Viaje a Munich
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Todtenfeier
Psanquin
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Viaje a Munich
Abro este hilo para recoger una pequeña crónica mahleriana de nuestra reciente visita a Munich. En esta ocasión el motivo no era estrictamente musical; aprovechamos una semana de vacaciones para visitar a unos amigos que están allí de estancia ¡Pero casi sin quererlo Mahler siempre acaba convirtiéndose en protagonista!
Casualmente coincidió que en el Deutsche Theater Museum se estaba presentando la magnífica exposición Gustav Mahler in Wien und München. Por otra parte tuvimos la ocasión de asistir a un concierto mahleriano. Era mínima la oferta de esos días pero afortunadamente el único concierto orquestal era mahleriano. Pero eso no significa que la vida musical de la ciudad se detenga en verano y como ejemplo estos carteles de conciertos inminentes colgados al lado de nuestra casa y que sin dudarlo recomendamos a nuestros amigos.
Viernes, sábado y domingo la Filarmónica de Munich interpretaba una Quinta, dirigida por un joven y poco conocido director, Juraj Valcuha. Tras no pocas dudas antes de partir, al final nos animamos a ir. Fuimos al concierto matinal del domingo 27. Y como suele suceder en estos casos ¡resultó muchísimo más atractiva de lo esperado!
Por el mismo precio estas crónicas mahlerianas incluirán también una referencia a una asignatura que tenía pendiente, visitar el pabellón del estreno de la Octava y a nuevas experiencias en la caza y captura de tiendas de CDs muniquesas.
I. Siguiendo el orden cronológico empiezo esta primera entrega por la exposición Gustav Mahler und Wien. Estaba alojada en el Deutsche Theatermuseum junto a los Hofgarten, muy cerquita de la Herkulessaal; en una de las galerías del amplio edificio que bordea la Galeriestrasse.
La entrada era muy económica, 4 euros. Aunque se trataba de un viernes por la mañana había bastante gente visitando la exposición. El mayor chasco fue que estaba terminantemente prohibido el realizar fotos. Por otra parte la iluminación era ligeramente oscura, imagino que para preservar de los rayos de luz los originales expuestos. Y es que el principal aliciente de la exposición es el ofrecer una ingente cantidad de material original. Aunque la mayor parte del mismo está recogidos en libros, documentales, webs, etc. la emoción que produce ver cartas manuscritas, retratos, objetos, posters, acuarelas, trajes... del propio Mahler o vinculados con él, es realmente especial.
Es una que pena el mechandising era mínimo. Únicamente el poster de la exposición y un interesante y detallado catálogo editado por Reinhold Kubik y Thomas Traubitsch con el listado completo de los objetos exhibidos y un buen número de artículos originales de muy variada autoría. Especialmente recomendable el artículo del propio Kubik y nuestro amigo Brenner, elaborado a partir del libro de ambos, Mahler Welt. Una pena que no fuese bilingüe, únicamente Deutsch.
También se podía adquirir un curioso pendrive -costaba 20 euros- con una integral a base de versiones libres de derechos en formato MP3 ¡Nos pareció una muy mala idea! Hubiese sido mucho más interesante editar un CD conmemorativo con una buena presentación a la altura de la exposición, que uno –aunque ya tenga las versiones- compraría como recuerdo. Me temo que los que comprasen este Pendrive ¡de diseño bien sobrio! acabarán formateándolo tras pasar los archivos a un PC.
Sin detenerme mucho en una descripción minuciosa de la exposición contar que tras cruzar el umbral de recepción se entraba en una curiosa sala montada por la Universal Edition con las paredes decoradas con una veintena de monitores con auriculares en los que se proyectaban simultáneamente las entrevistas a los directores de orquesta que a lo largo de estos meses han ido apareciendo en su blog mahleriano, bien conocidas en el foro. Un director por monitor; todo un homenaje a las batutas mahlerianas del momento. Es triste decir que no estaban todos los que eran. Se echaba en falta una de las entrevistas de la UE ¡Me temo que la de Josep Pons! No comment!
A continuación recorrimos la planta baja con vitrinas, expositores, carteles, etc con referencia a los años pre-Hofoper de Mahler. Notas colegiales, primeros programas de concierto, todo en preciosos originales... así como reproducciones a gran escala. En el plano multimedia se ofrecía una proyección “Videopanorama” sobre una pantalla semicircular de una artística animación basada en Das klagende Lied. La autora se llamaba Claudia Rohrmoser. Nos emocionó; muy expresionista y dramática, la música era el final de Hochzeit en la versión original dirigida por Nagano. Es curioso como la imagen resaltaba la modernidad y el impacto de esta música a veces injustamente despreciada.
En la escalera que conducía a un entresuelo y a la planta superior lucía un amplio poster de Mahler. En esta entreplanta se exhibían nuevos objetos que daban paso a la planta superior; dos grandes salas de muy variado contenido. Muchísima información sobre la Viena de la época, trajes, diseños, posters, programas... En comparación, la vinculación mahleriana con Munich estaba mucho menos representada. Previsible, aunque estando en estando en la propia ciudad no muy justificable.
Nueva proyección multimedia, en esta ocasión ilustrando el Adagietto. En este caso decepcionante; nos pareció muy hortera y convencional. Por si fuera poco a Maga al momento le horripiló lo malo del audio. Leyendo los títulos de crédito no me sorprendió ver que se trataba de la versión de Norrington.
En la última sala me llamaron la atención por ejemplo los informes médicos sobre la enfermedad de Mahler. Originales mecanografiados la mayoría inéditos. Pero muchísimo más material; la batuta de Mahler, sus gafas, de los varios bustos de bronce de Rodin el que Alma Mahler conservó y donó a la ciudad de Viena en los años treinta ¡Impactante! Y muchísimos paneles con abundante información expuesta de una forma atractiva.
Y una última proyección Videopanorama, el final de la Octava ¡En este sentido fuimos de mal en peor! Se trataba de una animación abstracta muy, muy pobre, por encima estaba increíblemente interrumpida en plena coda orquestal. Aun así la vi dos veces.
No he comentado que al ver que un chico japonés hacía alguna foto impunemente me animé a realizar alguna discretamente. Son todas las que aquí muestro.
Tras firmar en el libro de la exposición nos despedimos comprando el poco material disponible. Aunque estuvimos casi un par de horas, no nos importaría volver a disfrutarla. Una visita muy recomendable ¡Felicidades a los organizadores!
Casualmente coincidió que en el Deutsche Theater Museum se estaba presentando la magnífica exposición Gustav Mahler in Wien und München. Por otra parte tuvimos la ocasión de asistir a un concierto mahleriano. Era mínima la oferta de esos días pero afortunadamente el único concierto orquestal era mahleriano. Pero eso no significa que la vida musical de la ciudad se detenga en verano y como ejemplo estos carteles de conciertos inminentes colgados al lado de nuestra casa y que sin dudarlo recomendamos a nuestros amigos.
Viernes, sábado y domingo la Filarmónica de Munich interpretaba una Quinta, dirigida por un joven y poco conocido director, Juraj Valcuha. Tras no pocas dudas antes de partir, al final nos animamos a ir. Fuimos al concierto matinal del domingo 27. Y como suele suceder en estos casos ¡resultó muchísimo más atractiva de lo esperado!
Por el mismo precio estas crónicas mahlerianas incluirán también una referencia a una asignatura que tenía pendiente, visitar el pabellón del estreno de la Octava y a nuevas experiencias en la caza y captura de tiendas de CDs muniquesas.
I. Siguiendo el orden cronológico empiezo esta primera entrega por la exposición Gustav Mahler und Wien. Estaba alojada en el Deutsche Theatermuseum junto a los Hofgarten, muy cerquita de la Herkulessaal; en una de las galerías del amplio edificio que bordea la Galeriestrasse.
La entrada era muy económica, 4 euros. Aunque se trataba de un viernes por la mañana había bastante gente visitando la exposición. El mayor chasco fue que estaba terminantemente prohibido el realizar fotos. Por otra parte la iluminación era ligeramente oscura, imagino que para preservar de los rayos de luz los originales expuestos. Y es que el principal aliciente de la exposición es el ofrecer una ingente cantidad de material original. Aunque la mayor parte del mismo está recogidos en libros, documentales, webs, etc. la emoción que produce ver cartas manuscritas, retratos, objetos, posters, acuarelas, trajes... del propio Mahler o vinculados con él, es realmente especial.
Es una que pena el mechandising era mínimo. Únicamente el poster de la exposición y un interesante y detallado catálogo editado por Reinhold Kubik y Thomas Traubitsch con el listado completo de los objetos exhibidos y un buen número de artículos originales de muy variada autoría. Especialmente recomendable el artículo del propio Kubik y nuestro amigo Brenner, elaborado a partir del libro de ambos, Mahler Welt. Una pena que no fuese bilingüe, únicamente Deutsch.
También se podía adquirir un curioso pendrive -costaba 20 euros- con una integral a base de versiones libres de derechos en formato MP3 ¡Nos pareció una muy mala idea! Hubiese sido mucho más interesante editar un CD conmemorativo con una buena presentación a la altura de la exposición, que uno –aunque ya tenga las versiones- compraría como recuerdo. Me temo que los que comprasen este Pendrive ¡de diseño bien sobrio! acabarán formateándolo tras pasar los archivos a un PC.
Sin detenerme mucho en una descripción minuciosa de la exposición contar que tras cruzar el umbral de recepción se entraba en una curiosa sala montada por la Universal Edition con las paredes decoradas con una veintena de monitores con auriculares en los que se proyectaban simultáneamente las entrevistas a los directores de orquesta que a lo largo de estos meses han ido apareciendo en su blog mahleriano, bien conocidas en el foro. Un director por monitor; todo un homenaje a las batutas mahlerianas del momento. Es triste decir que no estaban todos los que eran. Se echaba en falta una de las entrevistas de la UE ¡Me temo que la de Josep Pons! No comment!
A continuación recorrimos la planta baja con vitrinas, expositores, carteles, etc con referencia a los años pre-Hofoper de Mahler. Notas colegiales, primeros programas de concierto, todo en preciosos originales... así como reproducciones a gran escala. En el plano multimedia se ofrecía una proyección “Videopanorama” sobre una pantalla semicircular de una artística animación basada en Das klagende Lied. La autora se llamaba Claudia Rohrmoser. Nos emocionó; muy expresionista y dramática, la música era el final de Hochzeit en la versión original dirigida por Nagano. Es curioso como la imagen resaltaba la modernidad y el impacto de esta música a veces injustamente despreciada.
En la escalera que conducía a un entresuelo y a la planta superior lucía un amplio poster de Mahler. En esta entreplanta se exhibían nuevos objetos que daban paso a la planta superior; dos grandes salas de muy variado contenido. Muchísima información sobre la Viena de la época, trajes, diseños, posters, programas... En comparación, la vinculación mahleriana con Munich estaba mucho menos representada. Previsible, aunque estando en estando en la propia ciudad no muy justificable.
Nueva proyección multimedia, en esta ocasión ilustrando el Adagietto. En este caso decepcionante; nos pareció muy hortera y convencional. Por si fuera poco a Maga al momento le horripiló lo malo del audio. Leyendo los títulos de crédito no me sorprendió ver que se trataba de la versión de Norrington.
En la última sala me llamaron la atención por ejemplo los informes médicos sobre la enfermedad de Mahler. Originales mecanografiados la mayoría inéditos. Pero muchísimo más material; la batuta de Mahler, sus gafas, de los varios bustos de bronce de Rodin el que Alma Mahler conservó y donó a la ciudad de Viena en los años treinta ¡Impactante! Y muchísimos paneles con abundante información expuesta de una forma atractiva.
Y una última proyección Videopanorama, el final de la Octava ¡En este sentido fuimos de mal en peor! Se trataba de una animación abstracta muy, muy pobre, por encima estaba increíblemente interrumpida en plena coda orquestal. Aun así la vi dos veces.
No he comentado que al ver que un chico japonés hacía alguna foto impunemente me animé a realizar alguna discretamente. Son todas las que aquí muestro.
Tras firmar en el libro de la exposición nos despedimos comprando el poco material disponible. Aunque estuvimos casi un par de horas, no nos importaría volver a disfrutarla. Una visita muy recomendable ¡Felicidades a los organizadores!
Psanquin- administrador
- Cantidad de envíos : 8413
Fecha de inscripción : 16/03/2008
Re: Viaje a Munich
Bravo Psanquin por esta primera parte de ese tu increible periplo por tierras alemanas. Ya te dije que te las arreglarías para pasarlo como tu sabes hacerlo y si tenemos a Mahler de por medio, o de por entero, mucho mejor.
No existen emoticones de la ola porque eres merecedor de una ola o sunami, pero ahí te va mi admiración
Lo raro en ti es que no adquirieses ese pendrive con la integral, no por nada sino porque de Mahler, como dices, hasta las espinas.
Si esta primera parte me ha parecido todo un lujo leerte, toda ella con esa exposición gráfica que es como si uno también hubiera estado allí, estoy deseando que nos cuelgues tu segunda parte que transcurrirá por los mismos derroteros; me ha recordado viendo todo lo que nos cuentas y cuelgas a esa exposición o “Museo Mahler” que hay en Jihlava donde allí te dejé un mensaje (pendiente todavía de tu contestación) y donde sonaban constantemente sus sinfonías, concretamente el ciclo de Vaclav Neumann por la filarmónica checa. Les quise comprar alguna que otra que no tenía y me dijeron que no estaban a la venta, luego las compré en Praga.
A ver ahora tu disertación de esa tu asignatura pendiente referente al pabellón del estreno de la Octava, debe ser un deleite leerte y ver las fotos que nos adjuntarás. Ah, y el apartado de safari discográfico no debe tener tampoco desperdicio, a ver que nos cuentas.
Lo raro en ti es que no adquirieses ese pendrive con la integral, no por nada sino porque de Mahler, como dices, hasta las espinas.
Si esta primera parte me ha parecido todo un lujo leerte, toda ella con esa exposición gráfica que es como si uno también hubiera estado allí, estoy deseando que nos cuelgues tu segunda parte que transcurrirá por los mismos derroteros; me ha recordado viendo todo lo que nos cuentas y cuelgas a esa exposición o “Museo Mahler” que hay en Jihlava donde allí te dejé un mensaje (pendiente todavía de tu contestación) y donde sonaban constantemente sus sinfonías, concretamente el ciclo de Vaclav Neumann por la filarmónica checa. Les quise comprar alguna que otra que no tenía y me dijeron que no estaban a la venta, luego las compré en Praga.
A ver ahora tu disertación de esa tu asignatura pendiente referente al pabellón del estreno de la Octava, debe ser un deleite leerte y ver las fotos que nos adjuntarás. Ah, y el apartado de safari discográfico no debe tener tampoco desperdicio, a ver que nos cuentas.
No existen emoticones de la ola porque eres merecedor de una ola o sunami, pero ahí te va mi admiración
Lo raro en ti es que no adquirieses ese pendrive con la integral, no por nada sino porque de Mahler, como dices, hasta las espinas.
Si esta primera parte me ha parecido todo un lujo leerte, toda ella con esa exposición gráfica que es como si uno también hubiera estado allí, estoy deseando que nos cuelgues tu segunda parte que transcurrirá por los mismos derroteros; me ha recordado viendo todo lo que nos cuentas y cuelgas a esa exposición o “Museo Mahler” que hay en Jihlava donde allí te dejé un mensaje (pendiente todavía de tu contestación) y donde sonaban constantemente sus sinfonías, concretamente el ciclo de Vaclav Neumann por la filarmónica checa. Les quise comprar alguna que otra que no tenía y me dijeron que no estaban a la venta, luego las compré en Praga.
A ver ahora tu disertación de esa tu asignatura pendiente referente al pabellón del estreno de la Octava, debe ser un deleite leerte y ver las fotos que nos adjuntarás. Ah, y el apartado de safari discográfico no debe tener tampoco desperdicio, a ver que nos cuentas.
Lo raro en ti es que no adquirieses ese pendrive con la integral, no por nada sino porque de Mahler, como dices, hasta las espinas.
Si esta primera parte me ha parecido todo un lujo leerte, toda ella con esa exposición gráfica que es como si uno también hubiera estado allí, estoy deseando que nos cuelgues tu segunda parte que transcurrirá por los mismos derroteros; me ha recordado viendo todo lo que nos cuentas y cuelgas a esa exposición o “Museo Mahler” que hay en Jihlava donde allí te dejé un mensaje (pendiente todavía de tu contestación) y donde sonaban constantemente sus sinfonías, concretamente el ciclo de Vaclav Neumann por la filarmónica checa. Les quise comprar alguna que otra que no tenía y me dijeron que no estaban a la venta, luego las compré en Praga.
A ver ahora tu disertación de esa tu asignatura pendiente referente al pabellón del estreno de la Octava, debe ser un deleite leerte y ver las fotos que nos adjuntarás. Ah, y el apartado de safari discográfico no debe tener tampoco desperdicio, a ver que nos cuentas.
Todtenfeier- Cantidad de envíos : 681
Fecha de inscripción : 19/03/2008
Re: Viaje a Munich
Genial, Psanquin!!! We want more!!! Una pena que no vendieran alguna reliquia de Mahler...
gustavo- Cantidad de envíos : 3368
Fecha de inscripción : 10/11/2009
Re: Viaje a Munich
Gracias gus & todt o todt & gus. Me alegra que resulte entretenida la crónica. Aun me quedan tres entregas. Retoco la segunda y la subo ahora
Sí, también me acordé de la exposición del joven Gustav Mahler de Jihlava; mucho más modestita y austera, y la mayor diferencia es que no contaba con originales.
Pues ahora que lo dices sí, debí comprar el pen, aunque era tan cutrillo...
Sí, también me acordé de la exposición del joven Gustav Mahler de Jihlava; mucho más modestita y austera, y la mayor diferencia es que no contaba con originales.
Pues ahora que lo dices sí, debí comprar el pen, aunque era tan cutrillo...
Justo es lo que buscaba para Robertino, una estampita de San Gustavo pero nada, ni una triste postal, ni una reproducción, ni un pin, ni un imán para la neveraUna pena que no vendieran alguna reliquia de Mahler...
Psanquin- administrador
- Cantidad de envíos : 8413
Fecha de inscripción : 16/03/2008
Re: Viaje a Munich
II. Capítulo fundamental en cualquier viaje ¡el recorrido por las tiendas de CDs! Munich en este sentido es un paraíso para el melómano. No deja de sorprenderme ¡en cada ocasión que nos coincide visitar la ciudad voy descubriendo nuevos paraísos para el comprador compulsivo de CDs clásicos!
El más curioso en este viaje ha sido el caso de la droguería Müller de la calle Tal. Curioso porque ya habíamos estado en octubre pasado en esta inmensa droguería comprando lo habitual: toallitas, pañales, etc. Ni se nos pasó por la cabeza que tuviesen CDs; pero esta ocasión a nuestro amigo Edgar se le ocurrió decirnos muy de pasada “Creo que en la planta de arriba tienen CDs” Pensando que iba a encontrar los típicos samplers, Naxos, Brilliant, Newton, etc. subí las escaleras mecánicas, pero para mi sorpresa toda la planta alojaba una colección de CDs y DVDs inabarcable de los cuales la sección de clásica era amplísima y estaba muy al día. Le daba mil vueltas a nuestros FNACs o corte ingleses ¡Quien lo diría de una droguería! Allí me hice con varias novedades que tenía pendiente de comprar. De tal forma que un poco más tarde cuando fuimos a la mítica quinta planta de Ludwig Beck el gasto fue menor del previsto.
Aun así empleé un buen rato en esa tienda inabarcable -en la fonto el centro a la izquierda- muy similar al Dursmann de Berlín en elegancia e inmensidad de los stocks.
Resultó emocionante comprobar como el Mahler Sinopoli aunque desde octubre había perdido bastantes puestos en la lista de los bestseller seguía estando presente en el ranking!!
Pero sigo el relato del safari discográfico. El hallazgo más interesante fue también casual y una vez más sugerido por Edgar quien me comentó que a un par de paradas de tranvía de casa había una tienda de LPs de segunda mano. En concreto estaba en la calle Fraunhofer y se llamaba Schallplattenzentrale. En internet comprobé que podría haber algo de clásica. Allí estaba a la mañana siguiente.
Visita obligada debería decir en este caso. Aunque se centraba mayoritariamente en otros géneros, la sección de clásica –toda la pared del fondo- es buenísima pues los dueños de la tienda sólo compran colecciones de CDs clásicos de más de 500 ejemplares. Según ellos si el número es inferior las colecciones llevan mucha “brennerwert” o sea morralla y ya no las miran.
Ante los mostradores de CDs colocados al azar me acordé al momento de Robertino, todo un experto rastreando en las montañas de CDs. No hice una búsqueda tan exhaustiva como él haría pues tan pronto vi que mi presupuesto estaba superado de largo me lo tomé más relajadamente. En Mahler había varias ediciones originales en CD de las integrales habituales que nunca había visto y que me hubiese llevado pero que teniéndolas ya en una o incluso dos ediciones diferentes no tenía sentido repetir. Y menos mal porque aun así al llegar a casa no me libré de un nuevo tirón de orejas de Maga.
El safari se completó el último día con una tienda de segunda mano ya más modesta, MusikundBuch.de aunque con alguna cosilla interesante. Está en Turkenstrasse cerca de Zweitausendens.de, ésta última en horas bajas por cierto.
El más curioso en este viaje ha sido el caso de la droguería Müller de la calle Tal. Curioso porque ya habíamos estado en octubre pasado en esta inmensa droguería comprando lo habitual: toallitas, pañales, etc. Ni se nos pasó por la cabeza que tuviesen CDs; pero esta ocasión a nuestro amigo Edgar se le ocurrió decirnos muy de pasada “Creo que en la planta de arriba tienen CDs” Pensando que iba a encontrar los típicos samplers, Naxos, Brilliant, Newton, etc. subí las escaleras mecánicas, pero para mi sorpresa toda la planta alojaba una colección de CDs y DVDs inabarcable de los cuales la sección de clásica era amplísima y estaba muy al día. Le daba mil vueltas a nuestros FNACs o corte ingleses ¡Quien lo diría de una droguería! Allí me hice con varias novedades que tenía pendiente de comprar. De tal forma que un poco más tarde cuando fuimos a la mítica quinta planta de Ludwig Beck el gasto fue menor del previsto.
Aun así empleé un buen rato en esa tienda inabarcable -en la fonto el centro a la izquierda- muy similar al Dursmann de Berlín en elegancia e inmensidad de los stocks.
Resultó emocionante comprobar como el Mahler Sinopoli aunque desde octubre había perdido bastantes puestos en la lista de los bestseller seguía estando presente en el ranking!!
Pero sigo el relato del safari discográfico. El hallazgo más interesante fue también casual y una vez más sugerido por Edgar quien me comentó que a un par de paradas de tranvía de casa había una tienda de LPs de segunda mano. En concreto estaba en la calle Fraunhofer y se llamaba Schallplattenzentrale. En internet comprobé que podría haber algo de clásica. Allí estaba a la mañana siguiente.
Visita obligada debería decir en este caso. Aunque se centraba mayoritariamente en otros géneros, la sección de clásica –toda la pared del fondo- es buenísima pues los dueños de la tienda sólo compran colecciones de CDs clásicos de más de 500 ejemplares. Según ellos si el número es inferior las colecciones llevan mucha “brennerwert” o sea morralla y ya no las miran.
Ante los mostradores de CDs colocados al azar me acordé al momento de Robertino, todo un experto rastreando en las montañas de CDs. No hice una búsqueda tan exhaustiva como él haría pues tan pronto vi que mi presupuesto estaba superado de largo me lo tomé más relajadamente. En Mahler había varias ediciones originales en CD de las integrales habituales que nunca había visto y que me hubiese llevado pero que teniéndolas ya en una o incluso dos ediciones diferentes no tenía sentido repetir. Y menos mal porque aun así al llegar a casa no me libré de un nuevo tirón de orejas de Maga.
El safari se completó el último día con una tienda de segunda mano ya más modesta, MusikundBuch.de aunque con alguna cosilla interesante. Está en Turkenstrasse cerca de Zweitausendens.de, ésta última en horas bajas por cierto.
Psanquin- administrador
- Cantidad de envíos : 8413
Fecha de inscripción : 16/03/2008
Robertino Bergamasco- Cantidad de envíos : 4479
Fecha de inscripción : 14/07/2009
Re: Viaje a Munich
Psanquin escribió:
Tras firmar en el libro de la exposición nos despedimos comprando el poco material disponible.
Pero, ¿al final te compraste el catálogo o no? Lo digo porque no se vislumbra en la bolsa que llevas en la mano...
monca- administrador
- Cantidad de envíos : 805
Fecha de inscripción : 15/03/2008
Re: Viaje a Munich
Por ahí iban los tiros Robertino, quería darle un toque ¡Mahler! -veáse foto en la que posa Maga con el inmenso retrato mahleriano.Robertino Bergamasco escribió:Bonito reportaje, por lo que veo acompañó el tiempo por esas tierras bárbaras, pero una cosa Psanquin, para una ocasión tan señalada, creo, habrías de peinarte para posar en las fotos... a no ser que quisieras darles un toque casual
Para la próxima I promiseUna lástima que no hubieras hecho una video-llamada, fijo que te encontraba algún Mahler incunable
Psanquin- administrador
- Cantidad de envíos : 8413
Fecha de inscripción : 16/03/2008
Re: Viaje a Munich
Siii, claro que lo compré, va plegado en el canuto... Es brooma, el libraco es lo único que había en la bolsa, lo tapa un folio con publicidad de un nuevo libro mahleriano que saldrá en septiembre. En el canuto va el póster de la exposiciónmonca escribió:Psanquin escribió:
Tras firmar en el libro de la exposición nos despedimos comprando el poco material disponible.
Pero, ¿al final te compraste el catálogo o no? Lo digo porque no se vislumbra en la bolsa que llevas en la mano...
Psanquin- administrador
- Cantidad de envíos : 8413
Fecha de inscripción : 16/03/2008
Re: Viaje a Munich
Haber avisado, que le prestaba yo uno. Mahler es el de abajo a la izquierda.Psanquin escribió:Justo es lo que buscaba para Robertino, una estampita de San Gustavo pero nada, ni una triste postal, ni una reproducción, ni un pin, ni un imán para la nevera
monca- administrador
- Cantidad de envíos : 805
Fecha de inscripción : 15/03/2008
Re: Viaje a Munich
¡¡Esa, esa es la foto de los pelos que quería imitar!!
Monca, lo que no tengas en merchandising mahleriano El de abajo a la derecha mola :-) ¿Es el mono de la canción de la tierra?
Monca, lo que no tengas en merchandising mahleriano El de abajo a la derecha mola :-) ¿Es el mono de la canción de la tierra?
Psanquin- administrador
- Cantidad de envíos : 8413
Fecha de inscripción : 16/03/2008
Re: Viaje a Munich
En realidad quería poner un imán de Alma, pero no lo encontré.Psanquin escribió: El de abajo a la derecha mola :-) ¿Es el mono de la canción de la tierra?
monca- administrador
- Cantidad de envíos : 805
Fecha de inscripción : 15/03/2008
Re: Viaje a Munich
Fabuloso!!! Cómo te envidio.... Cómo les sacas el jugo a los viajes. Enhorabuena.
Ludovyk- Cantidad de envíos : 1008
Fecha de inscripción : 16/03/2008
Re: Viaje a Munich
Qué saqueo de las tiendas de discos! Y luego, Psanquin, Maga te tira de las orejas? Con razón...
gustavo- Cantidad de envíos : 3368
Fecha de inscripción : 10/11/2009
Re: Viaje a Munich
Ludo, tampoco están nada mal tus periplos holandese
Sí, Gus, Maga me tira de las orejas, pero curiosamente cuando compro algo de Mahler no me dice nada, se encoge de hombros con resignación como diciendo, que le vamos a hacer, es su dosis de metadona, pero cuando abre la bolsa y ve cosas como el El Corsario de Verdi, Fierrabras de Schubert o El pobre Heinrich de Pfitzner que es lo que compré aparte de Mahler en Schallplatten me dice ¿Para qué compras esto?????
Sí, Gus, Maga me tira de las orejas, pero curiosamente cuando compro algo de Mahler no me dice nada, se encoge de hombros con resignación como diciendo, que le vamos a hacer, es su dosis de metadona, pero cuando abre la bolsa y ve cosas como el El Corsario de Verdi, Fierrabras de Schubert o El pobre Heinrich de Pfitzner que es lo que compré aparte de Mahler en Schallplatten me dice ¿Para qué compras esto?????
Psanquin- administrador
- Cantidad de envíos : 8413
Fecha de inscripción : 16/03/2008
Re: Viaje a Munich
III. Y aquí estábamos, una vez más en la Philharmonie de Gasteig saludando al gran Celibidache. La Octava de Thielemann de octubre aunque en lo interpretativo interesante, me había generado no pocas dudas sobre la sala hasta el punto de no sentirme especialmente atraído por la idea de asistir a muchos más conciertos en ella. Parecía que tardaría mucho tiempo en volver a Gasteig pero el hombre propone y la mujer dispone, y Maga se salió con la suya. Y ya que estábamos en Munich sería imperdonable dejar pasar una Quinta, aunque no fuera el plan más atractivo del mundo. Pero una vez más se demostró que no hay nada más peligroso que las ideas preconcebidas. Fue un concierto que recordaremos mucho tiempo; una Quinta excelente, con una orquesta entregadísima, un director muy interesante, con ideas propias y nada convencionales y ¡vivir para ver! hasta la acústica de la sala me causó una mejor impresión. Y eso que estaba prácticamente en el mismo asiento que el día de la Octava. Pero evidentemente una Octava era un test demasiado severo y más con la disposición tan peculiar de los coros a la que la sala había obligado.
En este caso persistía ese distanciamiento auditivo que no visual entre escenario y butaca, así como una ligera indefinición pero mientras que en la Octava la estructura de plástico a modo de mampara situada a media altura sobre el escenario había provocado que el sonido de orquesta y sobre todo de los coros quedase atrapado en el fondo del escenario -ya de por sí situado a un nivel demasiado bajo- en este caso dicha estructura facilitaba la proyección del sonido sin apenas restar definición. Desde luego la proyección se vio ayudada por un Valcuha que explotó al máximo el rango dinámico de la obra, con unos fortissimos brutales en los que maderas, metales, percusión se dejaban literalmente la piel.
Pero no quiere decir esto último que fuese fue una Quinta visceral. La obra que abría el concierto y que respondía a un hilo conductor, la Trauersymphonie de Haydn, fue en cierto modo un buen anticipo de los aspectos que caracterizarían a la Quinta de la segunda parte: contención y equilibrio en los pasajes más líricos, tal cual a la Zinman, y sin embargo un despliegue brutal de energía en los tutti y en los climax de la obra. Coincido con la crítica del Süddeutsche Zeitung -que al final adjunto- en que Haydn se resintió mucho más de este enfoque. Los tres primeros movimientos de la Trauersymphonie resultaron excesivamente leves, por no decir apáticos. La cuerda de la Filarmónica estuvo primorosa, pero faltó algo de carácter, especialmente en el movimiento lento, música fúnebre supuestamente escrita por Haydn para su propio entierro. El "sturmisch und drangisch" final de la obra sí fue interpretado con el brío o mejor dicho agresividad necesaria.
Aunque este juego de contrastes exacerbado nos planteó alguna duda sobre lo que nos esperaba en la segunda parte, en la Quinta esta aproximación fue realmente eficaz. En la marcha fúnebre del primer movimiento, de la que tantos enfoques diferentes podemos recordar, Valcuha optó al igual que en Haydn por una lectura comedida serena, lenta, nada amanerada ni efectista. Curiosamente también rehuyó recurrir al carácter militar que algunos imprimen a la marcha.
Una aproximación tan leve había fracasado en Haydn y sin embargo en esta marcha funcionó. El contraste de la estática marcha con los sturmisch tríos y con los tuttis orquestales fue sobrecogedor. Una pena que el sforzando final fuese estropeado por un ruido procedente de algún atril que lo anticipó. En cuanto a la orquesta, estuvo extraordinaria tanto en su conjunto -volcada con una intensidad fuera de lo normal-, como individualmente. Extraordinario toda la noche el trompeta solista Guido Segers que junto al trompa Jörg Brückner fueron los dos pesos pesados de la interpretación.
Valcuha se mostraba seguro, muy atento y preciso en las entradas, sin exhibir ningún tipo de aspaviento, matizando en los momentos claves de la partitura que era evidente que tenía perfectamente asimilada. No sé hasta que punto el ser eslovaco puede ser un valor añadido a la hora de interpretar Mahler, personalmente pienso o quiero pensar que sí. Lo cierto es que su recreación nos estaba resultando muy creíble pero a la vez personal. Sin dudas el mejor momento fue el extraordinario segundo movimiento, especialmente en la segunda parte del movimiento, en la que Valcuha trató los clímax de una forma sobrecogedora; con la máxima intensidad pero al mismo tiempo confiriéndoles una elegancia y majestuosidad imponente.
En el Scherzo situó al solista de pié pero sin moverlo de su posición. La sección de trompas se encontraba a la derecha de la parte posterior del escenario es decir con tubas y trombones a su derecha. Ya puestos, Valcuha optó por la disposición antifonal de los violines situando al resto de la cuerda por detrás de violines de la siguiente manera: contrabajos a la izquierda del director, cellos en el centro y violas a la derecha.
El Scherzo fue probablemente el más convencional de los movimientos restantes, muy rápido de principio a fin, en ocasiones rozando lo expeditivo. Estuvo muy seguro y brillante Brückner, tal vez por ello debió forzar un poquito más en sus dos llamadas que aun así sonaron sobrecogedoras en la inmensa sala.
El Adagietto lento –más de diez minutos- pero sin resultar kitsch y un final afirmativo, positivo y estruendoso culminaron una interpretación excitante que fue recibida con numerosísimos aplausos que aunque duraron sólo unos cinco minutos fueron realmente intensos. El público como se puede ver en las fotos con una media de edad elevadísima, ya veis Manuel y Paco que no es sólo un “problema” de Coruña. A nuestro lado estaba sentada sin embargo una pareja joven; él se adelantaba y retorcía en el asiento anticipando los momentos claves de la obra. Un apasionado mahleriano... aunque aquí Robertino apuntaría ¿No sería el E.coli?
Nos fuimos emocionados con lo que habíamos escuchado y personalmente mejoró mi impresión de la sala y de la MPO. Y hemos descubierto un director desde luego a seguir. Como al día siguiente leímos en la crítica del SZ Valcuha "había superado felizmente su prueba de fuego" en ésta, su tercera aparición con la orquesta. La Quinta de Mahler, había sido la confirmación definitiva de su calidad.
Marchamos impactados por lo escuchado y con no pocas fotos, aquí muestro alguna, y con el audio que es un buen reflejo de las limitaciones de la sala.
Psanquin- administrador
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Fecha de inscripción : 16/03/2008
Re: Viaje a Munich
Precisamente a final de noviembre espero ir a Gante para escuchar una Quinta interpretada por la Orquesta Sinfónica de la Opera Flamenca dirigida por Dimitri Jurowski.
gustavo- Cantidad de envíos : 3368
Fecha de inscripción : 10/11/2009
Re: Viaje a Munich
A ver si se cumple el refrán; no hay Quinta mala :-)
Psanquin- administrador
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Fecha de inscripción : 16/03/2008
Robertino Bergamasco- Cantidad de envíos : 4479
Fecha de inscripción : 14/07/2009
Re: Viaje a Munich
Y aquí va la última entrega
IV. Y la crónica mahleriana se completa con la visita al Museo del Transporte pues la sala que vivió del estreno de la Octava sirve en la actualidad de alojamiento al mismo. Como ya comentamos en la cronología fue obra de Wilhelm Bertsch para la Exposición de Munich de 1908. De sus tres pabellones el Hall I fue el que alojó el descomunal estreno de la Octava.
En el pasado zona de ferias y exposiciones en la actualidad está situado en el corazón de una moderna zona de edificios de negocios y empresas que hay que atravesar desde la parada de metro de Theresienwiese. El primer edificio en aparecer fue el Pabellón III de imponente y elegante diseño definido por un lucernario central. En él se aloja la recepción y parte central de la exposición.
Pero el estreno había tenido lugar en una inmensa edificación situada unos cien metros más allá; el Hall I, conectado por el alargadísimo Hall II al anterior.
La mala sorpresa es que estaba cerrado al público y lo peor, la fachada rodeada de andamios, pues estaba siendo reformada la entrada al mismo. En ese momento me tiré de los pelos por no haber estado allí en el octubre pasado. Aunque no cambia excesivamente el aspecto, la reforma da la impresión de no pegar ni con cola con el estilo original de la fachada como se puede ver en la postal de la época de Mahler ¡Increíble!
Afortunadamente si pude contemplar los laterales y la parte posterior del edificio y desde la cristalera hacer alguna foto de su interior.
Era obligado que sonase la Octava y con el móvil y para sorpresa de los viandantes hice sonar el Veni creator al máximo volumen posible; un momento indescriptible. Como Maga no me había podido acompañar a la visita le pedí a unas chicas que pasaban por delante me hiciesen una foto con el edificio detrás lo cual ya les debió parecer el colmo del frikismo; pero realmente estaba emocionado reviviendo en mi cabeza lo que se había vivido en ese escenario hace cien años, el mayor triunfo en la carrera de Mahler que irónicamente había coincidido con su peor momento en lo personal.
He hecho un montaje fotográfico panorámico para que sea más fácil hacerse una idea de las dimensiones de la sala.
Y hasta aquí esta crónica que completo con algunas fotos ya de turista más convencional para que se vea que no sólo de Mahler vive Psanquin ;-)
IV. Y la crónica mahleriana se completa con la visita al Museo del Transporte pues la sala que vivió del estreno de la Octava sirve en la actualidad de alojamiento al mismo. Como ya comentamos en la cronología fue obra de Wilhelm Bertsch para la Exposición de Munich de 1908. De sus tres pabellones el Hall I fue el que alojó el descomunal estreno de la Octava.
En el pasado zona de ferias y exposiciones en la actualidad está situado en el corazón de una moderna zona de edificios de negocios y empresas que hay que atravesar desde la parada de metro de Theresienwiese. El primer edificio en aparecer fue el Pabellón III de imponente y elegante diseño definido por un lucernario central. En él se aloja la recepción y parte central de la exposición.
Pero el estreno había tenido lugar en una inmensa edificación situada unos cien metros más allá; el Hall I, conectado por el alargadísimo Hall II al anterior.
La mala sorpresa es que estaba cerrado al público y lo peor, la fachada rodeada de andamios, pues estaba siendo reformada la entrada al mismo. En ese momento me tiré de los pelos por no haber estado allí en el octubre pasado. Aunque no cambia excesivamente el aspecto, la reforma da la impresión de no pegar ni con cola con el estilo original de la fachada como se puede ver en la postal de la época de Mahler ¡Increíble!
Afortunadamente si pude contemplar los laterales y la parte posterior del edificio y desde la cristalera hacer alguna foto de su interior.
Era obligado que sonase la Octava y con el móvil y para sorpresa de los viandantes hice sonar el Veni creator al máximo volumen posible; un momento indescriptible. Como Maga no me había podido acompañar a la visita le pedí a unas chicas que pasaban por delante me hiciesen una foto con el edificio detrás lo cual ya les debió parecer el colmo del frikismo; pero realmente estaba emocionado reviviendo en mi cabeza lo que se había vivido en ese escenario hace cien años, el mayor triunfo en la carrera de Mahler que irónicamente había coincidido con su peor momento en lo personal.
He hecho un montaje fotográfico panorámico para que sea más fácil hacerse una idea de las dimensiones de la sala.
Y hasta aquí esta crónica que completo con algunas fotos ya de turista más convencional para que se vea que no sólo de Mahler vive Psanquin ;-)
Psanquin- administrador
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Fecha de inscripción : 16/03/2008
Re: Viaje a Munich
Impresionante, Psanquin!!! Te ha quedado un reportaje fotográfico de lo más detallado y, a pesar de las obras y remodelación de la sala, podemos hacernos una buena idea del lugar. Qué emoción poder estar ahí y poner el Veni Creator Spiritus a toda pastilla! Raro que no avisaran los transeúntes al manicomio local para llevarte en camisa de fuerza...
gustavo- Cantidad de envíos : 3368
Fecha de inscripción : 10/11/2009
Re: Viaje a Munich
Extraordinaria y despampanante crónica viajera Psan, no hay quien pueda contigo, podrías incluso publicar una Guia de viajes mahlerianos
Todtenfeier- Cantidad de envíos : 681
Fecha de inscripción : 19/03/2008
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