo que hay a nuestro alrededor. Y no tengo la menor duda de que quienes intentamos ir hacia una sociedad más justa y más equilibrada tenemos las de ganar, nosotros o las generaciones que sigan.

La renovación de la que nos hablas no vendrá desde arriba, precisamente porque quienes tienen la responsabilidad de representarnos no son más que meros títeres de unos poderes en la sombra que sólo desean una sociedad pseudodemocrática en la que la mayoría de los ciudadanos sean simples productores y consumidores a su servicio. La renovación ha de venir desde abajo, desde la ciudadanía que no se deje aborregar. Estamos, como tú dices, en un final de ciclo y debemos luchar con todas nuestras fuerzas para que el próximo ciclo sea mejor. Eso sí, sin violencia! La razón es siempre la mejor arma.

A ver si así en los conciertos de A Coruña se ven personas de todas las edades y no solo de la tercera edad.

Pero que te ha hecho la tercera edad Deja a la gente mayor que disfrute que ya ha trabajado toda su vida.

Siento echar Del Río un jarro de agua fría sobre tu planning. Mirándolo ahora con más calma veo que parece hecho por un enemigo de la orquesta. Desde luego perjudicaría gravemente al buen nivel de las interpretaciones de la OSG.

Hoy por hoy la OSG da SÓLO 4-5 conciertos al mes (¡algunos meses menos!). No programas, conciertos!! Pretender pasar de 4,5 a 13 ¡casi el triple! y por encima incluyendo algún desplazamiento agotador (más de 350 kms.) del estilo Coruña-Vigo y Coruña-Ourense sería inasumible. Si ya el tiempo de ensayo se ve que no es suficiente con sólo 4 al mes, imagínate con 14. No sólo el tiempo de ensayos y de ocio se resentiría sino también el de otras actividades musicales de los músicos (clases magistrales a la orquesta joven, particulares, grupos de cámara...).

A ver si lo puedes hacer un poco más llevadero sino el comité de empresa va a poner precio a tu cabeza


Bueno, ya me ha dejado el Megaupload subir los archivos. Para el que después de todo lo dicho siga teniendo curiosidad :-) los he subido tal cual los grabé. Estoy muy contento con el resultado. Es una grabación hecha desde el público en condiciones nada ideales, con muchos ruidos de toses, gruñidos, borborigmos, etc. y además una primera prueba con la grabadora y sin embargo ahí está la interpretación perfectamente apreciable.

En cuanto a las diferencia entre las dos salas; en Santiago estaba mucho má scerca del pequeño escenario con lo que el sonido tiene algo más de presencia muy especialmente de la cuerda; todo lo que queda por detrás de ella se escucha bien, pero curiosamente reproduciéndose la sensación del concierto, que en esas secciones el sonido no está saliendo directamente desde el escenario sino de "detrás de algo" que está entre nosotros y el escenario.

Gracias, Psanquin, por la grabación. Por cierto qué modelo de grabadora es? El resultado es más que presentable. Me estoy escuchando el 1er. movimiento (de Santiago) y ya me doy cuenta de lo del mazacote que comentábais. La música no discurre de forma reposada y fluída sino en plan de correquetepillo, hay buenos momentos seguidos por carrerillas sin ton ni son. No es desastroso, pero -aun sin conocer la orquesta de nada- da la sensación de que se le podría sacar bastante más jugo. Sí, hay pifias aquí y allí, pero eso no es lo peor de todo: lo peor es el desbarajuste que se aprecia. Y la música de Mahler no perdona, en seguida se captan los desajustes instrumentales.

gustavo escribió:Gracias, Psanquin, por la grabación. Por cierto qué modelo de grabadora es?

Gracias por tus comentarios gus. Este es el modelo; una Olympus LS-5.

del Río escribió:

Psanquin escribió:Pero que te ha hecho la tercera edad Deja a la gente mayor que disfrute que ya ha trabajado toda su vida.

He dicho: "no solo de la tercera edad". Creo que no estoy diciendo nada en contra de la tercera edad, solo apuntando que a los conciertos también deberían ir personas de otras edades. Creo que cualquier melómano, como nosotros, le ha gustado ir a conciertos a todas las edades (20, 30, 40, 50 , 60...).

Ja, ja, ja, será que estoy susceptible con el tema. Me acerco ya al medio siglo y noto el imparable declive físico y sobre todo cada vez se siente uno más desplazado en este mundo hecho para jóvenes. Pero lo cierto es que las quejas, críticas, lamentos por la elevada media de edad del público de la OSG me fastidian bastante pues me parecen bastante injustas.

Todo tiene una explicación muy simple: Cuando se creó la orquesta hace 18 años había en la ciudad tal hambre de música que en seguida se vendieron todos los abonos. Lógicamente estos no eran muy asequibles a gente joven, veinteañeros ni mucho menos estudiantes. Era la España que empezaba a dejar de ser la de los tres millones de parados. Sí, los que fuimos jóvenes antes del milagro económico aun nos acordamos de aquellos años de auténtica crisis. La mayoría de los abonados era gente entre los 40-50 años. Han pasado 18 años y nadie renuncia a su abono con lo que el abonado –público mayoritario de la orquesta- tiene ahora entre 58-68 años.

Lo que me fastidia es que en los noventa nadie decía ¡fíjate, ojalá haya público no sólo de mediana edad! Y sin embargo ahora se dice ¡fíjate, ojalá haya público no sólo de la tercera edad! Hay latente en esas afirmaciones un rechazo a la tercera edad que no acabo de entender. Ni que estorbasen los viejecitos.

a los conciertos también deberían ir personas de otras edades.

Lo cierto es que con el nuevo gerente hay más entradas a la venta y hoy por hoy nadie interesado se queda sin ver a la orquesta por falta de entradas. De hecho vamos a comprar ahora una entrada para el concierto de este viernes para una amiga treintañera.

¿Por qué no van los jóvenes entonces? Lo desconozco. Habrá que inventar algo. En Santiago con la Filarmonía se ha optado por una ingeniosa política de entradas muy baratas, incluso repartiendo un buen número gratuitamente en conservatorios, departamentos universitarios, bibliotecas… y sin embargo ni regalando las entradas se llena el auditorio de Galicia. Conseguir media entrada es un éxito en una sala con un aforo inferior a la sala de cámara de la Philharmonie.

Y en cuanto al planning me alegra que mantengas la fé en él a pesar de mis críticas. Es curioso, aquí en Coruña nos hemos quejado siempre de la falta de ensayos –sólo tres días por concierto- y tu planning las consagra. Personalmente, aun lo hablaba con Maga el otro día, preferíamos menos conciertos y mucho más trabajados. Dos buenos programas al mes ensayados a fondo durante dos semanas sería ideal para nosotros.

Bueno, no me enrollo más!!

En fin, que decir. Es obvio que ni pienso que seas idiota ni te quiero tomar el pelo. Existe una tercera opción. No me lees con atención

Un ejemplo y no te robo más tiempo:

Yo digo:
"Dos buenos programas al mes ensayados a fondo durante dos semanas sería ideal para nosotros."

Subrayo programas. Usé esa palabra intencionadamente pero donde escribo programas lees conciertos .

Y me contestas: "Claro, dos conciertos al mes y en A Coruña, y a los demás que le den por saco. En fin...."

Precisamente la ventaja de hacer dos programas al mes bien ensayados es que entonces se podrían repetir en otra ciudad sin mayor problema!!