Re: Re-titulando Sinfonías

monca 19/11/2011, 18:45

Bueno, aquí van mi "renomenclatura". Me he permitido añadirles un texto programático (el que Mahler nunca se atrevió a sacar a la luz) que clarifica un poco el por qué de esos títulos.

Primera Sinfonía "La Hormonal"
Un jovenzuelo imberbe, de vida disipada, conoce a una linda aldeana mientras pasea por el campo. Intenta seducirla cantándole tonadas infantiles y la cosa acaba como el rosario de la aurora.

Segunda Sinfonía "Lucy in the Sky with Diamonds"
Nuestro joven amigo, tras tomarse unas extrañas sustancias, sufre un viaje alucinatorio donde, entre otras cosas, asiste a un extraño funeral, charla con unos peces - que por supuesto pasan de él - y se encuentra con un ángel (sí, un ángel!!!) que le dice cosas incomprensibles. La obra termina cuando la madre del protagonista trata de despertarlo infructuosamente. Al final, con una resaca del quince y harto de su madre, se va de casa.

Tercera Sinfonía, "Hippy"
El protagonista se dedica, durante una hora, a glosar lo bonitos que son los animalillos, las florecillas y otras cursiladas. En su paseo por el bosque se cruza varias veces con un cartero que toca la corneta y con unos niños que venden rifas para la excursión de fin de curso. Sin querer, se carga a un cuco, con lo que la última media hora de la sinfonía se la pasa llorando.

Cuarta Sinfonía, "Shangri-La"
Tras una nueva ingestión de sustancias psicotrópicas, nuestro héroe (es un decir), se imagina en un mundo ideal, pleno de alegría y felicidad. El final de la obra lo devuelve a la realidad: su trabajo de 12 a 4 y de 8 a 12 como pinche de cocina en un restaurante regentado por una secta católica.

Quinta Sinfonía, "La ciclotímica"
Nuestro joven protagonista (bueno, a estas alturas ya no tan joven), víctima de una depresión de caballo, se pasa el día acudiendo a entierros para autoconvencerse de que el mundo es una mierda. Luego se encuentra una muchacha de buen ver, veinte años más joven que él. Se miran, se gustan y él le declara su amor eterno, de forma un tanto melíflua. Al final se casan y se van de viaje de novios a Rusia a visitar a un primo.

Sexta Sinfonía, "De la Mala Suerte"
El autor nos cuenta que todo lo que le sucede se debe, únicamente, a que es gafe. Tanto es así que se equivoca y no recuerda exactamente el orden de los movimientos de la obra. En el Finale nos describe un episodio donde recurre a un pesado martillo para tratar de abrir una nuez. Tras dos intentos, en el tercero se da en el dedo. La obra termina transmitiendo esa sensación de dolor en el alma tan característica del autor, en este caso provocada tanto por el martillazo en el dedo como por la impotencia ante la nuez no abierta.

Séptima Sinfonía, "Noche de juerga"
El protagonista, una vez que ha pasado a limpio su última sinfonía, decide celebrarlo yéndose de fiesta. Cuando regresa, ya al amanecer, su esposa le está esperando, compungida. Nos quedamos con el retrogusto de que la cosa no acabará bien.

Octava Sinfonía, "Gran Misa Pagana en Mi bemol mayor"
La típica misa coral. Coral no porque haya coro, si no por la ingente cantidad de personajes que aparecen, más que en las películas de Berlanga.

Novena Sinfonía, "De la eterna despedida"
El protagonista se da cuenta de que está en el final de sus días y decide despedirse de sus seres queridos. Para ello reune a sus amigos y se va despidiendo de todos y cada uno de ellos. Varias veces. Como es un poco pesado y nuestro héroe no termina de despedirse, los amigos le apagan la luz y se van sin que él los vea.

Décima Sinfonía, "No, no eres tú, soy yo"
El compositor, comprobando feacientemente que su mujer le pone los cuernos, trata de solucionar el tema hablando con ella. En el momento en que ella le asegura que "no es lo que parece", sucede que