Una especie en extinción: Tiendas de CDs

Ciertamente

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Poco a poco; con calma podemos ir recueprando información y fotos dispersos en otros hilos; por ejemplo el reciente tuyo de Donosti.

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Sí, las tiendas de discos son una especie en fase de extinción. Internet está terminando con ellas, como con tantas otras cosas. Pero la vida es así: renovarse o morir!

Sí, es como un tren que no se puede parar. O te subes a él o te lleva por delante

¡Buenas! Hace un montón que no me acerco por aquí, así que aprovecho para saludar.

En cuanto a este tema de las tiendas de CDs, la verdad es que yo soy de los que no las va a echar nada de menos, porque soy un decidido fan de Internet y la innovación tecnológica. En alguna ocasión me tuvieron su cierto encanto, por ejemplo cuando en El Corte Inglés había mucha más cantidad y variedad, o cuando fui a Madrid Rock en una ocasión y vi una enorme cantidad de material. Pero fue un encanto muy efímero, y sobre todo ligado a mi época inicial como aficionado, donde cada visita al comercio significaba exploración y descubrimientos. Una tienda que sí inspiraba cierto encanto era Discos Bambuco, en La Coruña. Aunque era pequeña, subías las escaleras y entrabas en el piso dedicado a la música clásica, con sus cuadros, pósters y un disco siempre sonando, había tertulias, cierto ambientillo... Y te pedían los discos que quisieras por catálogo.

Pero la verdad, en mi opinión, con la aparición de Internet, toda nostalgia es insignificante comparada con las nuevas ventajas. Nunca como antes tuve tanto acceso al mundo de la música clásica como ahora:

- Tiendas virtuales (amazon, jpc, etc.) con casi todos los discos que hay en catálogo actualmente, y muchos de los antiguos.

- Páginas, blogs, foros como este, donde entras en contacto con gran cantidad de aficionados y profesionales, que antes sólo podías leer en libros o revistas sin derecho a réplica.

- Incluso tiendas de segunda mano (hay un montón en amazon.com), donde se pueden conseguir gran cantidad de discos descatalogados en buenas condiciones.

- Páginas oficiales de orquestas, intérpretes, festivales y casas discográficas, con todo tipo de información y catálogos siempre actualizados.

- Etc.

El siguiente paso es la desaparición del soporte físico y la descarga directa. Con los discos duros y servidores multimedia, tampoco voy a echar de menos el CD, aunque de momento, tiene muchas más calidad el CD que el mp3, o el DVD que los archivos avi, las líneas de conexión siguen siendo lentas... Todo llegará.

Un abrazo a tod@s,
Pablo (Búho, mi nombre "artístico" ).

Una alegría leerte Búho; abrazos también para ti. Es imposible no estar de acuerdo contigo pues los avances tecnológicos que comentas y que todos disfrutamos ofrecen a los melómanos tantas ventajas y atractivos que difícilmente puede uno echar en falta el modelo de hace menos de veinte años.

Pero creo que es un error plantear la cuestión en estos términos; como una disyuntiva entre un pasado frustrante y un presente-futuro de ensueño. Yo sí echaré de menos que los CDs desaparezcan y que las tiendas como la que has citado hayan pasado a ser historia. Nada me puede compensar su desaparición; por impresionantes que sean los nuevos adelantos tecnológicos. Y es que a mi juicio no se trata de compararlos con la situación anterior, no se trata de poner en una balanza el mundo digital frente al mundo real ¿Por qué contraponerlos? No tienen nada que ver uno con otro. Un CD es mucho más que unos y ceros de la misma manera que una tienda de música clásica como las que en estas páginas comentamos es mucho más que una interface informática. No por haberse inventado el automóvil desapareció la bicicleta. Y seguro que en la época más de uno la condenó a la desaparición inminente.

Bienvenidos los nuevos adelantos tecnológicos, pero por favor, sin que estos no se lleven por delante una parte fundamental, sustancial de nuestra cultura, de nuestra esencia.

Llevándolo a otro terreno; no puedo dejar de contar el caso del ajedrez, que más de una vez ha sido comentado en el foro. Con la llegada de la revolución informática en un principio el ajedrez parecía un terreno vedado a los computadores. Los aficionados respirábamos con alivio; la creatividad de los humanos no podía ser superada ni incluso por los procesadores más potentes, diseñados ex profeso. Pero con el paso de una década a base de fuerza bruta, cálculo y cálculo indiscriminado pero aplastante, la realidad es que uno puede tener en su PC un programa con una fuerza de juego superior a cualquier campeón del mundo. Es un sueño de antaño hecho realidad; poder jugar sin salir de casa con un Alekhine, un Fischer, un Kasparov.

No sólo eso; ahora todos jugamos en casa con gente de cualquier parte del mundo; de Bangla Desh, de California, de Argentina... ¿Se pueden echar de menos los tiempos de Bambuco? Pues la respuesta es sí ¡y mucho! En Coruña había un café que tal vez conozcas, el Café Marfil, típico café donde se reunían jugadores de ajedrez, dominó, parchís, etc. En todas las ciudades los había; en pasado, pues como las tiendas de CDs están en inevitable extinción. El Marfil de hecho cerró hace unos años; una pérdida impagable. Una partida de ajedrez allí era mucho más que mover madera; eran las tertulias, amigos, conocidos, polémicas, discusiones, ligues, era en definitiva todo un mundo, una escuela de vida. Antes de desaparecer ya había perdido algo de su predicamento; los programas de ajedrez y el ajedrez por internet se estaban llevando a las tristes cuatro paredes de casa a los ajedrecistas, inevitablemente embaucados por las nuevas posibilidades que se abrían.

Pero pasados unos años la realidad ahora es que casi ningún ajedrecista quiere jugar con un software implacable, más infalible que Kasparov, ni jugar con un desconocido en Chiquitistán al que no le puedes ni dar la mano, ni ver la cara, ni incluso saber su nombre pues se esconde detrá de un nick (vaya, igual que en los foros).

Aquí en Coruña cuando nos encontramos los ajedrecistas en algún torneo siempre echamos unas lágrimas por el fenecido Marfil y soñamos que al menos algún día el mundo digital nos compense de verdad alcanzando tal sofisticación que nos pueda hacer revivir un café como áquel.

Pues es ese es mi argumento; bravo por el mundo digital pero nos nos dejemos subyugar por sus cantos y encantos de sirena; busquemos fórmulas que nos permitan preservar lo mucho y bueno del mundo de ayer.

Digo bravo pero releyendo esto debería decir ¡¡maldito mundo digital!! ¿Pero qué demonios hago con una mañana como esta escribiendo estas cosas en casa? No era mejor verse y hablar dando un paseo o disfrutando de un día radiante [Bueno, la verdad es que tengo a media familia con gripe; sino ya me habrían arrancado el ordenador de las manos]. Pues eso, a ver si un día quedamos en algún concierto de la Sinfónica que seguro será mucho más agradable ¿Vas a ir a la Segunda de Mahler de octubre?

Psanquin escribió:Pues eso, a ver si un día quedamos en algún concierto de la Sinfónica que seguro será mucho más agradable ¿Vas a ir a la Segunda de Mahler de octubre?

Me temo que esta vez no será posible, pero descuida, cuando vaya a ver algún concierto te lo haré saber, a ver si tenemos oportunidad de conocernos en persona.

del Río escribió:Muchos de mis mejores amigos en la actualidad los conocí en una tienda discos, así que imagínate.

Pues yo a vosotros os conocí por Internet.

Búho escribió:Me temo que esta vez no será posible, pero descuida, cuando vaya a ver algún concierto te lo haré saber, a ver si tenemos oportunidad de conocernos en persona.

Será un placer

Creo que había otro hilo dedicado específicamente a las tiendas de CDs... pero no lo encuentro

Había prometido algún mensaje sobre nuestro viaje a Italia y será precisamente sobre algunas de las tiendas milanesas. Curiosamente, a pesar de viajar al país musical por excelencia, hacía tiempo que no hacíamos un viaje menos musical, tanto en Mahler como en conciertos. No había mucha oferta esos días; y por encima estuvimos a salto de caballo entre Venecia, Milán y la Liguria. Únicamente una canción de la tierra en Milán en versión, no Vicente Calderón, sino justo lo contrario, camerística. Pero Venecia pudo más que Mahler... esta vez.

No hubo conciertos pero al menos parte de las dos mañanas que tuvimos libres en Milán las dedicamos al cada vez más anacrónico vicio de las compras de CDs. Algunas tiendas revisitadas, otras nuevas; aprovecho para agradecer a Ritter la información que me envió previamente tanto de tiendas de música como de librerías -el Mahler de La Grange fue compra obligada!



La primera visita fue a una tienda para mi desconocida: La Bottega Discantica en Via Neroni. Digna de verse. Nos pareció una espléndida tienda con unos fondos espectaculares, perfectamente ordenados y clasificados. De su nivel basta decir que fue la primera vez en mi vida en que pude ver en una tienda la descatalogadísima integral de De Waart. Cuando pregunté el precio entendí porque aun no la habían vendido ¡¡350 euros pedían por ella!!



Pero eso caracteriza a la tienda, los altos precios. Bueno, ¡¡y que estos nunca figuran en DVDs, CDs!! El cliente se ve obligado a molestar a los por otra parte amables señores que llevan la tienda. Pero es que la sensación es que se trata de una tienda en la que el precio es lo de menos. Lo importante es que el cliente encuentre el CD que busca; su precio es una cuestión secundaria. Esto es posible en ciudades cpomo Milán que reunen la doble cualidad de tener un altísimo nivel económico con una gran afición musical. Una chica llegó preguntando por la caja de Schumann de la DG que quería regalar y al momento la satisfacieron. Pagó el doble de lo que cuesta en amzon o en una rebaja FNAC, pero eso no parecía importarle lo más mínimo.

Al final por la lata que habíamos dado -uso del toilette incluido- nos llevamos algo, aun conscientes de que pagaríamos varios euros más que en cualquier otro sitio. Compré así la Tercera de Gielen con la DSO Berlín en Altus a 33€. En fin, fue la contribución simbólica a un tipo de negocio que tal como está planteado está en peligro de extinción, incluso en una ciudad como Milán.





Otra visita obligada es la tienda de Ricordi en las célebres galerías Vittorio Emmanuelle. Aunque nos habían dicho que estaba en horas bajas la vi tan floreciente como en una anterior visita. Allí me llevé la previsible sorpresa de encontrarme el mismo CD de Gielen pero 6 euros más barato. Lejos de desanimarme me hice con varios Mahler ausentes de mi colección a precio razonables, entre ellos la propia Sexta de Gielen en Altus, la Quinta de Stenz con Melbourne o la Décima de Wigglesworth con la misma MSO. La tienda estaba repleta de ofertas muy interesantes y el fondo es amplísimo. Muy recomendable.

Debido a falta de tiempo no visitamos Stradivarius que ya no se localiza en el centro sino en las afueras. Con ganas me quedé, pero era realmente imposible.

Una tienda que sin embargo pasará desapercibida para el viajero es Mondadori Multi Media en Corso Vittorio Emmanuelle (no en la galería sino un par de manzanas más allá). Y sería una pena pues ofrece en su planta baja una selección más modesta a base de auténticos chollos; con precios dignos de amazon.es. La caja de sinopoli en DG era compra obligada.



Y por supuesto la tienda de la Scala, con una selección mayoritariamente barenboiniana pero también con precios interesantes.

No visité las tiendas FNAC pues según parece están venidas a menos. De hecho fue sorprendente leer en la prensa que al no encontar comprador FNAC Italia va a cerrar próximamente todas sus tiendas. Humm, me temo que en España pronto sucederá lo mismo.

Diablos, Pablo, ¡cómo vives!... imagino que, apurando la existencia así, pensar en que algún día ésta se acabe debe ser un fastidio terrible... A otros, ya tanto nos tiene...

...la pared cedeizada que todos querríamos ver en el salón de casa; bueno, todos menos Arteaga, que se quedaría pensando '¿dónde se han llevado la mayoría de mis discos?'

Paco Yáñez escribió:Diablos, Pablo, ¡cómo vives!... imagino que, apurando la existencia así, pensar en que algún día ésta se acabe debe ser un fastidio terrible... A otros, ya tanto nos tiene...

Pues sorprendido me ha dejado tu comentario Paco. La vida es igual de trágica para todos los humanos sin excepción. Algunos genios como Beethoven o Mahler consiguen al menos sublimar ese conflicto en obras maestras; ojalá hubiesen vivido más, aunque al menos pudieron decirnos lo que necesitaban y querían expresar. Pero de esos ejemplos a visitar unas tiendas de CDs hay un trecho

En cualquier caso siempre estará Lagarde para recordar que no debemos compadecernos y que en otros continentes hay gente que sufre verdaderamente

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...ya sabéis aquello del sentimiento trágico de la vida; en mi caso es perenne. En todo caso, no creo que todos los sientan trágica por igual, como tampoco ama la música todo el mundo 'por igual'. Abrazos

Después diréis que soy pesimista... El apocalipsis está ahí, a la vuelta de la esquina. Lo que para la mayoría de medios sucederá dentro de 4.000 millones de años, para La Voz de Galicia sucederá en sólo 4.000, casi nada... Yo, que tenía acceso a esta información tan sensible, ya lo venía sufriendo...

http://www.lavozdegalicia.es/noticia/sociedad/2012/06/02/tierra-sobrevivira-colision-via-lactea/0003_201206G2P28991.htm

...olvidaos de vuestras tiendas de disquitos, hasta de las que venden on-line, al menos en esta galaxia

Paco Yáñez escribió:Después diréis que soy pesimista... El apocalipsis está ahí, a la vuelta de la esquina. Lo que para la mayoría de medios sucederá dentro de 4.000 millones de años, para La Voz de Galicia sucederá en sólo 4.000, casi nada... Yo, que tenía acceso a esta información tan sensible, ya lo venía sufriendo...

http://www.lavozdegalicia.es/noticia/sociedad/2012/06/02/tierra-sobrevivira-colision-via-lactea/0003_201206G2P28991.htm

...olvidaos de vuestras tiendas de disquitos, hasta de las que venden on-line, al menos en esta galaxia

¡Ya quisiera la SGAE que duraran las tiendas de discos 4.000 millones de años!!!

A mí, lo que realmente me preocupa es por dónde andará la prima de riesgo dentro de 4.000 millones de años...

Tal y como os comenté anoche en el hilo de Novedades Discográficas, el martes estuve en Londres, y en un rato libre que tuve, me acerqué a Harold Moores Records, en Great Marlborough Street. Esta tienda, de un encanto muy británico, es un auténtico paraíso. No había estado ahí desde el año 2006, pero poco ha cambiado; el personal muy informado y agradable (el encargado, al pregunatrle sobre un recital de Dawn Upshaw, me empezó a hablar en términos muy elogiosos de esta sporano, y de lo encantadora que era en persona).

Aqui dos fotos de la tienda (fachada e interior):





Los CDs están dispuestos en un orden peculiar...la mayoría de las obras, geográficamente ("compositores alemanes", "compositores freanceses", etc.) y dentro de cada país, por orden alfabético. Los "pesos pesados" (los Beethoven, Brahms, Bruckner, Debussy, Stravinsky, etc.) tienen una sección específica cada uno (fuera de la asignación geográfica antes mencionada), y lo mismo pasa con la ópera, los recitales de cantantes, colecciones de intrumentistas y directores. La parte central la ocupa una riquísima selección de música contemporánea... Mis compras el martes: El DVD de DkL y Berg con Boulez de reciente aparición, otra recentísima reedicón de obras de Birtwistle con Boulez en Decca, Madonna of Winter and Spring y otras obras de Jonathan Harvey en Nimbus, Palimpsests de George Benjamin tmanbién en Nimbus, recital de Dawn Upshaw (Messiaen, Fauré, Debussy) en Nonesuch, y otro recentísimo CD de obras de cámara de Ernst Krenek en el sello Toccata.

De Londres viajé en tren a Bruselas, y en otra horita libre que tuve, visité La Boite à Musique, en el Mont des Arts. Otra tienda con un encanto especial, y que por alguna razón siempre tiene las novedades algo antes que el resto del mercado. Ahí cayó una auténtica rareza: un recentísimo doble album con El Pájaro de Fuego, Petrushka y la Consagración de Stravinsky en Melodiya...lo curioso es que el Petrushka es un concierto con la orquesta del Conservatorio de Moscú bajo Pierre Boulez (del año 1990). También tenían el descatalogado álbum "A Tribute to Hermann Scherchen" de Tahra (5 CDs con obras de Krenek, Schoenberg, Bartok, Bach, Prokofiev, Kalinnikov, etc.), a muy buen precio.





Saludos,

Bravo por el reportaje Ritter

¡Larga vida a las tiendas de clásica!

Se me olvidó comentar que antes de ir a Harold Moores, entré en el HMV de Oxford Street--pues me quedaba al lado de la boca del metro--, que también hace años que no pisaba....Muy grande, sí, pero sin nada "especial" (no sé como decirlo mejor ). Eso sí, al preguntar por el disco de Birtwistle, el encargado de HMV me dijo sin titubear: "se nos ha agotado, pero vaya a Harold Moores, que ahí seguro que lo tienen"

Saludos,

Ritter, a eso se le llama aprovechar el tiempo...