¿QUÉ ESTAMOS ESCUCHANDO? ...

De las once versiones mahlerianas que me he traído de Italia, de momento he podido escuchar cuatro, es esta la que más me ha gustado. La Segunda de Mahler fue por mucho tiempo mi sinfonía preferida, fue con la que me introduje en su mundo, fue tal vez la versión de Kubelik mi talismán por años. Segundas las hay de todos los estilos y colores, pero ninguna o casi ninguna, a mi gusto, completamente satisfactoria, sino es por una cosa es por otra. Mis preferencias pasan por Kubelik, Klemperer, Bernstein (NY), Mehta, Walter (NY), y algunas otras que se me escapan. También las hay muy buenas como la de Suitner, Scherchen, Waart, Gielen, Solti, Kempe, Schuricht, Haitink (BP), Abbado (OFL), Tilson Thomas, Fischer, etc. Ahora llega esta, olvídense de la versión de Tennstedt nueve años anterior con EMI ¡vaya cambio! toda una sorpresa.

Una gran versión, concierto del 20/02/1989 Royal Festival Hall. Luego de tantas segundas al fin una que realmente me sorprende. Sé que lo que diré ahora no le gustará a algún forero que me conozco, pero es que esta segunda pareciera realmente made in Celibidache, os lo aseguro. Los tiempos son muy amplios, seguramente la Segunda más amplia que he escuchado, con un Allegro maestoso de 25 minutos!!! y un Andante de casi 13 minutos!!! pero muy bien llevados, el hombre mantiene la tensión y el flujo de la obra, es fascinante, con una enorme sutileza en los matices tímbricos, un fraseo extraordinario, con esas “masas” orquestales que ponen la piel de gallina, pero dejando espacio a la respiración, a las luces y las sombras. Una versión celestial. Realmente hay cosas reveladoras en el Andante, os lo digo ensimismado por su impacto, posiblemente el andante más glorioso que haya escuchado, con una sección de pizzicatos memorable. La orquesta se entrega por completo, un Scherzo que quita el hipo, hará la delicias de algunos que me conozco. También hay que destacar la labor tanto de Yvonne Kenny como de Jard Van Nes, perfectas en sus roles e ideales para el tipo de enfoque, el coro también muy bien empastado. El Finale es poderoso, con una duración de nada más y nada menos que 39 minutos!!! Pero repito: PODEROSO

Me gusta esta versión, me gusta y mucho.

Luego de escucharla me he puesto a investigar por la web, las personas que tuvieron la suerte de presenciar el concierto aseguran que fue una de las interpretaciones más memorables que hayan podido presenciar. Incluso hay comentarios de personas que tenían esperando años, incluso décadas para que saliera al mercado esta versión. También ha sido unas sorpresa el que justamente hoy, mientras yo escribía esto, el polémico Hurwitz publicaba su crítica en www.classicstoday.com sobre la misma versión

Pues hasta aquí mi breve impresión de una interpretación de la que no me esperaba mucho y de un director al que nunca he tenido especial admiración, una versión que si no fuera por el precio (9,99 Euros CD doble) y por mi cuñado seguramente no me hubiera animado a comprar. Gracias a mi insaciable impulso melómano he podido disfrutar de semejante joya.

P.D. Quien quiera degustarla, saborearla lentamente, paladearla suavemente como a los mejores vinos, ya sabe

Ese concierto para viola de Guabaidulina es una pasada.

Hay varias cositas que quería comentarte mrjansons, ya que no te pude contestar en su día. De antemano te comento que yo también vengo en son de paz.

mrjansons escribió:el apostol mahleriano que tanto os gusta, y que en tiempos actuales parece un abuelo adorable, Mr. Boulez. Boulez sí que fue un "chungo" de las vanguardias adoptando una posición que no hizo más que restringir el camino del serialismo a un callejón sin salida, para reconvertirse en lo que tenemos ahora. Cambió el contenido, pero no el continente. Lanchemann y compositores que hacen música en su estilo se aferran a otro estilo que desdeña lo demás y al que no le veo demasiado futuro...

En primer lugar dudo mucho que Boulez guste tanto en este foro como afirmas. Mas bien es el francés centro de duras críticas en muchos de los casos. Otra cosa es que sea Boulez un director al que casi siempre se le encuentra en la parte de arriba de las tablas de resultados de las catas, pero esto es un tema que más bien siempre ha sorprendido a muchos. En segundo lugar, eso de que Boulez fue un “chungo” tampoco lo comparto ya que en el mundo de los lenguajes (me refiero principalmente a la literatura y la música) y el arte en general no es el creador quien determina quien les lee, les escucha o les admira, es precisamente al revés, en la mayoría de los casos el creador hace su trabajo y solo le queda esperar, esperar y esperar, de modo que el creador no puede ni obligar, ni presionar, ni restringir, para eso existe la libertad. Te refieres al serialismo como a un partido político, dudo mucho que en tareas como la composición musical una persona pueda restringir el camino de alguna tendencia creacional (al menos en democracia), partiendo de la base de que a cada creador se le preasume que hace mínimamente lo que verdaderamente quiere hacer. Si realmente Boulez hubiese restringido algo, el “chungo” no fuese Boulez sino todos sus coetáneos al dejarse supuestamente dominar por la dictadura de su líder. Estás en todo tu derecho en decir que no le ves futuro al estilo de música, sin embargo es la cautela una buena consejera en estos menesteres, ya hemos visto y revisto como en la historia se repiten los creadores que en su época fueron inentendidos, ignorados, maltratados, sepultados… y luego de muchos años miles de personas se sientan cómodamente en sus butacas a deleitarse con la obra del otrora mártir. Digo esto, entre otras cosas, porque es casi demostrable que incluso el oído humano tiene que ir adaptándose a los nuevos retos que se le van imponiendo, por lo cual, lo que hoy nos sonaba feo, sin sentido, mañana puede ser que luego de habernos chupado todo el Bach, todo el Mozart, todo el Beethoven, todo el Mahler, todo el Schoenberg, todo el Bartok, todo el Varèse, todo el Ligeti, todo el Pettersson, todo el Messiaen, todo el Nono, todo el Gubaidulina… ¡milagro! “que interesante la Sonata No.3 de Boulez y ni hablar de su Sur Incises, es una maravilla”. Casos así he visto muchísimos y he sido testigo de mí mismo (ya hasta escribo como Whitman ) de semejantes cambios en la apreciación musical.

mrjansons escribió:De lo más interesante compuesto en la segunda mitad del siglo XX junto con pocas obras más.

Yo realmente no diría que son pocas, así a bote pronto se me vienen cientos de obras escritas en la segunda mitad del siglo XX que resultan ya no solo interesantes sino en algunos casos imprescindibles. Es curioso, en el primer párrafo de tu ultimo mensaje dices: “De los ejemplos más interesantes y accesibles del catálogo de Gubaidulina”. Me llama mucho la atención la palabra accesible. Tengo unas dudas mrjansons: ¿las obras menos accesibles o inaccesibles totalmente merecen la atención? ¿pueden llegar a ser accesibles del todo? ¿pueden llegar a ser interesantes, pueden llegar a ser fascinantes? A esto me refiero cuando te he hablado de cautela respecto al serialismo en general y respecto a Boulez en particular, en muchos casos se trata de la cualidad que hace a día de hoy una música accesible o no. No te niego que también puede que tengas razón y que dentro de cincuenta o cien años nadie se acuerde de Boulez.