Y Pons paseó la Novena en Madrid
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Y Pons paseó la Novena en Madrid
Con un porcentaje de aforo de un 75 transcurrió ayer la Novena de Mahler bajo la batuta de G.Pons. No contó el ilustre Maestro con un aforo del 100 por 100 como en otras ocasiones y uno no conoce la respuesta pero eso se notó en el índice de toses que apenas hubo excepto, como no, justo en el final del último movimiento, no podía ser de otro modo, parece que el silencio de la orquesta invita a los tosedores demostrar sus habilidades.
Ciñéndonos a lo que nos ocupa decir que Pons pasó la ITV mahleriana con pequeños defectos, pero la pasó, que no es poco.
En lineas generales el primer movimiento estuvo bien, pero falló en la gradación de los climaxes orquestales que no supo controlar. Al llegar al punto culminante del movimiento, a saber, al Mit Wut. Allegro risoluto, donde la muerte en traje de campaña se tropieza con Mahler y le anuncia su destino la orquesta llegaba ya saturada de los anteriores climaxes y no explotó bien el catalán ese momento donde los trombones con el sonido rajado al completo y la subsiguiente y solemne procesión funeral que acompaaña con esas trompetas con llamadas cuarteleras entrecortadas por esas notas aisladas de los trombones van poco a poco perdiéndose en la lejanía. Simplemente no estuvo a la altura digamos de un Nott que es el que hasta ahora mejor lo ha hecho justo en esa importantísima parte del primer moviminto.
Luego la magia del Plotzlich bedeutend langsamer tampoco consigue que aflore sin prisas ese deleite que nos brinda Mahler en esa ‘tierra de nadie’ como yo denomino a esos escasos dos minutos donde el diálogo entre flauta y trompa es único, Pons pasa a toda pastilla sin detenerse en ese oasis mágico dentro del atormentado primer movimiento.
Llegamos al 2º mov. y aquí si que pasa el test pero con ligeras imperfecciones que cifro en los tiempos de los valses que se parecen totalmente, no se distingue uno del otro. Quitando esto el movimiento la orquesta lo borda. Además la cuerda ya se ha calentado y suena de maravilla. Digo esto porque siempre al principio parece como algo sorda.
Llegamos a la piedra de toque de la sinfonía. Nada menos que el Rondo Burleske donde G. Pons hace lo que yo diría un burlesco del rondo burleske de Mahler.
Empieza a una velocidad endiablada. Pueden oirlo en el archivo de sonido que voy a subir para que lo oigan bien. Aquello parece la Banda de la Legión interpretando a Mahler. Lo más curioso del tema es que los músicos siguen al dedillo las endiabladas anacrusas que de forma inexorable va marcando el de Puig-reig. Es un pandemonio puro y duro y debo admitir que si bien no fue un rondo burleske mahlerianamente correcto el que esto teclea disfrutó de lo lindo viendo que los músicos se agarraron bien a sus instrumentos y lo bordaron; la cuerda de impresión y la madera y el metal en especial brillaron como las estrechas en la isla de La Palma.
Pero este movimiento tiene también su momento mágico donde Mahler nos permite respirar y seguir oyendo y es justo al llegar al Sempre l’istesso tempo donde el trompeta solista emerge con ese mágico gruppeto de ocho notas donde la última es justo la octava de la primera y que a la endemoniada marcha que iba parecían semicorcheas en lugar de corcheas, se pierde toda la magia que desde aquí en adelante va desfilando hasta que llegan los bravucones trombones con su tremebundo sonido a toda pastilla juntandose los timbales y resto de la orquesta y tan terrible pandemonio termina como empezó. Una delicia para mi, decir que apenas le dura a Pons 10 minutos escasos. Sabe alguien de alguien que lo haya hecho en ese timing?¿?¿
Es en el último movimento donde el catalán se luce totalmnte si no fuera por las toses que le arruinan los cinco últimos minutos. La cuerda va incluso ganando en prestancia llegando a la difícil parte, el Fliebender, doch durchaus nicht eilen donde si que aquí Mahler coge a la muerte por el pescuezo y reconoce su derrota ante la misma, solo le queda resignarse y la música que ya desde el inicio del movimiento Mahler sabiamente nos baja un semitono y eso marca toda la diferencia en cuanto al carácter grave a solemne que adquiere este increible cuarto movimiento donde, a Dios gracias, Pons consigue lo que no había podido conseguir hasta ahora.
Justo al final frasea perfectamente esa maravillosa melodía de los Kindertotenlieder: “In the sunshine!, the day is beautiful up in yonder heights!. La música va desvaneciéndose poco a poco, desvaneciéndose en el espacio (a pesar de un ataque de tos que le vino a una señora) y me acordé de la famosa frase del general de cinco estrellas norteamericano Doublas MacCarthur quien dijo aquello que “los viejos soldados nunca mueren sino que se desvanecen en el tiempo”.
Lo mismo esta increible música del último movimiento parece que va muriendo muriendo pero simplemente se desvanece en el tiempo……….
El público, tal como si estuviésemos en Berlín, permanece callado en sus puestos. Yo creo que nadie se atreve a aplaudir vaya a ser que la cosa no haya terminado, pero el silencio se prolonga y un menda lanza un Bravoooooooooooo y ahí empezaron los efímeros aplausos que duraron algo más de cinco minutos.
De cualquier manera fue todo un placer volver a escuchar a esta OCNE que veo esta en forma al superar ese burleske y ver de nuevo a Pons que sigue como siempre, pletórico de fuerzas y simpatia.
Voy a ir subiendo los tres clips de ‘video’-sonido, será el tiempo que me lleve subirlos a RS. Así que estar al loro
***********************************
Me gustaría que Ignacio nos contase cómo le ha ido hoy en esta misma sinfonía, si Pons ha dado un cambio radical o más de lo mismo, que no es poco. Yo disfruté al máximo y desde aquí mis para Pons y todos sus músicos.
Ciñéndonos a lo que nos ocupa decir que Pons pasó la ITV mahleriana con pequeños defectos, pero la pasó, que no es poco.
En lineas generales el primer movimiento estuvo bien, pero falló en la gradación de los climaxes orquestales que no supo controlar. Al llegar al punto culminante del movimiento, a saber, al Mit Wut. Allegro risoluto, donde la muerte en traje de campaña se tropieza con Mahler y le anuncia su destino la orquesta llegaba ya saturada de los anteriores climaxes y no explotó bien el catalán ese momento donde los trombones con el sonido rajado al completo y la subsiguiente y solemne procesión funeral que acompaaña con esas trompetas con llamadas cuarteleras entrecortadas por esas notas aisladas de los trombones van poco a poco perdiéndose en la lejanía. Simplemente no estuvo a la altura digamos de un Nott que es el que hasta ahora mejor lo ha hecho justo en esa importantísima parte del primer moviminto.
Luego la magia del Plotzlich bedeutend langsamer tampoco consigue que aflore sin prisas ese deleite que nos brinda Mahler en esa ‘tierra de nadie’ como yo denomino a esos escasos dos minutos donde el diálogo entre flauta y trompa es único, Pons pasa a toda pastilla sin detenerse en ese oasis mágico dentro del atormentado primer movimiento.
Llegamos al 2º mov. y aquí si que pasa el test pero con ligeras imperfecciones que cifro en los tiempos de los valses que se parecen totalmente, no se distingue uno del otro. Quitando esto el movimiento la orquesta lo borda. Además la cuerda ya se ha calentado y suena de maravilla. Digo esto porque siempre al principio parece como algo sorda.
Llegamos a la piedra de toque de la sinfonía. Nada menos que el Rondo Burleske donde G. Pons hace lo que yo diría un burlesco del rondo burleske de Mahler.
Empieza a una velocidad endiablada. Pueden oirlo en el archivo de sonido que voy a subir para que lo oigan bien. Aquello parece la Banda de la Legión interpretando a Mahler. Lo más curioso del tema es que los músicos siguen al dedillo las endiabladas anacrusas que de forma inexorable va marcando el de Puig-reig. Es un pandemonio puro y duro y debo admitir que si bien no fue un rondo burleske mahlerianamente correcto el que esto teclea disfrutó de lo lindo viendo que los músicos se agarraron bien a sus instrumentos y lo bordaron; la cuerda de impresión y la madera y el metal en especial brillaron como las estrechas en la isla de La Palma.
Pero este movimiento tiene también su momento mágico donde Mahler nos permite respirar y seguir oyendo y es justo al llegar al Sempre l’istesso tempo donde el trompeta solista emerge con ese mágico gruppeto de ocho notas donde la última es justo la octava de la primera y que a la endemoniada marcha que iba parecían semicorcheas en lugar de corcheas, se pierde toda la magia que desde aquí en adelante va desfilando hasta que llegan los bravucones trombones con su tremebundo sonido a toda pastilla juntandose los timbales y resto de la orquesta y tan terrible pandemonio termina como empezó. Una delicia para mi, decir que apenas le dura a Pons 10 minutos escasos. Sabe alguien de alguien que lo haya hecho en ese timing?¿?¿
Es en el último movimento donde el catalán se luce totalmnte si no fuera por las toses que le arruinan los cinco últimos minutos. La cuerda va incluso ganando en prestancia llegando a la difícil parte, el Fliebender, doch durchaus nicht eilen donde si que aquí Mahler coge a la muerte por el pescuezo y reconoce su derrota ante la misma, solo le queda resignarse y la música que ya desde el inicio del movimiento Mahler sabiamente nos baja un semitono y eso marca toda la diferencia en cuanto al carácter grave a solemne que adquiere este increible cuarto movimiento donde, a Dios gracias, Pons consigue lo que no había podido conseguir hasta ahora.
Justo al final frasea perfectamente esa maravillosa melodía de los Kindertotenlieder: “In the sunshine!, the day is beautiful up in yonder heights!. La música va desvaneciéndose poco a poco, desvaneciéndose en el espacio (a pesar de un ataque de tos que le vino a una señora) y me acordé de la famosa frase del general de cinco estrellas norteamericano Doublas MacCarthur quien dijo aquello que “los viejos soldados nunca mueren sino que se desvanecen en el tiempo”.
Lo mismo esta increible música del último movimiento parece que va muriendo muriendo pero simplemente se desvanece en el tiempo……….
El público, tal como si estuviésemos en Berlín, permanece callado en sus puestos. Yo creo que nadie se atreve a aplaudir vaya a ser que la cosa no haya terminado, pero el silencio se prolonga y un menda lanza un Bravoooooooooooo y ahí empezaron los efímeros aplausos que duraron algo más de cinco minutos.
De cualquier manera fue todo un placer volver a escuchar a esta OCNE que veo esta en forma al superar ese burleske y ver de nuevo a Pons que sigue como siempre, pletórico de fuerzas y simpatia.
Voy a ir subiendo los tres clips de ‘video’-sonido, será el tiempo que me lleve subirlos a RS. Así que estar al loro
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Me gustaría que Ignacio nos contase cómo le ha ido hoy en esta misma sinfonía, si Pons ha dado un cambio radical o más de lo mismo, que no es poco. Yo disfruté al máximo y desde aquí mis para Pons y todos sus músicos.
Todtenfeier- Cantidad de envíos : 681
Fecha de inscripción : 19/03/2008
Re: Y Pons paseó la Novena en Madrid
Sobre estos clips, más bien sonido que en realidad es lo que nos interesa, hubiera sido mi deseo subir la imagen como siempre he hecho y seguiré haciendo, es uno de mis hobbies; pero Murphy que últimamente no me abandona se sentó detrás de mi en forma de acomodadora de tal suerte que me impidió tomar los clips como a mi me hubiera gustado; no obstante, el segundo movimiento y especialmente el rondó burlesco me pueden y no me pudo impedir que sigilosamente sacara mi cámara y tomara el sonido, espero se hagan una idea de cómo fue la cosa.
Aprovecho también para decir que aquellos interesados en esta interpretación el día 20 la transmite Radio Clásica.
Download link: http://rapidshare.com/files/395888123/Landlers.MOV
aquí teneis el burleske
http://rapidshare.com/files/395897323/Pons_s_burleske.MOV
Y hasta aquí llegaron los clips. En este Pons agradece a sus músicos su esfuerzo, va levantando a todas las secciones y éstos le corresponden también con sus aplausos.
Download link: http://rapidshare.com/files/395901586/Pons_agradece.MOV
Aprovecho también para decir que aquellos interesados en esta interpretación el día 20 la transmite Radio Clásica.
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aquí teneis el burleske
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Y hasta aquí llegaron los clips. En este Pons agradece a sus músicos su esfuerzo, va levantando a todas las secciones y éstos le corresponden también con sus aplausos.
Download link: http://rapidshare.com/files/395901586/Pons_agradece.MOV
Todtenfeier- Cantidad de envíos : 681
Fecha de inscripción : 19/03/2008
Re: Y Pons paseó la Novena en Madrid
Gracias Todt por tan jugosa e intensa crónica. Con sus luces y sus sombras ha sido sin duda una amena versión con no pocos alicientes. Pensaba que la retransmitían por Radio Clásica pero cuando puse la radio me di cuenta de que no era así. Una pena. De momento no he tenido suerte con los rapidshare pero esta noche seguro no se resisten.
Por aquí ya recuperándome de la faringitis
Por aquí ya recuperándome de la faringitis
Psanquin- administrador
- Cantidad de envíos : 8413
Fecha de inscripción : 16/03/2008
Re: Y Pons paseó la Novena en Madrid
Con las prisas se me olvidó valorar la Sinfonía.
Al Director le otorgo un 6.5
Los músicos son merecedores de un 8 por haber sido capaces de hacer un Burleske en 10 minutos raspados sin fallo alguno.
Al Director le otorgo un 6.5
Los músicos son merecedores de un 8 por haber sido capaces de hacer un Burleske en 10 minutos raspados sin fallo alguno.
Todtenfeier- Cantidad de envíos : 681
Fecha de inscripción : 19/03/2008
Re: Y Pons paseó la Novena en Madrid
Y a mi decirte que 10 minutos en el Scherzo es algo inusitado. Seguro hay ejemplos pero sólo me viene a la cabeza, si no estoy equivocado, Svetlanov.
Psanquin- administrador
- Cantidad de envíos : 8413
Fecha de inscripción : 16/03/2008
Re: Y Pons paseó la Novena en Madrid
Hola.
Antes que nada, Radio Clásica emitirá esta 9ª el próximo domingo 20 a las 11:00 de la mañana. No se pudo transmitir en directo por coincidir con las emisiones de EuroRadio dedicadas al día especial Schumann.
Otra nota preliminar: las notas al programa (descargar aquí), fantásticas, de auténtico lujo, de José Luis Pérez de Arteaga y José Luis García del Busto, con discografía y bibliografía recomendadas incluidas -aunque venga a ser lo mismo que comenta en el último boletín de Diverdi-. Eso sí, al igual que con su libro, las erratas le han jugado una mala pasada y, nada más empezar, tras señalar que Heinrich Conried abandonó el Met en 1908, a pie de página se indica, paradójicamente, que Conried murió en abril de 1907. La fecha correcta es abril de 1909.
A mí, en términos generales, me gustó. O debería decir que más que gustarme, me lo pasé bien, lo que no es poco. Fué una versión personal, con algunos detalles discutibles, muy trabajada -excesivamente trabajada: Pons estuvo demasiado pendiente de la partitura y de las indicaciones a los músicos, lo que restó frescura y espontaneidad-. La orquesta sono bastante bien, sobre todo en los movimientos pares, II y IV. Ciertamente, como dice Todt, estuvo un punto opaca en el Andante inicial, lo que es normal, les pasa a todas al empezar en frio -la única orquesta que he escuchado que me ha dejado con la boca abierta nada más empezar fue la de Leningrado con Mravinsky- y hubo numerosos desajustes en el Rondo-Burleske. Si que quiero destacar a las trompas, magníficas -increiblemente magníficas, hacía mucho, pero mucho tiempo que no escuchaba a las trompas de la ONE tocar tan empastadas y seguras- e incluso el trompa solista -Todt, ¿quien era, Salvador Navarro o Enrique Rosell?- se permitió el lujo de frasear sus solos con una clase envidiable: fue el destinatario del único bravo que lancé al terminar el concierto, cuando Pons lo levantó a saludar.
El Andante tuvo luces y sombras. Más luces que sombras aunque, como viene siendo habitual en el Mahler de Pons, bastante irregular, con momentos muy buenos con otros no tanto. Fue una versión bastante personal, lo que es de agradecer, alejada de la rutina que muchas veces hemos sufrido en otros. Magnífico el inicio, con una tensión en el primer crescendo que hizó presagiar una gran versión, pero se aflojó un poco en el desarrollo. Recupero el tono en la vuelta al Tempo I y lo mantuvo hasta casi el final pero, justamente, al final le falto misterio, calma y poesía. Creo que, como he indicado antes, la obsesión de Pons por no perderse un detalle de la partitura, penalizó una lectura que si bien fue interesante y mantuvo permanentemente la atención, careció de cierto vuelo poético e imaginación, sobre todo al final.
El segundo movimiento fué tocado de un solo trazo, muy homogeneo y pleno de energía. Es cierto que no fue especialmente sutil pero a mi eso no me importa en este movimiento. La orquesta, estupenda.
Lo peor fue, sin duda, el Rondo-Burleske. No solo en esta 9ª, también en sus otras interpretaciones mahlerianas, hemos visto que a Pons no se le dan bien los temas ambiguos y de fuerte contenido irónico-burlesko. Parece que le queman en las manos y se los quita de encima como puede -no me estraña que tenga tantos problemas con la 7ª-. El caso es que aquí no empezó mal, rápido ciertamente, pero inició el movimiento con cierta coherencia. Sin embargo, la parte central del movimiento -sin indicación de tempo- careció de misterio, fue plana y superficial y desde el Tempo I subito hasta el final fue un auténtico disparate. Absolutamente desbocado y, como he comentado antes, hubo numerosos desajustes -en un momento hasta se rozó el desastre: las maderas perdieron el hilo y se fueron cada uno por su lado-. Menos mal que duró solo un suspiro y el movimiento terminó disparatado con toda la orquesta lanzada al precipicio. Si, como escribió Arteaga, con Norrington Mahler fichó por McLaren, con Pons, el Rondo lo hizo con Ferrari. Lo malo es que se salió en la tercera curva y acabó estampado en las protecciones.
El Molto Adagio final fue, seguramente, lo mejor del concierto. Con una orquesta entregada y un Pons inaudito, que abandonó su inexpresividad habitual, sacó la cabeza de la partitura y se dejó llevar, brindándonos un catálogo de gestos, sonrisas, miradas y caras de disfrute que no le habíamos visto nunca hasta ahora. Eso se notó y mucho. Hubo tensión, planificación del climax y estuvo magníficamente construido el final. No fue un Adagio moribundo, afortunadamente, sino que, al contrario, tuvo vida, amargura y rebeldía ante ésta, como yo pienso que debe ser. Una lástima la paralela sinfonía de ruidos y toses que tuvimos que sufrir. Al apagarse la última nota, sí, el público se mantuvo en silencio, pero gracias a un espectador del coro que con un imperativo "tsssssss" impidió que nadie osara siquiera respirar hasta que Pons bajó los brazos definitivamente.
Yo no creo que fueran tan efímeros los aplausos. No hubo apenas bravos, pero si es cierto que se aplaudio con mucha intensidad, bastante más de lo habitual. A mi me sorprendió esa intensidad. Al final,como conclusión, versión ciertamente irregular pero más que buena en términos generales y con un Molto Adagio final que nos hizo salir a todos con una sonrisa en la boca. La verdad es que prefiero no calificarla pues hubo de todo. Lo que si que digo es que yo me lo pasé bastante bien mientras que en otras ocasiones, con nombres y orquesta más señeras, me he aburrido como una ostra.
Antes que nada, Radio Clásica emitirá esta 9ª el próximo domingo 20 a las 11:00 de la mañana. No se pudo transmitir en directo por coincidir con las emisiones de EuroRadio dedicadas al día especial Schumann.
Otra nota preliminar: las notas al programa (descargar aquí), fantásticas, de auténtico lujo, de José Luis Pérez de Arteaga y José Luis García del Busto, con discografía y bibliografía recomendadas incluidas -aunque venga a ser lo mismo que comenta en el último boletín de Diverdi-. Eso sí, al igual que con su libro, las erratas le han jugado una mala pasada y, nada más empezar, tras señalar que Heinrich Conried abandonó el Met en 1908, a pie de página se indica, paradójicamente, que Conried murió en abril de 1907. La fecha correcta es abril de 1909.
A mí, en términos generales, me gustó. O debería decir que más que gustarme, me lo pasé bien, lo que no es poco. Fué una versión personal, con algunos detalles discutibles, muy trabajada -excesivamente trabajada: Pons estuvo demasiado pendiente de la partitura y de las indicaciones a los músicos, lo que restó frescura y espontaneidad-. La orquesta sono bastante bien, sobre todo en los movimientos pares, II y IV. Ciertamente, como dice Todt, estuvo un punto opaca en el Andante inicial, lo que es normal, les pasa a todas al empezar en frio -la única orquesta que he escuchado que me ha dejado con la boca abierta nada más empezar fue la de Leningrado con Mravinsky- y hubo numerosos desajustes en el Rondo-Burleske. Si que quiero destacar a las trompas, magníficas -increiblemente magníficas, hacía mucho, pero mucho tiempo que no escuchaba a las trompas de la ONE tocar tan empastadas y seguras- e incluso el trompa solista -Todt, ¿quien era, Salvador Navarro o Enrique Rosell?- se permitió el lujo de frasear sus solos con una clase envidiable: fue el destinatario del único bravo que lancé al terminar el concierto, cuando Pons lo levantó a saludar.
El Andante tuvo luces y sombras. Más luces que sombras aunque, como viene siendo habitual en el Mahler de Pons, bastante irregular, con momentos muy buenos con otros no tanto. Fue una versión bastante personal, lo que es de agradecer, alejada de la rutina que muchas veces hemos sufrido en otros. Magnífico el inicio, con una tensión en el primer crescendo que hizó presagiar una gran versión, pero se aflojó un poco en el desarrollo. Recupero el tono en la vuelta al Tempo I y lo mantuvo hasta casi el final pero, justamente, al final le falto misterio, calma y poesía. Creo que, como he indicado antes, la obsesión de Pons por no perderse un detalle de la partitura, penalizó una lectura que si bien fue interesante y mantuvo permanentemente la atención, careció de cierto vuelo poético e imaginación, sobre todo al final.
El segundo movimiento fué tocado de un solo trazo, muy homogeneo y pleno de energía. Es cierto que no fue especialmente sutil pero a mi eso no me importa en este movimiento. La orquesta, estupenda.
Lo peor fue, sin duda, el Rondo-Burleske. No solo en esta 9ª, también en sus otras interpretaciones mahlerianas, hemos visto que a Pons no se le dan bien los temas ambiguos y de fuerte contenido irónico-burlesko. Parece que le queman en las manos y se los quita de encima como puede -no me estraña que tenga tantos problemas con la 7ª-. El caso es que aquí no empezó mal, rápido ciertamente, pero inició el movimiento con cierta coherencia. Sin embargo, la parte central del movimiento -sin indicación de tempo- careció de misterio, fue plana y superficial y desde el Tempo I subito hasta el final fue un auténtico disparate. Absolutamente desbocado y, como he comentado antes, hubo numerosos desajustes -en un momento hasta se rozó el desastre: las maderas perdieron el hilo y se fueron cada uno por su lado-. Menos mal que duró solo un suspiro y el movimiento terminó disparatado con toda la orquesta lanzada al precipicio. Si, como escribió Arteaga, con Norrington Mahler fichó por McLaren, con Pons, el Rondo lo hizo con Ferrari. Lo malo es que se salió en la tercera curva y acabó estampado en las protecciones.
El Molto Adagio final fue, seguramente, lo mejor del concierto. Con una orquesta entregada y un Pons inaudito, que abandonó su inexpresividad habitual, sacó la cabeza de la partitura y se dejó llevar, brindándonos un catálogo de gestos, sonrisas, miradas y caras de disfrute que no le habíamos visto nunca hasta ahora. Eso se notó y mucho. Hubo tensión, planificación del climax y estuvo magníficamente construido el final. No fue un Adagio moribundo, afortunadamente, sino que, al contrario, tuvo vida, amargura y rebeldía ante ésta, como yo pienso que debe ser. Una lástima la paralela sinfonía de ruidos y toses que tuvimos que sufrir. Al apagarse la última nota, sí, el público se mantuvo en silencio, pero gracias a un espectador del coro que con un imperativo "tsssssss" impidió que nadie osara siquiera respirar hasta que Pons bajó los brazos definitivamente.
Yo no creo que fueran tan efímeros los aplausos. No hubo apenas bravos, pero si es cierto que se aplaudio con mucha intensidad, bastante más de lo habitual. A mi me sorprendió esa intensidad. Al final,como conclusión, versión ciertamente irregular pero más que buena en términos generales y con un Molto Adagio final que nos hizo salir a todos con una sonrisa en la boca. La verdad es que prefiero no calificarla pues hubo de todo. Lo que si que digo es que yo me lo pasé bastante bien mientras que en otras ocasiones, con nombres y orquesta más señeras, me he aburrido como una ostra.
Todt, por lo que dices, ¿estabas en el primer anfiteatro lateral, pares, fila 1?.Todtenfeier escribió: .... pero el silencio se prolonga y un menda lanza un Bravoooooooooooo y ahí empezaron los efímeros aplausos que duraron algo más de cinco minutos.
Ignacio- Cantidad de envíos : 908
Fecha de inscripción : 15/01/2009
Re: Y Pons paseó la Novena en Madrid
Ignacio, gracias por el enlace de las Notas al Programa, es toda una cátedra sobre la Novena de Mahler, además Arteaga decide mojarse dando su opinión sobre algunas cosas que suelen ser controversiales.
Moreno- Cantidad de envíos : 1407
Fecha de inscripción : 21/02/2009
Re: Y Pons paseó la Novena en Madrid
Ese Rondo-Burleske es realmente de Formula1, con propulsor de transbordador espacial!!! Y luego había por ahí quien se quejaba del tempo acelerado en la Sexta de Solti
gustavo- Cantidad de envíos : 3368
Fecha de inscripción : 10/11/2009
Re: Y Pons paseó la Novena en Madrid
Efectivamente Psanquin, es Svetlanov otro que lo hace en 10’23” y así le sale, lo mismito que al catalán. Luego está Lenny con el Concertgebow que le dura 11 y pico y ese minuto marca toda la diferencia, pero es que Bernstein sabe dirigir ese potro desbocado que es el burleske, lo borda.Y a mi decirte que 10 minutos en el Scherzo es algo inusitado. Seguro hay ejemplos pero sólo me viene a la cabeza, si no estoy equivocado, Svetlanov
Ignacio por lo que leo, y aunque ya lo sabía de antemano por tu mensaje aquí colgado de oferta de 2 entradas para el domingo, hemos estados en dos conciertos distintos. Yo estuve el sábado y mi ubicación era el primer anfiteatro, bien centrado con la acomodadora al lado, donde tú dices sí que me hubiera gustado ya que es ahí y en el sitio del coro donde verdaderamente disfruto de la orquesta, pero por razones de otra índole estuve en el anfiteatro 1. Donde tu dices me hubieran salido los videos con imagen, no lo dudes.Todt, por lo que dices, ¿estabas en el primer anfiteatro lateral, pares, fila 1?.
De cualquier manera veo que la versión del domingo fue un clon de la del sábado, no podía ser de otro modo. También, como habrás leído en mi crítica salí satisfecho del concierto.
El solista es Salvador Navarro toda una institución en la OCNE, muy buen músico y seguro siempre en todas sus intervenciones.Todt, ¿quien era, Salvador Navarro o Enrique Rosell?-
El sábado duraron 7 minutos y se tuvo que forzar la maquinaria, incluso Pons oliéndoselo salía y entraba raudo y veloz, es una lástima pero el público del auditorio suele ser así con Mahler y yo diría con los otros compositores también, igual ocurre en el Monumental. Además, como digo, el auditorio medio vacio, no se como estaría el domingo, seguro que estaba bastante más lleno todo tal vez imputable a la crisis y precios a la mitad.Yo no creo que fueran tan efímeros los aplausos. No hubo apenas bravos, pero si es cierto que se aplaudio con mucha intensidad, bastante más de lo habitual. A mi me sorprendió esa intensidad
De haber ido el domingo me hubiera puesto en contacto contigo al menos para hablar de qué pasó con el maridaje entre el Lehmann y tus Sennheiser 600 que nunca más se supo. Te diré que el de los X-Can-v8P y los 800 van mejor que el Burlesco del Burlesco de Pons. Un sld
Todtenfeier- Cantidad de envíos : 681
Fecha de inscripción : 19/03/2008
Re: Y Pons paseó la Novena en Madrid
Hola.
Pero en privado no hay ningún problema para comentarte esas impresiones. Envíame un correo y hablamos.
Lo que no tengo ningún reparo en comentarte es algo que ya he dicho en alguna otra ocasión y que es público y notorio en la red: cámbiale el cable a tus 800. Mi amigo ya lo ha hecho y dice que es increible. Y eso que el cable original que viene con los 800 es bastante mejor que el que venía con los 600:
http://stefanaudioart.com/StefanAudioArt.html
http://www.cardas.com/content.php?area=products&content_id=15&pagestring=Headphone&product_id=43
Lo entiendo. Mira que me gusta a mi poco el primer anfiteatro central.Todtenfeier escribió:Yo estuve el sábado y mi ubicación era el primer anfiteatro, bien centrado con la acomodadora al lado, donde tú dices sí que me hubiera gustado ya que es ahí y en el sitio del coro donde verdaderamente disfruto de la orquesta
No escribí sobre la prueba compartiva de las diferentes combinaciones entre los HD600, los HD800, el CKKIII y el Lehmann porque fue tan breve que apenas saqué conclusiones más allá de meras impresiones. Mi amigo vino a mi casa con sus 800, estuvimos intercambiando los amplis y los auriculares durante un par de horas y poco más. Seguramente esto le daría a Salvador Dangla para una crítica de dos páginas en su revista "Alta Fidelidad", pero a mi me parece poco serio para publicarlo en una web donde alguien lo puede leer fuera de contexto y sacar conclusiones equivocadas. Además, el CKKIII estaba en periodo de rodaje y los 800 estaban nuevos, por lo que aun estaban muy duros.Todtenfeier escribió:De haber ido el domingo me hubiera puesto en contacto contigo al menos para hablar de qué pasó con el maridaje entre el Lehmann y tus Sennheiser 600 que nunca más se supo. Te diré que el de los X-Can-v8P y los 800 van mejor que el Burlesco del Burlesco de Pons. Un sld
Pero en privado no hay ningún problema para comentarte esas impresiones. Envíame un correo y hablamos.
Lo que no tengo ningún reparo en comentarte es algo que ya he dicho en alguna otra ocasión y que es público y notorio en la red: cámbiale el cable a tus 800. Mi amigo ya lo ha hecho y dice que es increible. Y eso que el cable original que viene con los 800 es bastante mejor que el que venía con los 600:
http://stefanaudioart.com/StefanAudioArt.html
http://www.cardas.com/content.php?area=products&content_id=15&pagestring=Headphone&product_id=43
Ignacio- Cantidad de envíos : 908
Fecha de inscripción : 15/01/2009
Re: Y Pons paseó la Novena en Madrid
Lo peor fue, sin duda, el Rondo-Burleske. No solo en esta 9ª, también en sus otras interpretaciones mahlerianas, hemos visto que a Pons no se le dan bien los temas ambiguos y de fuerte contenido irónico-burlesko. Parece que le queman en las manos y se los quita de encima como puede -no me estraña que tenga tantos problemas con la 7ª-.
Resulta claro, patente y manifiesto que a Pons el Mahler profundo y oscuro no le va en absoluto. Solo hay que ver su programación para la próxima temporada y vemos la ausencia de la Séptima. Creo que el segundo y tercer movimiento hubieran sido problemáticos al igual que lo fue el burleske. Pero si es mahleriano, que lo es, algo tendrá que hacer para satisfacer al público, que no es 'poco' si juzgamos el aforo del sábado pasado. Tal vez si hubiera sido la BPO con Rattle la cosa hubiera cambiado. Como dice Duke Ellington "what a difference an orchesta can make"!!!!!!
Todtenfeier- Cantidad de envíos : 681
Fecha de inscripción : 19/03/2008
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