El Mahler de Claudio Abbado

Me atrevo a sugerir este hilo, sabiendo que el ya existente de Claudio Abbado es más genérico y no se remite solamente a Mahler.



Crecí con el Mahler de Abbado. Mi primer cassette (una caja doble) original de Mahler fue el de la Tercera con Viena. Después vendría la Titán con Chicago (que no conservo) y ya en compacto -que todavía conservo- la Quinta con la misma orquesta. Quizá por esto uno le tenga cariño al Mahler de Abbado… y esto a  pesar de que cada vez que oía una lectura con otro maestro, solía gustarme más que la de Abbado.

…. Quizá por eso Abbado merece una revisión ordenada. Es el Mahler de los primeros amores. Puede que le tengamos distancia, pero sin Abbado, quizá no apreciaríamos a los Horenstein, Mitropoulos, Scherchen y otros maestros que se ubicaron en el otro extremo de su credo artístico: en una primera impresión, el Mahler de Abbado se me presenta como objetivo, muy esquemático en sus malos momentos y muy efusivo en los mejores. Siempre impecable y alejado de excentricidades… pero es probable que me equivoque.

Repito la lista que había colgado en el hilo Claudio Abbado y que intentaré revisar junto a la amable colaboración de todo el foro (yo no las tengo todas). Hay más grabaciones, pero éstas son las que una vez vieron la luz en ediciones oficiales y más o menos oficiales. Si Karajan me demandó un año. Abbado quizá ocupe dos…  a diferencia de Scherchen, Giulini y Karajan, Abbado tiene todo Mahler (salvo algunos lieder y el DKL… el DLVDE, ya estará editado) y casi todo, además, en vídeo. Esa proeza solamente se la conocíamos a Bernstein y a Haitink… pues yo no tengo apuro si en el camino algo se aprende.

Sinfonía 1
1981. II. 21-23    CSO (DG)
1983.V.17    LSO (Lucky Ball)
1989.XII   BP (DG, también en Vídeo UNITEL)
2009.VIII.11   LFO (Eroarts, vídeo)

Sinfonía 2
1965.VIII.14   WP / Stefania WOYTOWICZ, Lucretia WEST (Hunt)
1976. II.13-16  CSO / Marilyn HORNE, Carol NEBLETT (DG)
1985.VIII.14  Juvenil de la Comunidad Europea / Karila MATTILA, Christa LUDWIG (DMM)
1992. XI  WP / Cheryl STUDER, Waltraud MEYER (DG)
2003.VIII.19  LFO / Eteri GVAZAVA, Anna LARSSON (DG, también en vídeo Euroarts)

Sinfonía 3
1980.IX.19-25   WP/Jessye NORMAN (DG)
1999.X.11  BP/Anna LARSSON (DG)
2007.VIII.19   LFO/Anna LARSSON (Euroarts, vídeo)

Sinfonía 4
1976.VIII.22  WP/Frederica von STADE (Lucky Ball)
1977.V.20-25   WP/ Frederica von STADE (DG)
2005.V.22-29   BP/ Renée FLEMING (DG)
2006.IV.24-25   GMJO/ Juliane BANSE (Euroarts, vídeo)
2009.VIII.21-22   LFO / Magdalena KOZENA (Euroarts, vídeo)


Sinfonía 5
1980.II.16-18   CSO (DG)
1983.V   LSO (LUCKY BALL)
1993.V   BP (DG)
1993.XII (solamente el Rondó)   BP (TDK, vídeo)
1995.V.9   BP (RCO)
2004.VIII.18-19   LFO (Euroarts, vídeo)

Sinfonía 6
1967.IV.15   RAI Roma (FONIT CETRA)
1967.V.24   WS (Hunt)
1972.VII.20   WP (FACHMANN)
1979-1980   CSO (DG)
2004.VI.3-5   BP (DG)
2006.VIII.11   LFO (Euroarts, vídeo)

Sinfonía 7
1984.I-II   CSO (DG)
2001.V.5-7   BP (DG)
2005.VIII.17-18   LFO (Euroarts, vídeo)

Sinfonía 8
1994.II   BP/ Cheryl STUDER, Sylvia Mc NAIR, Andrea ROST, Anne Sofie von OTTER, Rosemarie LANG, Peter SEIFFERT, Bryn TERFEL, Jan-Hendrik ROOTERING (DG)


Sinfonía 9
1987.V   WP (DG)
1995.V.12   BP (RCO)
1999.IX.6-7   BP (DG)
2004.IV.14   GMJO (Euroarts, vídeo)
2010.IV.19-21   LFO (Euroarts, vídeo)

Sinfonía 10
1985.VI   WP (DG)

Rückert Lieder
1981.II.12   CSO/ Hanna SCHWARZ (DG)
1992.IX  (solamente Ich bin der Welt…)   BP/ Marjana LIPOVSEK (Sony)
1999.VIII.21-22   LFO/ Magdalena KOZENA (Euroarts, vídeo)

Kindertotenlieder
1992.IX   BP/ Marjana LIPOVSEK (Sony)

Des Knaben Wunderhorn
1981.X.1 (4 lieder)   CSO/Margaret Price (LUCKY BALL)
1995.V.9 (5 lieder)   BP/ Anne Sofie von OTTER (RCO)
1998.II (12 lieder)   BP/ Anne-Sofie von OTTER, Thomas QUASTHOFF (DG)

Existen tres lecturas oficiales de la Titán con Abbado (Chicago-CD-, Berlín –CD y vídeo-, Lucerna -vídeo) y una pirata con Londres (que no tengo). Además, disponemos de dos vídeos más: uno con Londres, quizá la misma lectura del disco pirata, y otro con La Scala.

Chicago ya contaba con una Titán, para muchos de referencia: la de Giulini de 1971. El registro de Abbado tenía la justificación artística asegurada tras sus registros de la Segunda, Tercera, Cuarta, Quinta y Sexta, pero además poseía la justificación técnica de ser el segundo registro digital de la sinfonía (el primero fue de Mehta con New York). Quizá por esta última razón, el registro de Chicago tiene todas las buenas cualidades y algunos defectos de un gran disco grabado en estudio.

Digamos que Abbado no supera a Giulini con la misma orquesta (a mí me parece que Giulini tampoco supera a Abbado). Se trata de otro enfoque. Abbado –como señaló la crítica en su momento- articula un discurso muy cuidado, técnicamente irreprochable y con el suficiente ardor interpretativo. En el mejor sentido de la expresión, se trata de una Titán para conocer la obra.

Particularmente logrado es el primer movimiento: impecable, fluido con un estallido en el tutti que debió de ser el delirio de quienes compraron el registro por su condición de digital. Abbado ataca con fiereza las secciones más vivas y cuida el equilibrio de modo asombroso.

Así fluye toda la sinfonía, siempre con algún detalle ameno. No obstante, esta corrección se torna algo impersonal: falta rudeza en el segundo movimiento, no hay maldad en el tercero y el cuarto no logra disimular su retórica bombástica. Es como si esta Titán hubiese sido compuesta más mirando hacia el pasado que hacia el siglo XX, como sí lo logra Boulez en su lectura con la misma orquesta, no mejor que ésta, pero sí probablemente más interesante.

La Titán es una obra muy difícil y varios grandes han fracasado en sus intentos de abordarla. Abbado no logra entrar en el selecto grupo de quienes logran que esta Sinfonía diga sus secretos. Me refiero a Giulini-Berlín, Horenstein, Mitropoulos, cualquiera de Walter, Kubelik en vídeo, Ancerl, Neumann… quizá un sorprendente y modesto Joo. Digamos también que Chicago ha generado buenas Titanes, pero quizá ninguna sobresaliente. La lista incluye a Giulini en 1971, ésta de Abbado de 1981, la de Solti de 1983, Tennstedt en 1990, Boulez en 1998 y Haitink en 2007.

Esta Titán es para incondicionales de Abbado, para coleccionistas de la obra y para quienes quieren por primera vez oír una obra maestra. Para los demás, quizá habría que esperar la lectura con Berlín, que según el mismo Abbado superaba este primer intento en disco. Por mi parte, no me arrepiento de haberla sacada hace años de mis discos en formato físico, aunque gracias a Robertino tendrá su lugar esta vez en los archivos virtuales.

Una crítica oficial
Gramophone [3/1982]

Abbado's London performance of Mahler's First Symphony with the London Symphony Orchestra last year was a breathtaking experience. Allowing for the fact that the adrenalin cannot be expected to flow here quite as it did in the live performance, this recorded performance is poised, alert, and finely considered, with plenty of bite at critical moments. The change of orchestra does, nonetheless, leave some questions tantalizingly unanswered. Would Abbado's own orchestra, which has already made two classic recordings of the symphony (with Solti on Decca and Horenstein on Unicorn—RHS301, 12/69— nla) have brought a final degree of electricity to the sessions?

Live and on record, Abbado gives the impression of seeing the symphony as a whole, something which is reflected in the flow, literal and structural, of his tempos. Abbado plays the work's opening and the recapitulation of the opening at fig. 39 of the finale (in many respects the work's psychological centre) with sympathetic care. Dynamic levels are attended to with characteristic scrupulousness; instrumental voices are sensitively sifted and balanced by the digital recording.

In the first movement Abbado stresses the music's spring-like mood, its burgeoning sense of wonder. 'In the first movement the greatest delicacy" said Mahler to Schalk, and Abbado's reading is delicately evolved. My only slight reservation concerns the final climax. Horenstein, rivetingly, and Solti put rather more space round it, and although Abbado does not rush the coda out of all recognition as some virtuoso conductors do, he takes it close to the edge of tolerance. A sense of flow is evident elsewhere in the reading. After a steady-treading, idiomatic reading of the Landler, the Trio is played with an airy lightness which is a welcome change from the glutinous interpretations of some rivals on record. The finale's wayfarer theme is sensitively and fluently played, the portamento at fig. 16 delicately placed. The Funeral March is also sensitively attended to, though it is perhaps marginally less idiomatic than in the readings of Kubelik and Solti.

After the London performance, I imagined that the new recording might soar to the top of the selected comparisons. It doesn't quite do that; but it merits a place among them as an exceptionally alert and discriminating reading of the work.

Antes de Abbado, la Filarmónica de Berlín poseía –al menos- 4 registros de la Titán. Todos ellos tomados del vivo, salvo quizá el de Haitink de 1987. El registro que acá se comenta posee particular trascendencia, ya que corresponde al concierto con el cual Abbado asumía como titular en Berlín. El programa incluía también la Inconclusa de Schubert y Dämmerung de Wolfgang Rihm. Abbado volvería a dirigir la Titán con los berlineses en 1991.

Para testimoniar lo que he vuelto a oír en esta Titán no puedo estar más de acuerdo con la crítica publicada en su oportunidad por Gramophone en octubre de 1991. Así que dejemos que ella diga:

...you should hear this—another live performance, far more imaginative, atmospheric and tangible than Abbado's studio account with the Chicago Symphony (DG)... A quite extraordinary pianopianissimo sets the scene here. Every sound, every dynamic, adds to a heightened sense of expectation. Our wayfarer is relaxed and contented (who wouldn't be in the hands of the Berlin Philharmonic cellos?), a little subtle rubato coaxing the theme along like gestures of affection. Abbado's natureworld is fragrant indeed: listen to the muted horns before fig. 15 (9'52" onwards). Very beautiful, but just a shade self-conscious--as are the assorted tugs and ritardandos (all scrupulously chronicled by Mahler) in the long, slow crescendo to the climax of the movement... Parody is of course the order of the day in the bitter-sweet third movement, and here I think Abbado and his Berliners get the balance just right—gently grotesque in the funereal round, quirky in the café music, and prettily wistful (a real stories-around-the-fireside feel) as muted divisi violins steal in with the second subject. Marvellous refinement of texture throughout.

In the finale...Abbado begins arrestingly—shrieks of alarm from the high woodwinds, a real buzz of bow on string in the violins' feverish two octave ascent to tremolando high C. ...[H]e...adopt[s] a deliberate, even emphatic approach to this tumultuous allegro... Abbado...allows the great second subject to breathe in all the right places and [is] unforgettable as Mahler, the hero, alive to greet another dawn, takes that long backward glance just prior to the coda...



Así es, una lectura muy superior a la de Chicago. La orquesta se muestra portentosa y muy dúctil: el sonido de Karajan estaba ahí: denso, pastoso y estentóreo. Como en la lectura de Chicago, el primer movimiento es un modelo de equilibrio, pero acá llevado de modo más inspirado y como señala la crítica “atmosférico”. Al fin aparece la rudeza en el segundo movimiento y un toque de ironía en el tercero. En el final, Abbado desata la tempestad y hace que Berlín susurre y grite que da gusto. Hay que oír cómo la cuerda se impone a todo el tumulto y nos arrastra en sus figuras en la infartante coda. El público, con toda justicia brama.

No diré que me gusta más que la Titán con Giulini y la misma orquesta, porque esa es de otra dimensión, pero que al menos en vídeo puede ser “la” Titán, es posible (¿quizá Bernstein-Viena?)… sin duda lo es con Berlín si comparamos las prestaciones de Haitink y Rattle… y por eso es inexplicable que no esté en DVD.

En mi laser disc original (sí señores, alcancé a poseer el artilugio) se podía disfrutar el documental de la llegada de Abbado a Berlín (lo pasé a DVD hace años y lo regalé en su oportunidad). En una parte del ensayo, los berlineses se paran para tocar los cornos en la coda. Abbado se ríe y los hace tocar sentados. Esa era la tradición en Berlín, así que es probable que Rosbaud (1954), Giulini (1976), Bertini (1985) y Haitink (1987) la hayan respetado en sus sendas lecturas llevadas al disco. En otros vídeos con Abbado: Londres y La Scala, vemos a los músicos de pie.. quizá son registros posteriores a este concierto.

Como dato curioso, es probable que el CD esté editado a partir de los dos conciertos de Abbado, ya que en el laser disc (de estupendo sonido, por cierto) se aprecian fallas menores que no oí en el disco compacto (también con muy buen sonido, aunque en los tutti se pierde la claridad pasmosa del registro con Chicago).

La verdad, una Titán que puede estar entre las grandes. No es el Mahler por el cual me incline más a priori, pero por arrojo orquestal, por virtuosismo y por juvenil ímpetu, puede estar entre las grandes lecturas de la obra y sin duda, es uno de los Mahler de Abbado más redondos y plenamente recomendables.

Sinfonía 1
Orquesta del Festival de Lucerna. Registro de agosto de 2009: 18:38 / 7:32 / 11:29 / 22:09 (con aplausos). Para el comentario se usó el DVD Euroarts.



Tras su excelente lectura del concierto inaugural en Berlín, Abbado esperó 20 años para registrar nuevamente de modo oficial la Titán de Mahler, nuevamente en vídeo (la de Berlín jamás pasada a DVD). Como era de suponer las expectativas eran grandes… pese a que la crítica trató bien esta Titán (“Fanfare” incluso la puso sobre la de Berlín), me parece que dichas expectativas no se cumplieron. No se trata solamente de que el enfoque sea distinto. Mientras en Berlín, el halo romántico impregnaba la sinfonía y le otorgaba calidez, generosidad y auténtica grandeza, acá la lectura se vuelve más minimalista, más detallada, menos extrovertida. Es como si se reunieran las cualidades de Chicago con algo de la libertad expresiva que logró en Berlín. Pero algo falla. Quizá sean los detalles demasiado machacones que no logran –acá me crucificarán- quitar la sensación de que la orquesta suena desarmada en varios pasajes (la diferencia con Berlín es aplastante en este sentido)... en esta Titán, cantan los pájaros y lo hacen con buena letra, pero están lejos de la sensación panteísta de Giulini o de la atmósfera que logra el mismo Abbado en Berlín. En el segundo movimiento, acierta al quitarle el feo ralentando inicial que usaba en Berlín, y todo muy virtuoso, pero extrañamente distante y frío, pese a que intenta algo de rusticidad. La Marcha Fúnebre, muy bella ella y tan correcta, pero como ya dicha tantas veces. Solamente al final Abbado se crispa y me parece que logra generar una sensación de verdadero expresionismo, lo que no es menor, si se considera tanta charanga vacía que impregna este movimiento.

Les diré que esta Titán la he visto al menos unos 5 veces y no me gusta, salvo por el final que se vuelve creíble en manos de Abbado. Del resto puedo admirar ciertos detalles, ciertos aciertos y sin duda es una lectura respetable, pero lejos de todas las que sabemos y me parece que Abbado lo hizo mejor y de modo más coherente con Chicago y Berlín.

Como curiosidad, Abbado dirige sin batuta y esta vez sí hace que cornos se paren en la coda.

No se pierdan el Concierto 3 de Prokofiev, dirigido soberbiamente, si lo comparamos con Rattle en su reciente lectura con Lang-Lang. La pianista muy correcta, ni bombástica ni sensacional, pero muy bien acoplada a la dirección de Abbado.

Algunas reseñas críticas, particularmente mal hechas de este video.

BBC  David Nice
This is a concert of which I’m most proud and honoured to say ‘I was there’, at least for the Mahler First Symphony. As I wrote at the time, if the composer had died after writing this, you’d imagine – from Claudio Abbado’s performance with his good-looking once-a-year superband, at least – that his mission on earth was already perfected.

Skilful camerawork reinforces the five moments that instantly brought tears to my eyes: the two sudden emotional fillips just before the horns enter in close harmony during the opening and development sections of the first movement, the muted violins bringing in the lullaby at the heart of an incredible funeral procession – you can see Abbado conjuring the infinite diminuendo that leads into it – and the sudden blaze of brass ushering in the final ‘triumphal’ (horns standing for the most exhilarating symphonic conclusion imaginable).

Abbado’s rubato reaps wonders in the songs and country dances, but it’s in the finale that he dares most. No wonder the audience goes wild. The film rightly takes the ovation through to Abbado’s last appearance after the orchestra has left the platform.

Much was expected of young Yuja Wang’s Lucerne debut in the Prokofiev Third Concerto, but the shadow of Abbado’s one-time concerto partner Martha Argerich loomed too large: Wang has the lightness and the spring, but not the temperament nor a visible pleasure in teamwork.

What a pity we don’t get her two encores on the night I attended, the Danse Russe from Stravinsky’s Petrushka and a phenomenal Cziffra transcription of Rimsky-Korsakov’s Flight of the Bumble Bee. No extras here either, but the Mahler is not to be missed.


FANFARE: Christopher Abbot

This DVD presents two quite disparate works, but each is worth the price of admission on its own. These live concerts from the Lucerne Festival are an opportunity for Abbado to revisit his repertoire, and for us listeners to savor the resultant performances. The video picture is high-definition quality, and the sound production is available in PCM stereo and DTS or Dolby surround sound.

The Prokofiev appears first on the program. Abbado, a Prokofiev specialist of impeccable credentials, last recorded the Third Piano Concerto in 1993 with Evgeny Kissin for DG (his 1967 performance with Martha Argerich is an acknowledged classic). With the exhilarating Yuja Wang, the athletic and sprightly characteristics of the music are most prominent. The first movement is taken at a brisk tempo, its rhythmic energy and trenchant attacks tossed off with aplomb by the diminutive dynamo at the keyboard. The more contemplative music at the heart of the movement isn’t subject to the same treatment, though, and Wang is just as convincing here as well. At the conclusion of the scintillating coda, the pianist casts a puckish smile at the conductor.

Taking her cue from the rhapsodic central theme of the first movement, Wang delves just as deeply into the music of the second movement, which enters the same shadowy world as the Second Concerto, particularly in the Andantino meditativo . Any tendency toward schmaltz is negated by the martial strains of the orchestra, played with precision by Abbado’s hand-picked band. The finale returns us to the bright-hued circus world of the first movement. Wang’s no-nonsense performing demeanor is admirable; one marvels at the commanding presence of this 23-year-old, whose undemonstrative technique lends a deceptively effortless quality to her playing.

This interpretation is (apparently) primarily that of the soloist: Abbado appears to defer to her, looking over his left shoulder in the direction of the pianist quite frequently. The sound is sparkling and clear, the piano dead center in the mix but not overly prominent, well integrated into the orchestra.

Abbado has all but completed his survey of the Mahler symphonies with the Lucerne orchestra in this video series, begun in 2003 with the Second (a Ninth performed by the Gustav Mahler Youth Orchestra is a sort of step-relation to the others); all that remains is the Eighth, a festival work if ever there was one. Those readers who are familiar with Abbado’s Mahler series with the Berlin Philharmonic on DG (or his older one, featuring several orchestras, also on DG) will know what to expect here: a unique approach to the works that combines the best elements of the more objective styles of Haitink or Boulez with the emotional impact of Bernstein or Tilson Thomas. The musicians who comprise the Lucerne Festival Orchestra are the equals of just about anyone you could name, and they obviously relish their performances with Abbado, their founder and mentor.

Abbado is clearly in his element, basking in the sunny glow and infectious energy of the first two movements of the Mahler symphony. He now conducts sans baton, and appears to be dancing with the orchestra as much as leading it. As with the other performances in this series, Abbado puts his whole body and spirit into his conducting; in comparison to the (quite fine) Mahler recordings with the BPO, there is a vitality and depth to these versions from Lucerne that makes them among the most compelling to be had in any medium.

If you’ve been following this series on EuroArts, you will need no further incentive to add this new volume to your collection. If either of these works is tempting, you should consider purchasing this DVD; you won’t readily find performances to surpass those on offer here.

Existen un par de Titanes con Abbado en vídeo, que no aparecen editadas oficialmente.

en ambas el sonido es malo. El concepto en ambas se asemeja más al de la lectura con Chicago.

Una con Sinfónica de Londres... me parece que en Japón
(¿la misma de 1983 que no conozco en el sello Lucky Ball?, ¿o la que formó parte de los conciertos alabados por la revista Gramophone a raíz de la grabación con Chicago en 1981?)

El otro registro es con la Orquesta de La Scala (también en los 80)... 

No conozco el primer registro de la Resurrección con Abbado, ese que es testimonio de su Mahler de Salzburgo de 1965. Se trataría de una de las apariciones que lanzó a la fama al maestro italiano... Si alguien lo tiene (existe en al menos tres sellos, ninguno al parecer muy oficial), creo que es la ocasión de compartirlo.

Tras oír esta Resurrección de Chicago, me ha despertado un gran interés ese Mahler anterior. La razón es muy simple: No había vuelto a escuchar este registro desde hace al menos unos quince años y he aquí que me encuentro con una grabación muy bella de la partitura mahleriana. No es que Abbado haga una aproximación monumental o idiosincrática. Esto no es ni Klemperer, ni Scherchen, ni Fried, ni Walter ni Haitink. Abbado deja que la música hable por sí misma, no fuerza nada, no enfatiza nada, se aleja de toda retórica, de todo intento manifiesto por emocionar al auditor y  lo sorprendente es que su lectura es de una calidez y de una efusividad exactas. En sus manos, los movimientos extremos de la gigantesca partitura (que a mí siempre me han parecido algo cargantes) fluyen como gran música: el color exacto, el fraseo justo. Y en todo esto la Sinfónica de Chicago en su mejor forma, superando al posterior registro con Solti de 1980 y es probable que tampoco siendo superada en su registro con Haitink de 2008.

Agreguemos los buenos desempeños corales y vocales. Con una Horne que en lo personal no me gusta nada, pero que es autoridad... Gran Segunda. Quizá no remezca la discografía, pero ya quisieran varios registros actuales acercarse a este grado de elocuencia, simpleza y belleza… Iré por el LP.

Una crítica de Brian Wigman en http://www.classical.net/music/recs/reviews/d/dgg53037a.php

The Second fares noticeably better. The Chicago Symphony is far more reliable in this music than their Viennese counterparts, although even in 1977 the orchestra hardly needed to record more Mahler. No matter, this is much more satisfying than the Fourth. Abbado favors broad first movement tempos aided by some outstanding playing. Brass is superb, but every section deserves credit. Dynamics actually exist in this recording, and Abbado thankfully utilizes the excellence in front of him. Perhaps it's not the "best", but it certainly is one of the better Seconds to come out of Chicago. I still think that Walter, Bernstein and others bring more to the table, but this is at the very least a worthy testament to a great orchestra and chorus. Taken as a whole over time, Abbado's accomplishments on disc are startlingly uneven, and while this set confirms that, it also demonstrates clearly what an abundance of talent was (and still is) on display. At budget price, this is worth looking into to celebrate what was…and could have been.

Sinfonía 2
Stefania WOYTOWICZ, soprano / Lucretia WEST, contralto / Coro de la Ópera de Viena / Filarmónica de Viena. Registro del 14 de agosto de 1965: 20:55 / 10:17 / 10:45 / 4: 43 / 32:56 (con aplausos). Para el comentario se usó un registro cedido por Psanquin.

Este registro de Abbado posee su leyenda. Se supone que conserva uno de esos conciertos que catapultó al estrellato internacional al maestro italiano. Se trata además el primer registro mahleriano que se conserva con Abbado, quien entonces contaba con 32 años.

El sonido del registro es seco, muy típico de los registros radiales de entonces, pero posee muy buena definición, lo que permite apreciar los detalles. Las voces, además, las registra de modo satisfactorio.

Que la Filarmónica de Viena pifie que da gusto solamente es índice de que la música de Mahler en 1965 no era un caballo de batalla como lo es ahora hasta para orquestas de provincias. Si obviamos patinazos varios en metales y ciertos desajustes en demás familias, oiremos una orquesta de sonido general espléndido que sigue con bravura a un extrañamente fogoso Abbado. A mí me encantaron los timbales –que siempre me han gustado con Viena-, captados de modo casi invasivo por la expuesta toma sonora, en especial en el tercer movimiento y en los pasajes fortísimo del primero en que el análisis de Abbado llega a ser sorprendente. Como en su posterior registro con Chicago, acá los puntos altos son el dramático y apasionado primer movimiento y también un final dicho con fiereza y entusiasmo. Los centrales: directos, sin retóricas y muy bien armados. Quizá el punto más bajo sea un decepcionante Urlicht.  Dicho sea de paso, Abbado cantó en la Segunda con Scherchen en Viena (esto según el mismo Abbado... también recordado por Zubin Mehta), quizá fue en la misma función en que la solista fue la misma West, muy superior en el registro con el maestro alemán.

Mi veredicto final es que es un registro histórico que capta una función llena de estamina. Para un concepto más equilibrado y mejor sonado, más trascendente en líneas generales, el de Chicago en estudio es más aconsejable.

Sinfonía 2
Cheryl STUDER, soprano / Waltraud MEYER, contralto / Arnold Schönberg Chor / Filarmónica de Viena. Registro en vivo de noviembre de 1992: 22:25 / 10:33 / 11:43 / 5:27 / 37:06. Para el comentario se usó un registro en CD DG.

Este registro es extraño: Está muy bien grabado, la Filarmónica de Viena suena maravillosamente, la Meyer canta un emotivo Urlicht, el coro está estupendo… pero quizá sea la peor Segunda que haya grabado la distinguida agrupación orquestal. En efecto, más allá de errores puntuales, de pifias y soluciones discutibles, las demás lecturas presentan más intención, más riesgo, más atmósfera, más vida. Con esto me refiero a las Walter (48), Scherchen (58), Klemperer (63), el mismo Abbado (65), Mehta (75), Maazel (83), Levine (89), Kaplan (2002), Boulez (2005). Pocas veces oiremos un tercer movimiento más prescindible, paradójicamente seguido de un Urlicht lleno de intención. En el final, nos sorprende la calidad del coro, pero Abbado es de una distancia y de una corrección casi ofensiva. Lejos, muy lejos de su recreación anterior de 1965, menos perfecta, pero dando cuenta artística de la obra.

Ya está dicho, con sus méritos, esta lujosa lectura es un lunar en la discografía de Abbado, de la orquesta y de la obra. Quizá sirva como primera aproximación, para que aquellas que le sucedan brillen con el impacto emocional que debe tener cualquier Resurrección que se precie de tal.