Orquestación sinfónica mahleriana

Vaya, Moreno, nos lo pones bien difícil! Es que todas las sinfonías de Mahler son una maravilla a nivel orquestal, sin excepción. Pero si tengo que elegir una de ellas por ese motivo, me quedo con la Sexta: un colorido y modernidad extraordinarios!!! Por no hablar de sus famosos "mazazos"... Y qué me decís del ritmo de tango en el primer movimiento???

Mi respuesta es también la obvia, cualquiera me resulta extraordinaria desde el punto de vista de su orquestación. Como hay que elegir una estaría entre Sexta, Séptima, Novena y La canción de la tierra. De ellas me quedo con esta última

Moreno escribió:¿Cuál es la sinfonía de Mahler que más os gusta en cuanto a claridad, diversidad y brillantez orquestal?[/color]

Siempre difícil esto de las valoraciones, y siempre interesante a la vez. Tal vez la menos clara - por compleja y densa - sea la Octava . Brillantes y diversas lo son todas en mayor o más mayor media. Mi podium, en este momento, sería Das Lied von der Erde - cima no superada de música occidental -, Novena y Tercera.

Moreno escribió: Pero bueno, visto que hasta Psanquin le ha dado la espalda (he tenido que decir su nombre, no me pude aguantar ), no hay nada que decir [/justify]

No, no, per caritá, que dicen los italianos ¿no? sí que hay que decir. De hecho me alegra que hagas el comentario Esperaba algún tirón de orejas como el tuyo; aunque lo esperaba más de Del Río pues desde siempre disentimos sobre la obra.

Pero fíjate, la respuesta es bien sencilla. Para mi el gran atractivo de la Octava es su simplicidad. A pesar de la inabarcable cantidad de instrumentos y si tu quieres de voces orquestales implicadas, cualitativamente es la más sencilla ¡Cuántas veces se ha hablado de esta obra como música de cámara!

Pero no sólo la más simple de las sinfonías mahlerianas en la utilización de los medios orquestales, sino también en la elaboración de sus ideas musicales y por supuesto es la menos arriesgada armónicamente.

Me temo que por todo esto es la sinfonía que más decepciona a tantos mahlerianos. Para vehicular su mensaje en esta obra Mahler no necesita poner en juego sus prodigiosos recursos como compositor pues en esta obra Mahler no explora territorios en los que en otras obras sí se sumerge: la desolación, la vida y la muerte, lo onírico, el sentido trágico de la vida... Su mensaje es mucho más simple en el fondo y por tanto lo es a su vez en la forma. Ese es para mi el gran atractivo de la obra, siento en ella mucho más cerca la voz del mahler ser humano y menos al Mahler compositor, al Mahler técnico, al insuperable mago de la orquesta. Por eso es para mi la menos pretenciosa y la menos grandilocuente de las sinfonías mahlerianas ¡aunque esas sean éstos los adjetivos que a priori nos vendrían a la cabeza para designar a la obra!

Lo he dicho a propósito Psanquin , para evitar una nueva refriega de las miles que han habido entre tú y del Río respecto a la Octava , ya los foreros mahlerianos estamos cansados , es cachondeo

Muy interesantes tus reflexiones sobre la Octava, parece mentira pero es, de entre todas las sinfonías de Mahler, la que más me ha costado asimilar, a la mayoría le cuesta mucho más la Séptima o la Novena.

Pues nada, para que Psanquin no se sienta solo y abandonado , yo también he de decir que para mí la 8a. es la sinfonía más clara, rotunda e inspirada de todas las de GM. De acuerdo, no hay muchos elementos nuevos ni búsquedas intrincadas, sólo hay -ni más ni menos- una belleza incomparable de principio a fin. Después se le pueden buscar relaciones filosóficas o religiosas, evidentemente subjetivas. Pero lo que es objetivo es la tremenda BELLEZA que irradia y, como el mismo Mahler señala, toda la obra está llena de "energía positiva", cosa que no se puede decir del resto de sinfonías, si salvamos el final de la 2a. Orquestalmente ya me he decantado por la Sexta.

Flipado me has dejado gustavo pues has descrito la obra tal cual la siento y la admiro

Sin embargo y curiosamente también a mi -como a Moreno- fue la sinfonía en la que más me costó entrar; más bien fue la única de toda la obra de Mahler que me supuso un esfuerzo, pero entiendo que fue por que en aquel momento me costaba entrar en la música coral.

Sí, la Missa Solemnis de Beethoven es extraordinaria y posiblemente inspirara a GM. Pero en cuanto a música coral, no hay que olvidarse del sensacional Requiem de Mozart ni del monumental Te Deum de Bruckner...

¡Qué casualidad! Tres de esas cuatro obras que citáis fueron las que me abrieron el camino hacia la música vocal. Curiosamente en vez del Requiem de Mozart, fue la Misa en do menor, obra que todavía me emociona tanto o más que el Requiem. En Beethoven fue la versión de Colin Davis y el Brahms ¡que emoción! fue mi primer CD de Sinopoli. En la actualidad, siento decirlo, el Requiem Alemán es sin embargo una obra que me aburre bastante.